¡No puede ser!

696 35 4
                                    

Mis lágrimas no dejaban de salir
-No puede ser! No puede estar pasando!- Repetía una y otra vez -No dios mío, no!- Comencé a gritar, gritaba con las pocas fuerzas que me quedaban, entonces volví a sentir aquella mano, la mano que hace unos minutos estaba sobre mi hombro, esta vez esa mano acariciaba mi hombro para darme fuerzas, gire para ver de quien se trataba, la mano que intentaba "consolarme" era de Johana
-Kat, lo siento mucho- Me susurró
-Jo..- Comencé a sollozar- Johana... No.. No puede ser cierto.. No.. No puede - decía entré sollozos. Se inco junto a mi, no lo dude un segundo y la abrace, la abrace lo más fuerte que pude, entonces ya no pude controlar mis lágrimas y lloré, lloré como nunca antes lo había hecho, es que nunca antes había sufrido tanto, Peeta, mi novio con quien en un mes me iba a casar estaba muerto justo frente mio.
-Shh.. Shh.. Kat, calmate - Me decía Johana una y otra vez, pero yo no hacia caso, simplemente no podia calmarme, como hacerlo? No era tan fuerte como todos creían, en realidad era una persona completamente frágil y débil.
Después de unos minutos logré controlarme un poco, caí en cuenta de que era a lo que había venido.- Vamos has tu trabajo, has lo que has venido a hacer - Me decía a mi misma, así que limpie mis lágrimas, me separe de mi mejor amiga y me gire hacia donde yacía el cadaver.
-No tienes que hacerlo- Johana me detuvo cuando vi lo que me disponia a hacer
-Es mi trabajo, Johana, tengo que hacerlo- Le dije segura
-Yo me encargo, Kat- Insistía e intentaba hacer que me quedara quieta
-¡NO!- Le grite, me conocía perfectamente y sabia que no importaba cuanto me rogara, yo iba a hacer mi trabajo aún cuando mi corazón se rompiera en mil pedazos.

Me gire, dándole la espalda a mi amiga y a todos los demás que estuvieron presenciando todo, yo apenas me había dado cuenta de que todos me miraban con lastima, acaso no saben cuanto odio esas miradas? Decidí ignorarlos y concentrarme en hacer lo que ahora era el peor trabajo de la vida.

Justo cuando llegue al cuerpo sin vida del que era mi novio, comencé a sentir un fuerte dolor de cabeza, todo me daba vueltas, escuchaba voces a lo lejos
-Kat... katniss.. ¡katniss! - Fue lo último que escuche antes de que todo se volviera negro.

......

Abrí los ojos estaba en un jardín hermoso, recargada en un árbol, ya antes había estado aquí, lo sé, pero que era lo que hacía nuevamente aquí?
Me levante y me dispuse a caminar, a lo lejos vi la sombra de alguien, pero no distinguía de quien era. En pocos minutos la persona que veía a lo lejos estaba justo enfrente de mi.
-Johana? - Pregunté
-¡katniss! Katniss, despierta! Por favor, descerebrada- Decía una y otra vez, mientras las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
Oía más voces llamándome, poco a poco estas voces se hacían más conocidas y eran más cercanas.
Una luz cegadora llego a mis ojos cuando los abrí
-Kat, gracias al cielo - Suspiro Johana
-¿qué fue lo que paso? ¿Qué me paso, Johana?
-Te desmayaste, no despertabas Katniss, yo.. Yo estaba asustada.. Pensé.. Pensé que ya no despertarias-
-¿Johana? - Pregunte, nunca había visto así a mi amiga, ella siempre ha sido dura, no llora, mucho menos se pone así por mi.
-lo siento descerebrada, no se que me pasa, yo solo.. Solamente estaba preocupada- Dijo ya con su usual indiferencia.
-y que, katniss, no piensas levantarte de ahí? O que quieres quedarte ahí el resto del día? - La Johana que conozco ya había regresado, no había duda.
Aún me sentía algo débil pero tenia que levantarme, ya había vuelto a la realidad, ya recordaba que fue lo que paso y por qué me había desmayado, cuando por fin estuve de pié busque con la mirada el cuerpo de Peeta
-¿dónde.. Dónde está? - Me gire a ver a Johana
-Se lo llevaron, Haymicht envío a Clove a que hiciera nuestro trabajo -
-¿Qué!? Pero.. Pero.. No, Johana, por qué lo permitiste?.. Yo.. Yo tengo que verlo- Dije lo más segura que pude intentando no derramar otra lágrima
-Lo siento, Kat, pero no podía permitir que tu lo hicieras -
La mire con odio, con odio de verdad, no tenía ningún derecho! Para evitar una pelea con mi mejor amiga decidí irme de ese espantoso lugar, me dispuse a ir a ver a Haymicht, mi jefe, yo quería llevar el caso, tengo que saber que fue lo que paso, como es que él termino de una forma tan fea, por qué alguien tan bueno como el, tenia que terminar así!?
Me fui de ahí con una imagen en mi cabeza, el cuerpo lleno de sangre y sin vida de mi novio, el cadáver de Peeta Mellark.

Última LlamadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora