Idol || Larry Stylinson || FANFIC

I. Louis

No lo entendía. La verdad, no lo entendía.

El simple hecho de que otras personas puedan conocerlo, tocarlo, hablarle, mirarlo directamente a esos penetrantes ojos verdes que poseía... Me parecía una injusticia.

Harry Styles siempre habia sido mi sueño, y que dentro de tres semanas vaya a una gira a la cual no podré ir era, en sencillas palabras, una mierda.

Se acerca mi cumpleaños, y creo que hasta mi propia familia lo ha olvidado...

Bueno, intentaré pensar en positivo.

Me puse de pie soltando un ligero suspiro, el frío tacto del mármol me daba un pequeño escalofrío, y no me sorprende estornudar con las bajas temperaturas que hay y yo vestido como si fuese pleno invierno, fui caminando hacia mi ropero, buscando alguno de los viejos suéteres de mi hermano mayor. Al ponerme el primero que habia encontrado, negro con unos pequeños copos de nieve, salí de mi habitación y caminé por la sala un rato, pensando en qué podría hacer a estas horas. No era ni muy tarde ni muy temprano, y mi cerebro se evaporaba intentando recordar dónde dejé mi celular. Después de pasear cinco veces por la sala de estar, el susodicho comenzó a vibrar en el bolsillo izquierdo de mi pantalón. Sentí una ligera verguenza por mi mismo, y atendí a lo que era una llamada de la mejor persona existente, Zayn.

- Viejo, ¿dónde estás? - Al notar su voz podía saber que estaba medio borracho recién a las seis de la tarde. - La fiesta empezó hace ya... no lo sé, ¿una hora, quizá? Si no vienes, te perderás de lo mejor.

- Hoy no estoy de humor, Zayn. No creo que pueda ir.

- No me vengas con esa mierda, tus padres te dejaron ir justo en frente de mi cara.

- La señal se corta. - Comencé a hacer unos ruidos raros con mi boca, intentando imitar el sonido que hay cuando hay mala señal. - ¡No puedo seguir hablando...! ¡Te llamo después!

Y corto la llamada.

La verdad, no tengo ganas de salir ni de ver gente. La próxima vez que vea la luz será cuando me muera, okay.

Y sonó el timbre de mi casa. No puede ser... No, no y no.

Y sí, es él. Su brazo sostenía su peso en la puerta, y me mira de pies a cabeza negando con su cabeza.

- ¿Cómo mierda llegaste tan rápido? - Exclamé.

- Siempre estuve aquí. - Respondió Zayn. - Te observo cada minuto de tu vida. Sé todo lo que haces y todo lo que harás. Soy omni...

No le dejé terminar la oración.

- No quiero ir, en serio. -

- Qué pena, porque yo si quiero que vayas. - Y luego de decir eso, no sé cómo ni cuándo, pero de alguna forma mística y misteriosa, Zayn me cargó en sus hombros y me llevó a su auto.

- ¡Esto cuenta como secuestro! ¡¿Sabes?!

- Uhm... la verdad, no lo creo. Cuando una persona secuestra a otra, la víctima al menos intenta resistirte. - Sonrío. - Eres muy sumiso.

Me dejó en la parte trasera de su auto, y cuando llegó al asiento del conductor me miró por el retrovisor.

- Intenta sonreír. Esta fiesta será como tu fiesta de cumpleaños, ¿sabes? Y te tengo la mejor sorpresa de todas.

- Si no es Harry Styles... - Toqué mi estómago por un segundo, debajo de ese viejo y feo suéter, tenia una penosa camiseta que decía ''Yo amo a Harry S.'' - No quiero nada.

- Entonces no arruinaré la sorpresa.