Tome con mas fuerza aire, el frio era centellante, como espadas atravesando mi pecho, mi piel enrojecida mientras mis cabellos chocolates se enmarañaban entre si, era imposible, esta vez no sobreviviria, corri a toda maquina sobre el hielo, desplomandome en una montaña pequeña de nieve arrimada, la piel comenzaba a entumecerse, y mas de un miembro estaba comenzando a dejar de sentir. Llore pero paraba inmediatamente deje de hacerlo porque aun hasta las lagrimas, se congelaban ante el frio y punzaban mi rostro.
Camine casi en cunclillas soportando el dolor en mi ropa fria, gelida, despues de haber caido a aquel lago congelado, mire a los alrededores y una pequeña chimenea, una muy a lo lejos humeaba, quizas moriria antes de llegar a ella por hipotermia, pero, debia intentarlo, debia hacerlo.
- Ayuda…. Ayu.. da… - dije a la nada, solloce recordando a Rose, la chica del Titanic, porque tal cual, yo me sentia.
Entumecida tenia hasta la lengua no podia hablar, mis uñas estaban de un tono morado, mis pies rojos y algo violetas tambien. Estaba asustada, el fondo de mi pecho me gritaba que sobreviviera. Pero mi cuerpo lloraba, lloraba profundamente.
Camine, por lo que seguro eran varios minutos, quizas una media hora, la casa se veia mas cerca, pise la madera casi soñando con que aquella cabaña era un sueño, un espejismo, demasiado bueno para ser verdad, un leve calor toco mi piel bajo mi pie, y lagrimas corrieron al sentirme protegida. Camine, pero ya no podia mas, toque apenas si con la yema de mis dedos la puerta, aruñando para hacer ruidos, no podia levantarme del suelo, mi cuerpo no respondia.
Ya a punto de dejarme caer, alli desmayada a la orilla despues de tanto nadar. Una luz al abrirse la puerta, luego todo se volvio oscuridad.
Los olores al abrir los ojos, eran intensos, chocolate, café, algo dulce y calor, quizas demasiado esta vez.
- Que sucede?
No recibia respuestas solo risas, alguien estaba sobre mi, no distinguia su rostro pero era guapo, las lineas de su rostro eran exquisitas, su nariz perfilada, y su cabello algo largo tocando sus pomulos.
Me sorprendi a mi misma, cuando el sonido de un gemido salio de mi boca, trate de mirarlo en la oscuridad. Pero solo podia verle algo mas de las lineas de su rostro, su quijada fina y algo alargada.
- Por favor, dejame ir…
Comence a sentir pequeños punzasos de frio en mis muñecas mi piel, cada vez mas gelidas, grite y fue entonces cuando aprovecho a besarme solo paa callar mis gritos. Aunque besaba intensamente bien. Estaba muy asustada.
- Por, favor… no…
Fue lo ultimo que alcance a decir, gire mi rostro buscando aire mientras el se reia ante mis esfuerzos de defenderme mientras me sacaba la ropa, me giro de golpe djandome con el rostro sobre la cama, fue entonces cuando comence a gritar de verdad, me tenia apresada contra la cama, halando la parte inferior deshaciendome de mis jeans, mientras se posicionaba sobre mi, descargando su aliento caliente sobre mi oreja a pesar de que su cuerpo era como un hielo.
- Vas a pagarme todas, y cada uno de mis sufrimientos, me encargare de eso..
Negue golpeteando, tratando de defenderme, el tenia que haberse equivocado de persona, jamas le habia hecho, nisiquiera daño a una mosca ¡ni en lo que llevaba de vida!. Solloce gritando, hasta que senti que mi destio era irremediable, llore amargamente, mientras simplemente, reia a la espera.
- Que comience el juego…
Desperte con las manos sobre mis sabanas, conteninedo un grito, era la decima cuarta vez, que tenia ese sueño, y ahora.
Realmente, comenzaba a asustarme.
¿Por qué yo?
¿Qué juego?
¿Que tan real… era ese sueño?
Entonces, vi lo que en otros sueños no me percate, aquello caliente que sentia, eran punzadas reales y frias, y... sangre.
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Saga Delucios. El Año más Frío (Paralizada)
ParanormalTessa, la chica callada detrás de los libros y grandes abrigos con capucha que no obtenía menos de una excelente calificación, no sabia porque, pero hacia un tiempo sus sueños cambiaban, siempre el mismo amenazante y cada vez peor. Todo después de h...