Vancouver, Canada.
08: 43 a.m
Me levante, terminanado de apilar mis libros dentro de mi mochila, acentuando bien los lentes sobre el puente de mi nariz, solo eran de lectura, pero me ayudababn, me hacian sentir protegida. Invisible.
Mire por encima de mi hombro la pequeña repisa de la sala donde aguardaban las fotos familiares, detalando la de mi padre. Lo extrañaba, pero una parte de mi, seguia dolida. Luego una foto de mi mdre, y una lagrima se me escapo sacudiendome, tome mi mochila colocandome los audifonos y calzandome la capucha de mi abrigo mientras caminaba lo que quedaba de distancia de mi casa al instituto, solo una vecina me saludaba, una pequeña viejecita, que a pesar del hielo y del frio, salia a cuidar de sus polantas aun vivas, a veces sentia que una parte de ella me saludaba por estar ambas solas.
Sonrei, caminanado mientras observaba el comienzo de las entradas al lugar que iria, las chicas en minifaldas y abrigos abultados, otras en jeans mega ajustados con botas de marca.
Negue mirando a otro lado para recuperar un poco de confianza, mientras los chicos movian sus labios hablando claramente de mi haciendome paso, como si fuesen a contagiars de algun mal por tocarme.
Era cada dia.
- Muy bien chicos, alguien, ¿puede decirme las primeras señales de sintomas depresivos?
Preguntaba mi profesora de Psicologia, aquella con la que estaba obligada a verme en privado algunas horas por semana en su consultorio, deje mi mirada en el suelo, trazando lineas vagas sobre mi libreta, observando fijamente su falda ceñida negra y tacones alargados en el pico del mismo color.
- ¿Nadie leyo el manuscrito de clase?
- Puede preguntarle a Laura, seguro puede identificarlos.
Dijo la rubia a unos espacios mientras su novio rodaba los ojos como si quisiera correr a hacer mejores cosas con su novia de alli.
- Brittany, te vere en detención.
- ¿Pero porque? Yo... solo creo que puede ser de utilidad... seguro sabe, ya por..
- Basta...
Negue avergonzada.
- Esta bien profesora, yo... - dije en un hilo de voz levantando el rostro pero no la vista, no podia hacer contacto visual desde aquel dia. – yo no le doy impor...
Me detuve al ver el hilo de sangre que corria de la libreta, y seguia hacia por el suelo, trazando un camino, cada vez mas oscuro, subia hacia el escritorio de la chica. Quien sonriente, batia sus piernas hasta que me vio verla...
- ¿Por qué me miras a..? – la chica callo mientras una gota de sangre caia de su nariz, y luego se convertia en un importante chorro manchando su camiseta rosa y pantalon blanco nieve.
Comenzo a dar gritos, y alaridos, mientras su novia trataba de parar la sangre y ella gritaba.
El resto de la clase comenzo a alarmarse mientras yo no sabia que hacer, solo estaba alli y me di cuenta que estaba parada, asustada. Y palida seguramente.
- ¡Ayuda!, quitense dejenme pasar. – gritaba Derek llevandola en brazos a enfermeria, mientras el resto de la clase me observaba con temor, retirandose. Algunos trastablillaron callendo y otros salieron tratando de aparentar tranquilidad. Estaban asustados, com si yo fuese una nueva Carrie...
- Es un engrendro... lo se.. – murmuraba el moreno al salir.
Mire fijamente al frente, sentandome, dejandome llorar. Mientras mi profesora regresaba de haber acompañado a los chicos a la enfermeria, mientras yo permanecia alli en el salon callada, tallandome las uñas, mire al suelo y ella alcanzo bajar la mirada, sin nada de ayuda, decidio doblar sus rodillas y mirarme.
- Laura, no hiciste nada... no debes sentirte mal... esto seguro tiene una explicación medica, quizas Brittany estaba mal y ella no...
- No, no lo intente por favor... - mordi mi labio para evitar llorar. – algo hay malo en mi, ¿Por qué debe sucederme esto...?
Ella callo un largo segundo y luego coloco una mano sobre mi rodilla.
- Puedes irte a casa, hablare con el director y le contadre todo... si necesitas hablar...
- Estara al otro lado, de la linea...
- Asi es... - termino ella. - ¿estas bien?
No respondi mientras tomaba todo lentamente, y caminaba a la salida, al parecer el cuento se rego rapidamente, las personas en su tiempo libre, me miraban desde sus casilleros naranjas, negando y apartando la vista o hablando entre si, claramente de mi, fui a mi casillero, los chicos se retiraron, alrededor de mi se fueron, tome el bote de calmantes y el libro que aun faltaba a mitad por leer.
Los guarde tranquilamente, mientras volvia a salir definitivamente, el viento frio choco en mi rostro mientras me calzaba la capucha nuevamente. Recordando la sangre en Brittany, negue limpiando mi mente, sacando esas imágenes, camine un largo rato, hasta comenzar a sentir entumecerse mis musculos, asi que regrese a casa.
Deje todo en la entrada, mientras un sonido a cerrojo sonaba detrás de mi en la puerta, gire asustada, colocando la mano sobre el picaporte efectivamente sellado dejandome en el interior sola. Queria comenzar a gritar, pequeños gritillos ahogados estaban pegados a mi garganta, logre calmarme y cerrar los ojos. Respire profundamente, y gire lentamente el picaporte, mientras este como si nada, dejaba de sentirse frio y abria facilmente.
Me detuve observando la entrada, cerrando nuevamente, pasando cerraduras y llaves al entrar definitivamente. Camine a la cocina sirviendome agua en un vaso, tome unos sorbos, tratando de despejar mi mente, deje caer un poco en mi mano mojando mi frente con ella, pero al tratar de hacerlo por segunda vez, el agua del vaso restante, estaba congelada en su envase.
Nuevamente, volvia a pasar.
Como si fuese cosa normal, solo deje a un lado el agua congelada en el lavaplatos y camine a la sala, tomando mis pertenencias y echandome en la cama.
Tome mi ipod, y coloque musica tratando de agudizar el ambiente a mejor, sin embargo no encendia, lo deje alli, dejandome caer a el suelo apoyando mi espalda a la cama individual, vi como pequeños trazos de hielo hacian un camino, subiendo a la pared, y alli ibamos nuevamente. Sangre cubria las paredes, comenzando a escribir – me.
Solo yo.... Voy a hacerte sufrir...
Mire a la pared, temblando un poco, entendiendo aquel mensaje. Bajando el rostro, busque mis pastillas y tome dos tragando agua de la botella mineral, mientras me acurrucaba en la cama, tratando de desaparecer de ese momento toda angustia.
Yendo a mis sueños, esperando no soñar nada, porque ni en mis sueños era libre y pacifico, yo haci casi un mes no soñaba, solo tenia pesadillas. Una pesadilla, que se repetia a medianoche, trayendome a la realidad de mi vida, donde nadie merecia vivir aquello, queria sacudir mi vida. Sin padre, mi madre casi igual...
Y algo me decia, que era por causa de el...
Me arrope, viendo como mis ojos se volvian pesados y la sangre comenzaba a desvanecerse en la noche.
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Saga Delucios. El Año más Frío (Paralizada)
FantastiqueTessa, la chica callada detrás de los libros y grandes abrigos con capucha que no obtenía menos de una excelente calificación, no sabia porque, pero hacia un tiempo sus sueños cambiaban, siempre el mismo amenazante y cada vez peor. Todo después de h...