¿Alguien me puede decir cómo es que vine a parar aquí?
Ah si, dos palabras: Callum Darren.
También conocido por el bajo mundo como "el niño rico".
Bajo mundo, población: uno.
Si, lo adivinaron, solo yo lo llamo así.
Volviendo a lo que estaba, la casa que se levantaba frente a mis narices era demasiado grande para ser de una persona corriente. Se notaba que había sido diseñada y construida con mucho estilo y -si, lo voy a decir- en perfecta armonía. Los tonos naranjas y marrones daban una sensación de calidez; la vegetación estaba perfectamente cuidada y daba a entender que un equipo de jardineros se encontraba detrás de eso. Si hablamos del estilo podría tomarme horas, pero para hacerlo resumido: lo más elegante del estilo español en sus mejores años.
"¿Impresionada?" La voz de Callum resonó a mi izquierda. Yo desvié la mirada fingiendo no estar interesada en la maravilla de estructura que tenía delante.
"Es solo una casa," dije encogiendome de hombros.
"Claro, y el charco de baba que acabas de dejar en el suelo está ahí porque si."
Una sonrisa jodidamente molesta apareció en sus labios y estuve a punto de golpearlo.
"¿Cómo era eso que estabas ocupado y que por eso era necesario que hicieramos el trabajo hoy y aquí en vez de apegarnos al plan que yo propuse desde un inicio?"
Mientras yo me cruzaba de brazos el muchacho me alzó una ceja, formando un arco perfecto.
"Creo que deberías comprarte un diccionario chiquilla porque estás confundida con los conceptos," se quejó y caminó hacia la entrada abriendo la reja y haciéndome una seña para que lo siga. Puse los ojos en blanco y fui detrás de él.
"No me digas chiquilla," puse mala cara y por poco se me cae la mandíbula.
¿Un patio interno? ¿En serio?
Opté por guardarme los comentarios, el niño rico jamás escuchará un alago de mi parte. En completo silencio lo seguí por las escaleras y por un pasillo interminable, pasamos una pequeña sala de estar y otro sinnumero de puertas hasta llegar a una puerta final que era notablemente más grande que las demás. Estaba completamente segura de que se trataba de su habitación.
Obviamente iba a necesitar una habitación tan grande para meter todo su ego.
Ya sé lo que me van a decir, no puedo juzgar un libro por su portada y si, tengo apenas dos semanas interactuando con el niño rico, pero ese tiempo me bastaba para saber que Callum era arrogante y egocéntrico.
El muchacho abrió la puerta y estuve a punto de taparme la boca con la mano. Después de tanto color y decoración que había en la casa su habitación era la expresión de la simplicidad: paredes blancas, cortinas grises, muebles pulidos y pintados de negro mate; una cama grande con sabanas negras y dos puertas en la pared a mi derecha. Una debía ser para el baño y la otra para el armario. La calidez que generaba el resto de la casa se esfumaba al poner un pie ahí dentro.
Esto era tan... tan... cincuenta sobras de Callum.
O tal ves no.
Mejor no.
Definitivamente no.
Borrando imagen de la cabeza.
"Bien, podemos trabajar aquí," habló finalmente y tuve que agradecerle mentalmente que lo hiciera, mis pensamientos estaban tomando un rumbo equivocado.
"Terminemos esto, tengo que estar en el trabajo en cuatro horas," contesté poniendo mala cara.
"Si, si. Lo que su alteza quiera."
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FOOLS (On Hold)
RomanceRoss es una chica independiente y prefiere hacer las cosas a su manera. Así ha sido hasta el día de hoy. Las cuentas, los materiales para la universidad y su trabajo es todo lo que tiene. Pasar por desapercibido es parte de su estrategia para tener...