Capitulo 1

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Iriz Johnson

Otoño 7:45 de la mañana...

Iba tarde, ¡iba demasiado tarde!

- mamá, te odio -

Exclamo agitada, sin dejar de lado que también enojada. Mis jeans estaban salpicados por culpa de los charcos de agua, que pisaba de vez en cuando, que cubrían los pavimentos de las calles de San Francisco. hacia un frío que pela y estaba bastante nublado, yo sin embargo me encontraba acalorada por estar corriendo tratando de alcanzar el puto bus que me dejo en el mismo paradero. ¿Todo por culpa de quién? De la mujer que me dio la vida.

Cuando por fin veo las rejas de lo que vendría a ser mi nuevo colegio; un cuerpo de espalda ancha se interpone en mi camino. Yo como corría con toda la velocidad que me permitía mi cuerpo, no pude parar y...

Verga.

- ¡joder,¿que no tienes otro lugar en donde pararte que no sea a mitad del camino?! -

Me levanto del suelo y me sacudo los jeans. Suerte que no me caía en uno de los charcos.

- oh, perdón -

Levanto la vista y un mastodonte de unos tres metros con el cabello castaño tirando para rubio me esta mirando.

- andaba distraído, no sabía que estabas detrás de mí - continua -

- ¡pues no te distraigas! ¡y deja de estar en las jodidas nubes! -

- mira, no se como coño te llamarás, ya te pedí disculpas, ¡que tú hayas estado corriendo como una vieja histérica no es mi problema! -

Inhala, exhala, inhala, exhala...

- ¡ademas, ¿Quièn coño eres?!-

No pierdas los cabales Iriz...aún es muy temprano como para amargarte el día...

- ¡no sabes con quién te estas metiendo...

Inhala, exhala, inhala...

-...maldita, niñata!-

Exha...¡a la mierda!

- ¡¿NIÑATA?! ¡Si tù eres el que comenzó con sus niñerías, al empezar a gritar y joderme la existencia!-

-¡¿Qué--- -

- ¡Calla! - le corto - ¡Ahora por tu culpa llegaré más tarde de lo que estoy!- 

- ¡¿es que no sabes hacer otra cosa a parte de gritar?! -

- ¡Pero tù también estas gritando! -

- ¡Porque tù también lo estas haciendo!-

Me jalo de los cabellos- ¡Eres peor que un grano en el culo! - hago una pausa- ¡Ahora, si me disculpas, me tengo que ir! ¡adiós! -

Paso por su lado, chocando con su hombro bruscamente. Cuando estoy a medio camino, su voz me interrumpe. Giro sobre mis talones y le dirigí una de mis miradas asesinas.

- ¡¿ahora qué?! -

- nada -

Ruedo los ojos y me dirijo a la entrada de mi nueva escuela; sintiendo unos detrás de mi, giro la cabeza y veo de reojo que el mastodonte ese está siguiéndome mientras me miraba con confusión. Frunzo el ceño.

¿Me estará acosando?...ñeh, lo mas probable es que tengamos caminos iguales, pero en algún desparece.

Le resto importancia. Vea a una mujer parada en la entrada de rejas de la escuela y empiezo a correr para que no la cierre y no me quede afuera. Cuando me ve me dice que por qué llegué tarde y yo le respondo que porque tuve un pequeño accidente y me perdí ya que soy alumna nueva; la maestra me dice que no se vuelva a pasar y me deja entrar con tranquilidad.

Sonrío triunfante. Luego de caminar por lo que parece ser un jardín, recién llego a los pasillos. Luego mi sonrisa se borra al ver que no conozco nada de este lugar y cuando me giro ya no veo a la maestra, sino al mastodonte que me ve con la boca abierta que por poco y roza el suelo, literalmente; por mi parte reacciono igual. Mi orgullo me gana y me abstengo a preguntarle algo a ese ser que me jodió la mañana. Me quedo parada en medio del pasillo principal y chasque la lengua, antes de que me encamine a buscar mi salón, siento a alguien agarrar mi mochila y jalarla hacia atrás bruscamente.

Juro que mato al que hizo eso.

- ¡¿què mier--- - me veo interrumpida cuando veo al castaño - ¡¿Acaso no te enseñaron a ser más delicado con una mujer?! -

- ni que tù lo seas... - susurra -

- ¡maldito idiot--- -

- ¡cálmate! - me corta - ¡sòlo trato de ser amable!-

- pues créeme que no te sale-

-¿me dejarás ayudarte?- frunzo el ceño - a encontrar tu salón, quiero decir -

- nop, yo puedo sola-

Enarca una ceja - ¿en serio?-

- sep, ahora, déjame en paz -

- bueno...- 

Lo veo alejarse y suelto u suspiro de alivio. Veo entrar a la misma mujer de afuera y me acerco a ella a pedirle ayuda; ella me sonríe amable y dice donde queda el aula de mi primera clase. Agradezco. Me dirijo corriendo hacia donde me indicó: de frente, al tercer piso, a la izquierda. Suspiro de alivio al encontrar el salón de álgebra, aula 45. Me paro frente a la puerta y antes de tocar, me pongo a pensar. 

¿Cómo rayos me iba a presentar a mis nuevos "compañeros", o lo que sea que lleguen a ser? No tenia nada en mente. De mis labios se escapa un suspiro frustrado.

Va ser un largo medio año.

Intento abrir la puerta, pero es que estoy demasiada nerviosa como parara hacerlo. Siento de repente como una mano se apodera de mi hombro y yo me sobresalto.

- oye, ¿no piensas a entrar? -

Cuando giro la cabeza, lo veo, y ruedo los ojos - no vas a dejar de perseguirme, pareces un acosador - cruzo los brazos -

- ehhh...cálmate solo quiero entrar a mi salón, ¿por que gastaría mi tiempo en una chica cuando todas se mueren por mi? -

Vuelvo a rodar los ojos y él solo sonríe. Genial. Un egocéntrico. ¿Qué ahora todos los chicos de estos tiempos son así?

Odio el puto destino o karma, puso a ese mastodonte en el salón que voy a estudiar y espero que en las siguientes materia no me tope con él. 

Bueno, un punto más para odiar álgebra. 

Ver a ese tipo me pone de los pelos de punta. Tengo el presentimiento que no nos llevaremos bien en estos próximos días que me queda y, para mi mala suerte, empezando desde hoy.

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