FIND

Extra 1

Va dedicado a Stop20

Cameron Ackerman

-¡Terminamos estúpido! - exclama Teresa y sale del salón corriendo-

Por suerte no había nadie al rededor, no tengo ganas de oir sus murmullos.

Me rasco la nuca, incómodo.

Yo también me dedico a salir del salón y me encamino a mi casillero.

Siento un dolor punzante en mi cabeza, odio cuando grita con su voz chillante, como también todo de ella.

Resoplo.

Llego a mi casillero, pongo la combinación y la abro, me limito a poner mis cosas, y luego lo cierro de un sólo golpe.

Paso mi mano sobre uno de mis bolsillos para sacar mi billetera .

¡Tengo hambre!

Esa absurda discusión, me dejó un mal sabor en la boca.

Al ver que tengo dinero de sobra me decido ir a la cafetería, para luego poder descansar en el campus de la universidad, ya que detesto estar en mi asquerosa morada.

Camino a paso lento, no hay necesidad de apresurarse.

¿Qué comeré?, me pregunto mentalmente.

Creo que una hamburguesa con triple jamón y una Coca Cola.

Al llegar a la cafetería, veo que está casi lleno, todo el mundo hablando animadamente, mientras me imagino como les reviento la cabeza.

Le resto importancia.

Inmediatamente dirijo mis ojos a la cartelera, para poder ver el costo de lo que me apetece comer.

Frunzo el entrecejo.

¡No jodas! ¿¡En serio?!

Se agotaron las hamburguesas.
Tan desgraciado estoy.

Solo hay empalagosos postres y pendejadas con dulces.

¡Ugh! Odio el dulce

¡¿Mi día no puede ser peor?!

- Oye nenita enojona - vocea burlona una voz femenina a mis espaldas.

- Hola - digo al girar sobre mis talones y me encuentro con unos ojos marrones claros, algo achinados a causa de la risa de la joven.

- Mal día ¿cierto?-

- Sí, Lisa - afirmo a mi mejor amiga, desde séptimo grado, y por casualidad de la vida nos metimos en la misma Universidad, aunque ella estudia otra facultad.

-Chasquea los dedos- Teresa y hamburguesas, ¿verdad? -cuestiona como si fuera lo más obvio.

Asiento con la cabeza.

Chasqueo la lengua. Es más que obvio.

- Toma, te compré una- vocea, extendiéndo una jugosa hamburguesa con triple
jamón- era la última.

Sonrío de oreja a oreja.

- ¿Sabes? Creo que te amo y que eres la reencarnación de un demonio con corazón, tan sagrada como maldita- suelto divertido.

Me saca el dedo del corazón.

Sonríe- Deshonras mi humildad -

- Sí, cuando te conviene - cuestiono.

- Joder me conoces muy bien, te odio desgraciado.

- Sé que me amas, mi amor - digo divertido.

Pone ojos en blanco y nuevamente me dedica el tan hermoso dedo del corazón,