Uno, dos tres años pasaron. Cuatro, cinco, seis años, la cicatriz aún estaba ahí. Había noches en las que él todavía se despertaba a media noche gritando porque la sangre, los disparos, el dolor y las perdidas inundaban sus sueños cansados. Pero ella estaba al lado suyo, para despertar junto con él a la hora que fuera para que lo abrazara fuertemente y le dijera "Tranquilo, yo estoy contigo mi amor... no hay dolor aquí" entonces el correspondía su abrazo, después se acurrucaba en el pecho de ella y se aferraba a su cintura, para así poder dormir de nuevo, ahora con ella inundando su mente.
Su cabello ahora no era corto y negro, había crecido y era más brillante. Había conseguido un buen trabajo en una importante empresa. Un trabajo honrado, donde ganaba bien y mantenía su cabeza en otro lugar que no fueran los recuerdos dolorosos de la guerra.
Había veces en las que se sentaba en el jardín de su casa y se quedaba mirando al horizonte, se desconectaba del mundo entero y todos aquellos recuerdos lo invadían. No había nadie que lo sacara de su transe en aquellos momentos, no había que le dijeran para que el regresara al mundo real y soltara esos recuerdos. Había sido algo que se repetía desde que el regreso y aunque su amada trataba de ayudarlo, simplemente con eso no podía. Tal vez un desorden en su cerebro, tal vez una enfermedad mental, tal vez un trauma psicológico enorme... ni los psicólogos sabían. Pasaba casi una hora así, hasta que por fin parpadeaba, sus lágrimas se detenían, se levantaba de ahí y volvía a entrar a la casa a seguir con su rutina del día.
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Minho regreso a casa, Sulli volvió a vivir, en cuanto lo vio caminando hacia la casa, con un traje de soldado, una maleta negra y unas grandes botas su mundo se ilumino, la vida le volvió a sonreír, su corazón latió fuertemente aquel día y el sol volvió a brillar para ella. Salió de la casa, rezando porque no fuera un espejismo, porque muchas veces se imaginó ese mismo momento y lo vio tan real, que salía corriendo a recibirlo... pero él no estaba ahí. Sin embargo esa vez fue diferente, esa vez el si estaba caminando hacia ella, pero cuando la vio, una gran sonrisa y pequeñas lágrimas traviesas que se escaparon, lo hicieron sentirse tan bien, aventó a la maleta a quien sabe dónde y se dirigió a lo que el mil veces había llamado hogar. Los brazos de Sulli.
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Eunhyuk regreso con su familia, sus padres y su hermana no pudieron contenerse cuando el entro de nuevo a la casa, habían rezado tanto por su pequeño hijo, por su hermano mayor, y tenerlo de nuevo ahí enfrente era el momento más glorioso para todos en aquella casa. Eunhyuk tenía un sueño, un sueño precioso que ahora que todo había terminado iba a cumplir. Ser un gran artista. Y claro que lo iba a ser, ahora no había nada que se lo impidiera.
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Siwon tenía ganas de ver a su padre. Aquel señor con el que se había peleado meses antes de irse a la guerra, con el que había jurado no volverle a hablar. Sentía que aquel gran señor solo amaba sus negocios y que por eso lo quería obligar a que se hiciera cargo de la empresa cuando su padre faltara. Pero Siwon se negaba, él quería ser doctor, salvar vidas, llevar esperanzas a los que la habían perdido y hacer sonreír a aquellos que habían perdido todo ese brillo natural con el que Dios los bendice. Más cuando se fue a la guerra y pensó que tal vez de ahí no salía vivo, se arrepintió tanto de que su ultimo recuerdo con su padre hubiera sido una pelea tan absurda que les había hecho perder el tiempo. De soldado, sin ni siquiera irse a cambiar, se dirigió a la empresa de su padre para poder hablar con el de una buena vez y aunque su padre siguiera enojado, él lo abrazaría con tanta enjundia y tanta emoción. Después de todo, solo eran ellos dos en su familia después de que su madre había muerto. ¿Pero porque el gran señor Choi iba a estar enojado aun con su hijo? Si estuvo a punto de perderlo, estuvo un tiempo sintiéndose tan solo, tan vacío, sabiendo que su hijo arriesgaba su vida cada segundo en aquella guerra. Así que cuando lo vio entrar por la puerta de su oficina, dejo de hacer todo lo que estaba haciendo, se quitó sus lentes y corriendo hacia su hijo lo abrazo fuertemente mientras le agradecía al divino por dejar vivo a su hijo y por darle una segunda oportunidad para ser un mejor padre.
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Waiting for you...~-Leeteuk
SonstigesLa chica levanto la mano y la sacudió efusivamente cuando Leeteuk volteo a mirarla por última vez "yo te estaré esperando..." susurro palabras al viento. "Dos años mi amor... solo serán dos años" susurro el muchacho para después perderse de vista. ...