Capitulo 12

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Esa noche, Jace se quedo en mi apartamento a dormir, hablamos, a pesar que no reí mucho, la pasé bien a su lado; al día siguiente faltamos al colegio, dijo que tiene una sorpresa para mí, me visto de manera casual como me sugirió, toca la puerta y lo recibo ya lista 

- Buenas noches, Azulejo - dice divertido

- ¿Azulejo? 

- si, cada que te veo estas vestida de azul o negro - me dice, me rió - por fin, te ves mucho más guapa cuando sonríes - me jala de la mano a las escaleras, me rio mientras lo sigo, hace que me ria mucho mas en camino hasta su moto 

- ¿a donde vamos? - pregunto y sacude la cabeza

- es una sorpresa - me sube en la parte de adelante subiéndose detrás de mi, conduce conmigo recibiendo todo el viento en la cara, Jace se queja de mi cabello varias veces de manera graciosa, vuelvo a reírme de los tonos diferentes de su gruñido, aparca finalmente y lo miro impresionada - te apuesto lo que sea que nunca has venido a uno de estos - dice sonriente 

- pues ganaste la apuesta ¿a donde vamos primero? - pregunto con la misma emoción de un can que nunca ha salido a la calle

Señala un gran cilindro sosteniendo asientos con cuerdas o fierro, no distingo; comenzamos a caminar de la mano, prácticamente corro mientras el me sigue con una sonrisa implantada en el rostro, chillo y grito por todos lados "que emoción" tanto él como yo seguimos la apuesta del colegio, pero la aplazamos por mi estado... que no había recordado hasta ahora. Llegamos y hacemos la cola, al llegar de primeros sigo saltando y gritando lo mismo, esto sera divertido

(...)

 - ¡Dios! ¡que emoción tan terrorífica! - grito cuando estamos elevados en el aire, grito y me rio por los nervios que me da este juego. Veo como todo me da vueltas, cierro lo ojos, respiro y evito que los jugos gástricos suban a mi garganta. Cuando nos bajamos del juego, me repongo rápidamente y continuo saltando por todos lados - vamos a la montaña rusa - asiente un poco mareado por el juego, Juro que le debo mucho más que dinero a este idiota

(...)

- Gracias, ha sido una encantadora distracción - digo mientras abro la puerta de la casa

- de nada, ha sido encantador distraerte - dice divertido

- ¿tienes algo que hacer mañana? - pregunto y niega

- nunca estoy demasiado ocupado para tí - se apoya en el marco de la puerta

- mmm... tengo que ir al dentista... - levanta las cejas - y... tengo miedo - me pone una mano en la cabeza

- descansa, princesa - comienza a caminar - ¡que coincidencia! solo necesité 5 pasos para llegar a mi casa - me rió mientras entro y cierro la puerta, él siempre cambiando de humos tan constantemente 

(...)

- ¿y la señora Codorety? ¿como así no esta aquí? - pregunta mi dentista mientras prepara todo para comenzar mi tortura 

- tuvo que hacer unos mandados con el señor - tomo la mano de Jace preparándome psicologicamente para sentir la terrible presión de encías 

(...)

- no estuvo tan mas ¿verdad? - le doy a Jace una mirada asesina - entiendo... te invito un helado - sugiere, asiento, me duelen los dientes y encías, es cierto, salí de casa de mi torbellino personal, pero aun asi se que necesito este tratamiento y no por ser perfecta como todos quieren que sea. Vamos a una heladería cercana al consultorio, observo determinadamente los helado y señalo uno

The Perfect Girl (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora