Capítulo 5

96 17 2
                                    

El apagado arrebol del atardecer me daba la bienvenida con nostalgia a la salida de la facultad. Acomodándome la bufanda de lana gris que me puse más que por el frío por las marcas de dedos que Sebastian dejó allí la semana pasada y que aún se negaban a desaparecer. El mero hecho de recordarlo me estremeció.

— Señor Blair, ¿está bien?

Jadeé sintiéndome descubierto, posé mi mirada sobre el dueño de la voz.

— Ah, sí... — asentí sintiéndome como un autentico idiota; bien Jace. — sí— forcé una suave sonrisa intentando mentir lo mejor posible. —, solo estoy un poco cansado.

— Bueno ya es jueves solo queda mañana y ya tendrás el fin de semana para descansar. — sonrió. Yo le devolví la sonrisa y me despedí.

— Tiene razón, hasta mañana, profesor.

Di media vuelta para irme.

— Esperé.

Me volví nuevamente él con expresión confundida.

— ¿Sí?

— ¿Quieres que te lleve?

Meneé la cabeza, negando.

— No hace falta, pero grac—

— Por favor. — interrumpió. Lo miré, esto no era buena idea, algo me lo decía. Antes de que pudiera volver a abrir la boca volvió a hablar. — No lo perdonaría si le ocurriera como alto tan banal como el cansancio.

Tragué sintiéndome entre la espada y la pared. Su mirada parecía sincera.

— De acuerdo, pero de verdad que no hace falta profesor.

— Jace.

— Vale. — terminé aceptando.

Subí junto a él a su audi último modelo blanco, lo bueno es que esto no era incomodo, después de todo, era bastante risueño y simpático.

— ¿Y bien?, ¿dónde vives?

Su actitud animaba a cualquiera, ¿cómo alguien podía ser tan positivo?

¿Quizás porque no conviven con un demonio?

Me reprendí mentalmente, eso era completamente coherente, ¿cómo se me ha ocurrido hacerme esa pregunta?

— En la mansión Phantomhive.

—Vaya, — una sonrisa torcida apareció en su rostro. — ¿con qué tú eres el blanco difamado de todos los alumnos?

Su comentario me saco una risilla.

— ¿Qué puedo decir? Se mueren por vivir en una tétrica mansión victoriana del siglo XIX.

Amplió la sonrisa y negó divertido.

Al llegar a la entrada le di las gracias y me despedí con una sonrisa. Una apacible brisa de aire se levanto sacudiendo el pelo, suspiré cruzándome de brazos sintiendo como la carne se me ponía de gallina debido al frío. Cerré los ojos y aspiré relajadamente.

— No me diga que el que te acaba de traer a casita en ese pedazo de audi es el señor Davis porque te juró que te culpare por ser el preferido del profesor.

Mis ojos se abrieron como platos al escuchar esa cálida y suave voz.

— Natasha...

Levanto un libro mostrandomelo.

— Te lo dejaste en la biblioteca, vine a traértelo. — explico sonriente.

— Ah, vale.

— ¿Te encuentras bien? — asentí. — Pues bueno yo me voy, que tu mayordomo me ha invitado a un café y ya llegó bastante tarde que he quedado con Emily.

Mi...¿mayordomo?

— Por cierto es muy cortés y amable, ciertamente es encantador.

— Ya, claro... él es así.

— Bueno me voy, aquí tienes. — me tendió el libro un tanto azorada. Lo cogí.

— Gracias.

Respondió con una suave sonrisa, después se fue en su destartalado coche.

Subí a mi habitación rezando para no encontrarme con ese "hombre" de ojos rojos que ni siquiera merecía denominarse como tal; hombre no era un termino inadecuado para describirlo, es un monstruo, los monstruos no tienen nada que ver con los hombres.

— Los hombres son mucho peores que los monstruos.

Un desagradable estremecimiento recorrió todo mi cuerpo.

— Los humanes siempre habéis sido la peor criatura creada por Dios, sois los que deberíais tener sentimientos y emociones y sois los únicos capaces de perderlas en un solo segundo, eso sí que es horrible. A los demonios nos crearon sin sentimientos, al menos nosotros somos criaturas del mal por naturaleza, ¿pero vosotros qué excusa tenéis? Sois egoístas y solo miráis por vuestra conveniencia sin pensar en nadie más y, créeme, he vagado por la tierra por más de cuatro mil años y todavía no he visto una sola excepción a ese egoísmo. — su mirada se entristeció con dramatismo. — Sois tan deplorables...

Di un paso hacia atrás al notar que se iba acercando. Llegó un momento que no pude retroceder más, mi espalda se pego a la pared y él no tardo en situarse a escasos veinte centímetros de mí.

— ¿Vas a decirme ya quién es el responsable de que huelas así? Es repugnante.

— He estado con muchas personas, ¿te recuerdo que socializo?

Una escalofriante sonrisa se dibujo en sus labios.

— Pues entonces empieza diciéndome quién es quien te ha traído en ese voluptuoso coche.

Lo miré con recelo.

— Un profesor.

— Dime su nombre.

— No lo sé.

Esperaba que me volviera a levantar del cuello como la semana pasada por mentirle,pero no lo hizo, solo giró elegantemente sobre sus talones y se dispuso a bajar las escaleras.

***

Bajaba las escaleras de la salida de la facultad hablando con el profesor Davis y con unos compañeros más sobre el proyecto que había mandado. Iba hablando con ellos cuando note que todos se detenían, los miré, miraban al frente con una mirada que me costó interpretar, seguí sus miradas y lo que me encontré justamente frente a nosotros me dejó sin habla. Sebastian estaba apoyado despreocupadamente en un Lamborghini negro, todas las personas que pasaban por su lado — en especial las chichas — se quedaban embobadas mirándolo enfundado en el traje, también negro, que llevaba.

Viró su carmesí mirada en mi dirección, enseguida una amañada y amable sonrisa se plasmó en sus labios.

— Le estaba esperando.

Caminó con distinción hasta nosotros. Su mirada estaba clavada por en mí y algo me decía que entendía lo que me decía a la perfección. Pasé mi mirada de la suya a la del señor Davis; sus orbes violeta eran un tornado de desconfianza y frialdad, mientras que los de Sebastian era una mezcla de diversión y soberbia.


N/A: ¡Hola!, aquí os dejó el nuevo capítulo que mi beta no ha podido estar conmigo en la redacción de este nuevo capítulo así qué lamento si hay alguna que otra palabra rara, no sé si se me habrá escapado corregir alguna. Muchas gracias por leer y ¡votad, por fa! <3


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 12, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El lado explosivo de Sebastian (yaoi RE-SUBIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora