Reencuentro del Alma mia y mi demonio.

Cuando era Normal

Por mucho tiempo mi corazón ha vivido en tinieblas, le  he domesticado a no entrometerse en mis asuntos diarios, le mantengo como escondido,  cuando era mas joven podía admirar claramente como todos sufrían por amor, como todos se equivocaban con esto del amor, entonces como decisión unánime de mi organismo le rechace y le oculte, no quería tal dolor  y así mismo  me jure jamas sentir ese goce, esa excitación y esa alegría por amor.

Llevaba una vida ordinaria entre libros y trabajo, entre hombres y pasiones, no he querido a ninguno de los que recorría mi cama, eran todos caprichos carnales, que quedaban en el olvido,  y no resurgían jamas a no ser de que mi infierno interno les necesitara, en el momento de su aparición.
Mis amigas me llamaban zorra sin escrúpulos, yo les respondía, que eran zorras hipócritas, vivía mi vida a mi antojo, de vez en cuando perdía la cabeza y salia con ellas, tomábamos hasta el amanecer,  jamas nos íbamos con ningún extraño, aunque yo  solía besar de vez en cuando algún extraño que me pareciera lindo,  mas que nada me encantaba contagiar de mi desinhíbismo a  mis amigas, contagiarles un poco de mi locura, hacerles olvidar por un momento la vida diaria,las noches de fiesta eran pocas y opacas en mi vida, mis allegadas no eran gatas taciturnas y yo tampoco, por los días  trabajaba en el área de musica de una tienda por departamentos, luego algunas noches trabajaba de voluntaria  en un centro de rescate animal, mi departamento en la ciudad no me permitía tener mascota asi que por las noches cuidaba de varios animales con otro de los  voluntarios,  y en el resto del tiempo sacaba mi carrera de periodismo, poco a poco.

Detestaba la rutina, pero mi vida diaria se basaba en los mismos hechos de siempre, dormir, despertar, tomar el tren, trabajar, universidad  y una que otra noche voluntariado, esa era mi vida, claro sin olvidar estudiar y leer cuando no estaba exhausta.

Por lo general mantengo el tonto pensamiento, de que en mi pecho ya no latía un corazón, no había misericordia en mi antes los mendigos, ni el llanto de los niños, era cruda, miraba el dolor sin anestesia pues no sentía nada,  mi única parte humana era mantenida viva por la preocupación de mis amigas, quienes estaban ahí presentes en todo momento.

-No puedo creerlo llevo mas de un año sin novio, Simone no se como puedes soportarlo, deseo estar enamorada y encontrar a mi príncipe azul, ¿porque no te gusta la idea?-

-Analisse,  yo no necesito de romances eternos y tontos, hay muchos hombres interesantes para un par de días y listo, deberías intentarlo, no esperar tanto por alguien que tarde o temprano  te herirá o que finge amor para otras cosas, como el Tal Federico el de hace 10 meses, desde ese tonto  luces fatal, somos seres con necesidades-

-Lo que pasa señoritas es que no han encontrado a su caballero ideal, a mi me costo pero nos casaremos dentro de pronto y bueno al principio era un ... ahora nos llevamos de maravilla, Simone, Analisse y Cecille no desesperen-

- Yo no se, la verdad esas cosas de amor fugaces no me gustan no son bien vistos, y bueno pues eso de esperar el indicado ya me canse, señoritas me rindo pero seré casta, Dios no me lo perdonaría, me arrepiento de Federico-

-Bueno, Bueno Analisse Querida deja el drama, la carne es mejor comprarla por kilos, o no Cecille?-

-Me reservo los comentarios, prefiero un amigo con derechos y fijo mientras aparece uno que valga la pena y con buena billetera, eso es todo-

-OH Cecille que dices, el amor jamas puede llevar interés- exclamo Helena con tanto dolor.

-Helena, tu lo dices porque sacaste la lotería con Aquiles, es guapo y tiene un buen trabajo y apesar de su pasado es un hombre nuevo-

-Bueno no me quejo, aunque detesto su nombre-

-Admítelo eres mala Helena-

-Simone que dices, soy una chica casta y buena, fue mi primer hombre, y me arrepiento siempre, quise esperar hasta el matrimonio-