Reencuentro del Alma mia y mi demonio.

El Progreso

Mi día fue tormentoso, aun no me explico el porque, es como si en cierto modo yo tuviese una especie de atadura con un tipo cínico y extraño, alguien detestable y energúmeno, sus palabras no se como pero  me dolían, luego sus ojos tan viciosos... como si el mundo entero dependiera de lo que el pensara de mi, le observe cuidadosamente  mientras el veterinario le daba explicaciones con el cachorro nuevo y prestaba tanta atención a los detalles y gestos del veterinario  al igual que  yo prestaba atención a sus gestos, su mirada choco con la mía, atravesó mis gafas y llego directo a mi alma y me hipnótizo  de una manera irregular.

Nuevamente hoy debía ir a su casa, me sentía tan incomoda, la noche no era tan fria pero sobre mi jersey  color vino agregue una chaqueta azul, tome a el perro y camine hasta su auto.

-Simone! - grito Aria

-Dime-

- El perro puede pasar esta noche en su apartamento, mañana puedes ir a chequear-

-Me parece Genial señorita Aria, no me molestaria que Simone me visitara toda una semana, y luego semanalmente, claro, si ella esta de acuerdo-sollozo Samael con impertinencia y exitacion.

Mi gesto de respuesta, fue bastante claro, mis ojos parecian salidos de la pelicula el exorcismo de Emily Rose, en serio lo juro, una vez en el auto ultimo modelo del niñito caprichoso, reviso que tuviera el cinturon bien puesto, su rostro estuvo a menos de un centimetro del mio y  sus ojos se compenetraron con los mios.

-Tienes una mirada hermosa, en especial cuando me  das una de esas miradas como sacadas del exorcismo de Emily Rose- ok eso si me asusta, acaso me lee la mente,  quien es Edward Cullen, oh Dios, en serio.

-ok- resongue

- y dime porque una chica tan prepotente como tu  no tiene novio-

-bueno, veras, la mayoria de hombres tienen un coeficiente intelectual más bajo que el mio y simplemente no me importan, me cansan y los boto, solo los uso para satisfacer mis necesidades corporales y cuando me aburren  desaparezco del mapa y fin del asunto-

- Segura que eres mujer?-

- Si la memoria no me falla... ya lo comprobastes-

-Simone, eres una mujer muy salvaje, deberias domesticarte un poco-

-Samael eres un tipo tan aburrido y estirado, tan predecible tan patético, tan prepotente y tan domestico, que en serio, tu sola presencia me da sueño-

-Yo? Aburrido? Predecible? querida, no me conoces- se exaspero y me lanzo una mirada mordaz.

-Querido, no me interesa- resople

- Te voy a mostrar lo que es predecible y lo aburrido que soy-  acelero el auto y rayo a casi toda la población de carros de la carretera, me aferre fuertemente al perrito y al asiento.

- Por favor no confundas suicida con persona no aburrida, por cierto como llamaras al perro-

- Pensaba en llamarle Simone para verte a ti en el perro, pero me pareció una tortura para el pobre y le llamare como mi escritor favorito, Frederic Nietzsche  -

-Vaya  eso si es usar la cabeza-

-Sarcástica-

- Mi segundo nombre-

-Finalmente llegamos, pensé que nunca llegaríamos vivos-

-Nunca me llames predecible, querida-

-Llámame querida nuevamente y te arranco las pelotas-

-Sueles ser tan dulce a menudo o te sobrepasas conmigo?-

-No tienes nada de especial Sr. Blackwood,  usualmente soy así-