Tenía no menos de media hora en el taxi, sentía mi mejilla palpitar por el golpe que el hombre pelirrojo me había dado, habíamos avanzado demasiado, no estábamos ni cerca de un lugar que yo conociera, observaba las ventanas, a la gente que pasaba caminando en las banquetas, muy ocupadas en sus teléfonos o con ellos mismos para darse cuenta que, tenía una pistola justo en mi costado derecho, el hombre que me había pegado, mantenía la pistola debajo de mis costillas.
Estaba temblando y, por un segundo, un rayo de esperanza me asoto de repente, una patrulla estaba estacionada en la esquina de la calle por la que íbamos, suspire, parecía que nadie la había notado, mas que yo. Pero claro, estaba mas que equivocada, el maldito hombre de barba apretó mas la pistola en mi costado, y me obligo a verlo a la cara, negó con la cabeza y me rendí, no quería morir, no ahora y, si podía prolongarlo, lo haría. Mi celular comenzó a sonar.
-Oh si- sonrío el estúpido hombre repugnante de mi izquierda- ¿Quién es Susana?- me sonrió de forma espeluznante, Susana era mi madre- Apuesto que es tú familiar.
-No- le dije tapido- Es alguien que...
-A ver estúpida- me tomo de la mandíbula el pelirrojo, con una mano mantenía la pistola, y la otra la tenia ahora en mi cara- te vas a callar, y mas te vale que cooperes con nosotros, o tú estúpida amiga, 'Stefy'- hizo una voz burlona- morirá contigo.
Cerré los ojos, Stefy, por dios, bueno, al menos ella sabía que, 'estaba bien', esa foto, si no la hubiese mandado, si no me hubiese distraído, dios. Comencé a temblar de nuevo y un sollozo se escapo de mi garganta, estaba secuestrada, y la realidad se dejo caer sobre mi con un gran peso, estos hombres me matarían, no lo dudarían.
-Tiempo- por fin hablo el chico moreno que estaba enfrente- Es una hora Cley- el pelirrojo asintió
-De acuerdo cariño, toma- me paso una pequeña libreta- anotaras las contraseñas de tus 4 tarjetas- apretó su mandíbula.- tienes 10 minutos.
Aventó sobre mis piernas la libreta y un lapicero, cerré los ojos y me concentre, si las recordaba, pero, ¿Porque dárselas? si me van a matar de todos modos, ¿porque dejárselas fácil? ¿porque hacerlo?
-¿Qué?- me preguntó, el que ahora se, se llama Cley- ¿No las escribirás?
-¿Para qué?- le dije solo ladeando un poco mi cabeza, no me atrevía a verlo a los ojos- van a matarme de todas formas ¿no es así?, ¿para qué tomarme la molestia?
-Oh, pequeña ingenua- se rió de mi el hombre a mi izquierda.- claro que vamos a matarte.
-¡ENTONCES HAGANLO DE UNA MALDITA VEZ!- le grite a el hombre que, según entendí, se llamaba 'Cley'
Sentí algo frío debajo de mis costillas, fue rápido, pero dolió como el infierno, sólo sentí cuando retiraron lo que parecía ser una navaja de mi costado izquierdo, aguante la respiración, dolía menos, pero no por mucho me hize la fuerte, cerré los ojos lo más fuerte que pude, mi garganta estaba irritada, tal vez de tanto llorar, cuando abrí los ojos, vi unos color café claro observándome, el chico que iba delante tenía el ceño fruncido y, a los pocos segundos, bajo la vista a mi costado, inconscientemente lleve mis manos a la herida, mis manos, las sentía mojadas, no quería ver, no quería observar mi sangre o me desmayaría, y eso sería peor.
-¡Eres un imbécil Jhoan!- sentí el aliento de Cley en mi cuello
-Será mejor que te calles maldición.
-Hagamos esto rapido- el chofer, que hasta ahora no había hablado, se hizo notar- Cley te quedan 20 minutos
Mi labio tembló, sentí como me faltaba el aire, mis oídos dejaron de escuchar nada, mi vista comenzó a nublarse, mi cabeza dolía más que mi herida, y para ser sinceros, sentí como se resbalaron mis manos haya quedar en mis rodillas, si iba a morir, espero que sea como esto.
-¡Ven acá!- reí de nuevo y corrí más rápido
-¡No vas a atraparme Kel!
Estábamos en la vieja cabaña de los padres de mi novio hace dos veranos, corríamos en dirección a un columpio, si me preguntarían en este momento cuál es mi momento más feliz, sin duda, este sería uno de ellos.
Y de repente, vino a mi mente, unos ojos claros, café hermoso, un cabello negro y, lo vi, a el chico que iba en el taxi.
Solo logre atinar a recordar, por una extraña razón su nombre, su nombre es Calum.
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Secuestro Express [Calum Hood]
FanfictionEncerrada y sola. Atada de manos en el suelo frío. Con ojos cubiertos con un trapo. Muerta de miedo. No quiero estar aquí. Solo quiero regresar a esta tarde... donde todo era perfecto, y no estaba secuestrada.