''Hermano''

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Como todo en la vida, siempre habrá un mañana, siempre exisitira la posibilidad para la mayoria de la población de que, si algún problema no se soluciono hoy, muy probablemente se solucionara despues, en un mañana.

Ahora, en la posición en la que me encuentro, no creo que exista un mañana para mi.

-¡DESPIERTALA!- la chica sinto un olor un poco fuerte-¡Vamos Jhoan!

-¡Estoy tratando!-dijo alguien a su izquierda- Pero no se muebe

-Claro que no maldición- el chico moreno le rependio, lo observaba todo por el espejo retorovisor- Eres un estupido, mira que apuñalarla antes que terminaramos el maldito trabajo.

-No es culpa mia Hood- le contesto el llamadao Jhoan

La chica tosio con cierto dolor en sus costillas, trato de enderesarse pero, la herida no la dejo, todo lo contrario, la chica sintio que se desmayaria de nuevo, observo su costado y la sangre que le manchaba la camisa blanca y la sudadera negra, se había extendido, demasiado.

-Ahora si- el hombre llamado Cley le habló- no habrá otra oportunidad-le paso el boligrafo y el papel- escribe las cuentas

Ella obsevo su rostro, no se había fijado antes pero, estaba tatuado, desde el cuello hasta las manos, que tenía al descubierto, la chica volvio a observar sus facciones, babrba pelirroja, cabello del mismo color, vestia una camisa blanca, de igual forma que la de ella, pero con una roja con cuadros negros encima. Pero, lo que mas llamó la atención de la chica fueron sus ojos, los ojos de ese hombre, color aceituna, tan raros y hermosos, tan únicos, justo como los de su pequeño hermano, eran identicos.

-¡Vamos hermana- el pequeño Tomy, de solo 8 años brincaba en su cama- Levantate, ¡hay nieve!

-Ahora voy- le contesto ella tapándose mas con las cobijas, pero el pequeño no se rendiria, seguia dando pequeños brinquitos al rededor de ella

-Hazlo ahora, hazlo ahora.- le repetía feliz

-De acuerdo Tomy- Gwen se dio por vencida y se levanto, el pequeño salio del cuarto de su hermano corriendo, la chica rubia se puso en pie, observo la ventana de su cuarto, en efecto, había nieve, lo que la hizo sonreír.

Ese día fue el mas perfecto que ella podía recordar, el hermoso niño de ojos aceituna y cabello castaño como su madre corría feliz en la nieve, después, con la ayuda de su padre, montaban un lindo muñeco en la entrada de su jardín, reían y eran felices, la madre, Susan y Gwen, estaban en la pequeña terrasa con dos tazas bien servidas de café caliente.

-¡Vamos madre!-grito el pequeño- ¡Vengan a hacer el muñeco!

-Soy demasiado prudente ahora Tomy- le contesto ella.- Pero me alegra que te diviertas cariño

-¡Vamos amor!- la animo ahora su padre- ven con nosotros

-No lo creo- se volvió a negar Susan- tal vez Gwen...

-No madre.- le corto la chica- estoy bien aquí.

Así que se quedaron sentadas, observando como armaban el muñeco de nieve, eso era hermoso, su padre reía, su pequeño hermano reía, su madre le contaba cosas de cuando ella era realmente pequeña, en ese momento era feliz, todo era perfecto.

-Vamos corazón-le dijo Jhoan- pon las contraseñas o...

No hubo tiempo para responder, el teléfono de la joven, de Gwen volvió a sonar, pero ahora la pantalla indicaba 'Padre', ella sintió que el alma se le caía cuando Jhoan, lo observo, observo al teléfono y después a ella, sonriendo, haría algo para que ella cooperara, estaba mas que segura. Contesto el teléfono y tomo del cabello a la chica, justo en la parte trasera, ella reprimió un gemido y sintió como si le arrancara el cabello, pero se mordió los labios, no iba a gritar, porque eso era, seguramente, lo que ellos querían.

-Hola- la voz de Jhoan se escucho, justo cuando el taxi se había parado en un semáforo- querido padre. - coloco el altavoz

-¿Gwen?- la voz de su padre la destrozo, se dijo que no lloraría, que no les daría ese gusto- amor, ¿estas ahí?

-Claro que esta aquí querido papi- soltó una risa asquerosa y jalo el cabello de la chica, ella soltó un gemido, pero no distinguió, si era de dolor, por escuchar a su padre, o de saber lo que sentiría.- pero si la maldita no coopera

-Espera.-lo interrumpió su padre- ¿quien diablos eres?

Ya no pudo mas, dejo escapar el gemido de miedo que tanto había retenido, se imagino a su padre al otro lado de la linea asustado, y a Tomy, oh su pobre hermano, Gwen cerro los ojos con fuerza, pero las lagrimas seguían rodando por sus mejillas.

Hacia poco que había comenzado su infierno, ese pequeño pero prolongado infierno que la atormentaba, solo quería que se terminara, solo quería salir viva de eso, solo quería regresar.

-Calum- susurro ella entre gemidos de dolor y desesperación, no sabía porque lo había dicho, solo que, ya estaba hecho

-¿Qué?- Jhoan y Cley observaron muy confundidos a el chico moreno que tenía en frente, sentado.- ¿¡cómo demonios sabe tú maldito nombre Calum!?-Cley se puso serio y se frustro a la vez, se suponía que nadie los conocía, se suponía que estaban usando nombres falsos, y con esto, todo se iba a la mierda.

-Cálmate ya-le dijo el muchacho moreno, aunque por dentro estaba tan asustado y sorprendido, que apretaba los puños para tratar de controlarse.

-¿Que me calme?-Cley dejo escapar un golpe a la parte trasera de el asiento del muchacho- ¡Maldición Hood!, esto jode todo.

Habían avanzado un par de cuadras mas, y se habían internado ya en las ultimas calles de la ciudad, no quería creerlo, pero la estaban alejando de la ciudad en el maldito taxi sin que nadie, en absoluto se diera cuenta.


Secuestro Express  [Calum Hood]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora