01

205 16 11
                                    

AVISO: Toda la historia probablemente será narrada por Justin o en tal caso, un narrador omnisciente. No sé si en algún momento haré un Hannah's POV, lo dudo mucho.

Por otra parte, el contenido adulto no hace referencia a sexo, ni nada de eso, simplemente en la historia hay algunas que otras... Palabrotas, supongo, y no quiero problemas con Wattpad, ya saben. Ahora sí, las dejo con el primer capítulo.



Cerré mi casillero al terminar de sacar mis respectivos libros de Historia cuando Ryan, mi mejor amigo, apareció detrás de mí.

—Y, Dulcinea, ¿irás a la fiesta de hoy?

Esa noche habría una gran fiesta en la casa de una tal Andy (algo extraño que se llame así y sea mujer, para mi parecer) y todo el colegio estaba invitado, se ve que aquella chica tenía dinero. Y bastante.

—No, Ryan, te lo he dicho una y mil veces.

—Vaaaamos, tienes que ir... Eres uno de los chicos más deseados en todo el colegio, después de mí, obvio —él y su estúpido ego. Pero en gran parte tenía razón, muchas chicas se me acercaban, pero yo sólo las rechazaba. No era el típico bad boy que tenía su grupo de mafia, follaba con la primera que se le cruzaba y bla bla. Simplemente éramos Ryan y yo—. ¿Con quién me quedaré sino? —hizo un falso puchero sacándome de mis pensamientos.

—Con Fernanda, la chica a la cual te besas desde que empezó el año —respondí con obviedad.

—Ja-ja-ja, qué gracioso eres, Justin Bieber —me miró de mala gana y reí.

—Me quieres igual —le dije apretándole una mejilla con mis dedos cuando sonó el timbre—. Anda, vamos que tenemos Historia y te mueres por volver a ver a la profesora.

Sí, a Ryan le encantaba nuestra profesora de Historia, lo tenía loco. No es que sea horrible, al contrario, es una mujer realmente bella, pero él lo exageraba realmente demasiado. Decía que sus curvas eran el mismo paraíso, y que tenía unas tetas de puta madre, textual. En fin, como dije, está loco por ella.

Entramos al salón y nos sentamos en nuestros respectivos asientos, la maestra aún no llegaba y eso se notaba por la cantidad de alumnos haciendo un alboroto. Ryan se sentaba atrás mío, en todas las clases, era algo así como un ritual para nosotros. Sí, somos algo raros. Se me acercó para susurrarme algo que ya me tenía realmente cansado.

—Y bien... ¿Cuándo me dirás que sí irás?

Bufé. Tenía ganas de partirle la cara directamente allí. Me di vuelta, mirándolo de mala gana.

—Te he dicho una y mil veces... —unos tacones me interrumpieron, la profesora había llegado. Inmediatamente todos tomaron asiento callándose, yo le eché a Ryan una rápida mirada de "Te respondo luego" pero el depravado ni me estaba mirando. Típico.

—Buenos días —habló la miss Venus de mi amigo. El salón entero dejó escapar un "Buenos días" al unísono para volver a quedar en silencio—, espero que todos hayan hecho sus respectivas tareas sobre Cleopatra porque hoy las corregiré. La nota que se saquen se dividirá para promediar el trimestre —algunas caras largas se lograban ver entre la multitud, reí para mis adentros. Antes de que la Miranda Priestly (sí, he visto The Devil Wears Prada) de Historia prosiga con sus demandas académicas, unos golpes llamaron a la puerta.

Giré mi vista como muchos otros y mi mandíbula cayó, metafóricamente, claro. Mis ojos rápidamente captaron la sencillez de la chica que se encontraba parada allí, esperando respuesta. Llevaba puesto un vestido rosado, con estampas de flores miniatura blancas y una chaqueta de cuero negra, y mierda, realmente le quedaba bien. Su cabello rubio caía por sus hombros, sus ojos se cubrían por unos grandes lentes Ray-Ban negros. En sus pies, unos delicados pero modernos zapatos negros hacían juego con su chaqueta y el borde de unas medias especiales para completar su look sobresalía levemente por encima de sus tobillos. Mi mirada subió y captó un bastón blanco, el cual sostenía en su mano derecha, y créanme que realmente sabía lo que significaba eso.

Blinded {j.b} || pausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora