El Psicopata(Niall Y tu) Terminada

Capitulo 23

-Fuimos a tomar el helado & luego platicamos un rato, estaba agotada así que decidi dejarlos en la plaza & me Fui a mi casa, me recosté en el sillón & me puse a pensar en Niall No todo estaba saliendo como lo esperaba. Aún recuerdo la voz de George decirme "cualquier desliz va a hacer que él termine cavando tu propia tumba, no mescles tus sentimientos", pero no es tan fácil como él cree. Es difícil esto de enamorarlo, y no lo digo porque no lo esté logrando, porque hasta el momento lo voy haciendo bastante bien, pero porque siento que, aunque suene muy estúpido, estoy sintiendo algo por él. No sé si es una leve atracción sexual o en realidad estoy demasiado necesitada y empiezo a sentir cosas por cualquier persona que se me interponga en el camino. Pero me temo que no es ninguna de las dos.

No tenía mucho que hacer, así que como siempre me dormí temprano, es que amaba dormir. Al despertar miré mi reloj. Una hora más temprano de lo que debía. Apagué el despertador para que no vuelva a sonar y me fui a dar una relajante ducha. Al terminar me vestí y me dirigí para el trabajo. Miré mi reloj de muñeca y vi que todavía me quedaban quince minutos, y al sentir que mi estómago me lo pedía a gritos, fui hasta la panadería de la esquina y compré medialunas para llevar. Tardaron alrededor de 10 minutos porque estaban recién hechas. Al recibirlas pude notar que estaban calentitas y salía humo con olorcito a almíbar. "Espero que Niall no haya desayunado hoy" pensé. Guardé el paquete en mi bolso y entré al trabajo. Saludé a Eleanor & Stephanie y me dirigí a el escritorio de George
___: Ya llegué George-él me miró.
George: Que bien, hoy llegaste temprano.-yo arqué una ceja.
___: Siempre llego temprano.
George: No, siempre llegas con lo justo, que es diferente.-revoleé los ojos.
___: Como sea Además, he estado llegando tempran.. aunque no lo hayas visto...-dije y me encaminé hasta la habitación de Niall. Al llegar encontré a Niall tallando lo que, a simple vista, era como un gato. Sonreí y caminé silenciosamente hasta él, quién seguía sin notar mi presencia. Me puse a sus espaldas y aproveché para lamer y morder el lóbulo de su oreja.
Niall: Mhh.-gimió mientras giraba su cabeza. Al verme se echó a reír y yo hice lo mismo.-Hola hermosa.
___: Hola Niall.-dije con una gran sonrisa. Me acomodé mejor y me senté a su lado.- ¿Tienes hambre?
Niall: ¿Por qué tienes esa necesidad de hacerme acordar que me estoy muriendo de hambre?-preguntó entre risas.
___: Porque traje algo, pero no sé si te gustará.-saqué de la cartera las medialunas y él las miró embobado.
Niall: Te amo.-dijo entre risas y se abalanzó sobre el paquete. Yo me ruboricé por sus palabras, no sé por qué, y reí como una estúpida.
___: Gracias, supongo.-contesté algo tímida. Agarré una y comí con él.
Hablábamos de cualquier cosa, pero de todas formas nuestras charlas eran 10% charla y el otro 90% indirectas mías, que se imaginarán que nunca entendió ninguna.
Niall: En verdad gracias por comprar esto, no debiste.
___: Es que no quería que te mueras de hambre.-él suspiró y se recostó en el piso. Luego me miró y sonrió.
Niall: Ven.-dijo entre risas. Yo sonreí y me recosté sobre su pecho. Él me abrazó por la cintura, lo que hizo que me acurrucara más a él.-Aún hay algo que no entiendo.
___: ¿Qué es lo que no entiendes?-pregunté curiosa.
Niall: ¿Por qué me tratas tan bien sabiendo que podría llegar a ser la persona que te mate?-yo levanté mi cabeza y lo miré a los ojos.
TN: ¿Tú serías capaz de hacerme daño?-él me miró durante un rato, como si no supiera qué responder. Desvió bruscamente su mirada y abrió la boca como si empezara a hablar, pero antes de que diga algo lo interrumpí.-Si no me miras a los ojos no vale.-dije entre risas, y él también rio. Volteó su cabeza y me miró. Me perdí en sus hermosos ojos Color Azul del Mar.
Niall: No.-se inmutó a decir. Sonreí mostrando mis dientes.
Me acerqué a él. Probablemente luego me arrepentiría, pero ahora sé bien que quiero hacer esto. Cuando estuve lo suficientemente cerca lo miré a los ojos y él hizo lo mismo. Nuestras respiraciones se mezclaban y él cerró los ojos y rompió la distancia que quedaba entre ambos. Me empezó a besar de una forma muy tierna, y yo le correspondí el beso. Sus labios eran como el paraíso. De todos los labios que tocaron los míos ningunos eran como los de él. Dulces, carnosos, excitantes, perfectos. Recién empezábamos el beso y ya sentía como si no quisiera separarme nunca de él. Al rato introdujo su lengua en mi cavidad bucal, y me vi obligada a hacer lo mismo. Una guerra de lenguas se desató entre ambos, en donde cada movimiento que nuestras bocas hacían dejaban más que claro que los dos habíamos estado esperando mucho tiempo para poder hacer esto.
Pasado unos minutos nos separamos por la falta de aire y, sin separarnos mucho, nos miramos a los ojos. Ambos buscábamos una respuesta a lo que acababa de pasar, pero claramente ninguno de los dos la tenía. Yo no sabía por qué lo quise besar, y aunque trate de convencerme de que lo hice para empezar con el plan, sé que en el fondo (muy en el fondo) no lo hice por eso.
Pero la pregunta clave es: ¿Por qué sentí cosas que nunca había sentido con ese beso? No lo sé, y tampoco me lo pregunten, porque si ustedes están confundidos ni se imaginan como estoy yo.