19: ¿Muerto?

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En la mansión Trancy todo estaba tranquilo. Claude antes de irse, le dijo a su amo que iba hacer, así que Alois no estaba preocupado. Pero él tenía una incógnita. ¿Por qué Hanna también fue? Ella no tiene nada que ver con Sebastian, eso cree. Pero no importa, sólo quiere ver a su mayordomo volver.

*Mansión Phantomhive*

-- Tanaka, ¿tú sabes si puedo invocar a Sebastian?

-- Yo creo que sí, pero debería hacer unos rituales satánicos.

-- ¿Cómo cuales?

-- Hacer su signo satánico, ese de la estrella. Que yo sepa, cada demonio tiene uno propio.

-- Ahh... ¿y no puedo llamar a un experto?

-- Eso sería lo mejor, porque si usted no es precavido, quizás Sebastian podría poseerlo.

-- ¿Por qué querrá poseerme?

-- Porque usted no quiso que esté con el otro mayordomo... Eso sería lo más lógico.

-- Es verdad.. además, quiero invocarlo ahora mismo. Tanaka, quiero que llames a un exorcista y que venga ahora mismo.

--Si señor. -dice el anciano dando una reverencia y retirándose de la sala.-

*Infierno*

Todos los demonios están juntos en una reunión, y hablan sobre los peligros que tienen ellos.

-- Y por eso, uno de los más peligrosos es que te llamen desde la tierra, o sea invocar. Por que si estás "preñado" es posible que el bebé muera. -dice uno de los sirvientes de Satán.- Y tienes más probabilidades de morir si tiran agua bendita al portal. Los más conveniente, especialmente tú, Hikari, -lo apunta- deberías estar aferrado a algo, para que no te invoquen. Porque si estás aferrado a algo, la invocación se cancela.

*Mansión Phantomhive*

Habían pasado treinta minutos, y el exorcista ya había llegado. Todos estaban reunidos en el living, en un circulo. Las luces estaban apagadas, y lo único que alumbraba a la sombría mansión, eran velas. El exorcista le ordenó a Ciel que dibuje el pentagrama invertido de Sebastian, para poder invocarlo. Luego, el exorcista habló en latín, mientras que en el dibujo empezaba a salir un tipo de humo negro.

-Infierno-

-- Oye, qué te pasa? -pregunta el demonio que estaba hablando hace unos minutos, apuntando a Sebastian.-

-- Estoy... mareado.. -dice afirmándose en la mesa.-

-- Sebastian ¿estás bien? -pregunta Claude, mientras lo sujeta de los hombros.-

Detrás de Sebastian se abre un tipo de portal. Claude lo mira de reojo e intenta aferrarse a Sebastian, para que este no se vaya. Pero fue en vano, ya que la fuerza del portal era mayor a la de cualquier demonio. Claude vió lentamente como su pareja era arrastrada hacia la muerte de su hijo.

-- ¡CLAUDE! -se escuchó un grito como si fuera lejano, mientras el portal se cerraba.-

-- ¿Por qué? ¿por qué? ¡¿Por qué?! -grita la araña, mientras se ponía en posición fetal en el piso. Todos los demonios lo miraban atentamente. Después apareció Satán, y luego habló.

-- Quiero que lo encierren. Va a enloquecer. -dice seriamente, mientras los demás demonios le hacian caso. Encerraron a Claude, mientras que Satán esperaba la llegada de Sebastian.

*Mansión Phantomhive*

Minutos después de que el exorcista diga palabras raras, un portal apareció. Después dentro de él se escuchó el grito de un hombre, mientras era llevado hacia la superficie. El demonio salió disparado del portal y se golpeó contra la muralla. Todos lo miraban atento.

-- Vaya Sebastian, no sabía que eras tan débil. -El demonio miró al chico con odio, y le tiró un puño, pero lamentablemente, no le llegó en la cara al chico, porque el exorcista había hecho un tipo de campo de fuerza alrededor de ellos.

-- ¿Por qué me llamaste? -dijo macabramente, mientras sus ojos se teñían de un color rojo carmesí.

-- Bueno, primero antes que todo, quería reprimirte por ser un demonio tan débil.

Sebastian cada vez se veía más enfurecido. Hasta se podría decir que estaba saliendo un aura color negro de su cuerpo.

-- Segundo, ahora mismo pareces un niño pequeño enojado porque le quitaron su juguete.

Todos los sirvientes miraban estupefactos a Ciel y a Sebastian, ya que sabían que esto no terminaría bien.

-- Señor, si yo fuera usted, no lo enfurecería tanto. Esta barrera que he hecho no es tan fuerte.

-- Es un demonio débil como había dicho, no podrá romperla.

-- Señor, cualquier demonio es débil contra el poder de Dios.

Ciel frunce el ceño al oír eso, y lleva de nuevo la mirada hacia Sebastian.

-- Supe que tienes un hijo ahora en tu vientre. ¿qué pasa si le disparo? -dijo con una sonrisa en los labios.-

-- No se atrevería.. -dijo ya enojado Sebastian.-

Ciel toma un arma, pero al ver a Sebastian, ve que el vientre del demonio sangra. Y al parecer, Sebastian no se había dado cuenta.

-- Estás sangrando. -dijo Ciel, apuntando el vientre de Sebastian. Este mira lentamente su vientre, y su mirada pasó del odio al miedo.

-- ¡AHHHH! ¡MALDITO MOCOSO DE MIERDA! -grita con todas sus fuerzas, mientras le da un puñetazo al campo de fuerza que logra romper la barrera. Luego toma a Ciel del cuello y lo lanza contra la pared.- ¡LO MATASTE HIJO DE PUTA! -El demonio no lo golpeó, solo se sentó lentamente en el suelo y desabrochó la camisa que tenía puesta, para poder dejar al descubierto su bien formado cuerpo, que ahora sangraba. Pudo ver como el alma de su pequeño hijo era extraída por un shinigami. Mientras veía eso, sus ojos se llenaban de lágrimas.

Ciel se levanta lentamente, mientras dice- Sebastian, es una.. orden-

-- ¿En serio? ¿Orden? -el demonio lo mira incrédulo mientras se empieza a reír a carcajadas. Luego toma aire y dice.- ¿me harías el pequeño favor de mirarte un poco al espejo? -diciendo eso, aparece un portal detrás de él. El demonio tenía una mirada sin vida, y luego era extraído por la fuerza de gravedad del portal. Inmediatamente el niño fue al espejo más cercano, y el sello en su ojo no estaba. El contrato se había desvanecido.

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;;-;; Yo no quería matarlo, lo juro ;_;

¿Cómo reaccionará Claude? ¿Tomará medidas? ¿y Sebastian? ¿Qué hará? ¿Matará a Ciel cuando tenga fuerzas?

Adios demonios ;;-;;



Amor Demoníaco (yaoi/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora