Before you go. |Pietro Maximoff/ Quicklisilver|

Prologo

Leigh's POV

-¿Ella estará bien?- escuche una voz con un grueso acento a mi costado, se escuchaba realmente abatido, como si estuviera cansado de realizar la misma pregunta.

-No lo sabemos- contestó una segunda voz, esta también era la de un hombro, pero sonaba como un americano cualquiera en la mitad de su vida.

Intente abrir los ojos en un intento fallido, todo mi cuerpo dolía, desde la punta de mis pies hasta mi lo mas alto de cabeza, como si todo toda la energía de mi cuerpo se estuviera alejando.

-¿Qué fue lo que exactamente hizo ella?- esta vez fue la voz una chica.

-No estoy seguro- suspiro la segunda voz-. Pero sabemos que salvó tu vida, Sonic...

"... salvo tu vida..."

La frase resonó en mi cabeza como un eco, mientras recuerdos borrosos me invadían.

Una semana atrás.

-No debería estar aquí...- mascullé entre dientes mientras caminaba entre los escombros de lo que hacía unos minutos era Sokovia. Cientos de drones atacaban la ciudad y asesinaban a quienes se interponían en su camino, pero aún así me encontraba en medio de todo el caos, intentando llegar a uno de los quinjet y no morir entre tanto-. Pero ya estas aquí- me reprimí a mi misma.

-¡Cuidado!- escuchaste un quejido y un borrón azul se cruzo frente a mi, segundo mas tardes un dron se desmorono a mi lado, para qué segundos más tarde un sujeto con una arco entre sus manos te ayudara a estabilizarte.

-¡Vamos!- él sujeto llevo el arco y lo dejo enganchado en su espalda y me arrastro hasta el ultimo quinjet.

Pasaron varios minutos hasta que volví a ver al hombre, pero esta vez no volvía solo, un chico de cabellos plateados estaba siendo dejado en el suelo del quinjet con múltiples heridas de balas en el pecho. Sentía como poco a poco la vida abandonaba el cuerpo del chico.

-Puedo ayudarlo...- murmura para mi misma, logrando captar la atención del sujeto con el arco.

Lleve con cuidado mis manos sobre el chico, cerré los ojos y enfoque mi mente. Segundos más tarde un aura dorada nos rodeaba; su corazón comenzó a latir nuevamente; las balas comenzaron a salir de su lugar en el pecho del muchacho, como si nunca hubieran estado ahí; el color volvió a su piel, al igual que aire a sus pulmones; y finalmente sus ojos se abrieron, una radiante azul se desprendían de ellos, podía sentir el dolor y el miedo que había en ellos.

-¿Pero que mierda fue eso?- intervino el hombre con el arco a mi lado.

Me senté en el suelo, sintiendo el dolor atravesar mi pecho y el aire abandonar mis pulmones, las pulsaciones de de mi corazón comenzaron a ser mas lentas y todo comenzaba a tornarse oscuro.

-Hey, ¿estas bien?- el chico de cabellos plateados sujeto mi rostro entre sus manos, pero ya era tarde, todo se había apagado.