Before you go. |Pietro Maximoff/ Quicklisilver|

3; Daño.

Leigh's POV

-Hey...- salude al entrar en la estación de Natasha, encontrándome con la pelirroja, Clint y el Capitán-. Wanda dijo que querían hablar conmigo.

Hoy se cumplía exactamente un mes desde que me habían recibido en la torre, un mes desde que había conocido a mi nueva familia y me sentía mejor que nunca.

Los tres asintieron-. Queremos entrenarte- hablo Natasha dando un paso al frente-. Estuvimos pensando que tus habilidades serían de gran ayuda en las batallas- explicó.

-No entiendo cómo podrían ser útiles, es más probable que termine siendo una carga que una ayuda...- me cruce de brazos.

-Sabemos que puedes controlar a las personas, meterse en sus mentes y guiarlas- dijo Clint-. Ese nos ayudaría mucho cuando se trata de objetivos más grandes.

-Olvidan que si estoy dentro de la mente de alguna persona, puedo salir aun mas dañada que ella-murmure desviando la mirada.

-Leigh...- hablo por primera vez el capitán-. Sabemos que tienes miedo, pero...-

-No- me adelante-. No saben lo que es sentir el dolor y sufrimiento de otra persona en tu piel, no saben como se siente el terror al saber que no podrán sobrevivir, como poco a poco la vida los abandona ...- mi voz se mantuvo en un hilo, conteniendo las lagrimas-. No puedo hacerlo- negué dispuesta a salir de la habitación-. Es demasiado para mi, no podría seguir escuchando sus voces en mi cabeza atormentándome.

Los tres me miraros abrumados, ellos no se lo esperaban, parecían apenados por haber echo la propuesta, pero no los culpaba ellos no sabían por las cosas que había pasado antes de estar aquí.

-Lo siento- me disculpe antes de dejar la habitación. Rápidamente comencé a caminar por el pasillo hasta el elevador, pero una mano sobre mi hombre me detuvo.

-No queríamos presionarte Leigh, pero de verdad podrías ser de mucha ayuda... Piénsalo, ¿si?- hablo Steve. Pero antes de que pudiera contestar, un sin fin de imágenes comenzaron a atravesar mi cabeza.

"-¿Como esta Pietro?- preguntó Clint entrando a la habitación. Parecía como si no hubiera dormido en días.

-No lo esta llevando bien...- contestó Tony cubriendo su rostro con ambas manos.

-Nadie lo esta haciendo- comentó Natasha mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Bruce.

-Si yo no...- masculló Steve con rencor hacia sí mismo-. Yo no debí...- apretó los puños y dejo caer la primera lagrima-. Debí estar aquí para ella.

-Todos debimos estar aquí para ella, pero no lo lograras- dijo Tony con ira atravesando sus venas-. ¡Ella estaba sola mientras ese bastardo consumía toda la energía de su alma! ¡Estaba sola mientras la vida se alejaba de ella! ¡La dejamos sola!- escupió al aire, esperando que de alguna manera el dolor secara."

Sacudí la cabeza y busque algo en donde afirmarme, estaba mareada, en cualquier momento mi cuerpo se derrumbaría.

-¿Leigh?- Steve parecía alarmado por mi estado, pero me sostuvo para que no cayera.

-Necesito ayuda...- susurre antes de desvanecerme en los brazos del rubio.

•••

-¿Princezna?- escucha la aterciopelada voz de Pietro en mi oído, la cálida piel de su mano acariciaba desde mi mejilla hasta mi clavícula, de ida y vuelta.

-Hola...- intente sonreír al ver sus electrizantes ojos azules-. Te ves cansado cariño- dije acariciando su mejillas, y el tomo mi mano para dejar un beso en ella.

-Llevas dos días sin despertar- susurro cerrando brevemente los ojos-. Creí que algo malo te había sucedido.

-Lamento haberte preocupado- dije y el beso mi frente.

-Lo bueno es que ya estas despierta princezna- sonrío, logrando que un escalofrío recorriera mi espina-. Casi haces que a Rogers le de algo- río ayudándome a levantarme de la cama con cuidado.

Reí junto a él, pero luego volvieron los recuerdos de las imágenes de ese día. Todo eso comenzaba a preocuparme, el dolor que cause en ellos, el sufrimiento en sus ojos, como si algo malo se aproximara.

-Esta bien- suspiro-, ¿Necesitas algo?

Mire mis pies avergonzada de lo que iba a pedirle-. Podrías ayudarme... Hum... Bueno a cambiarme ropa... Siento como si me hubiera arrollado una motocicleta- dije por lo bajo, evitando toparme con su mirada-. Pero esta bien si no quieres... Hum... No te sientas obligado a hacerlo...- me atropelle con mis propias palabras, jugando nerviosamente con mis dedos.

Pietro levanto mi mentí con sus dedos, obligándome a mirarlo- Me encantaría poder ayudar con eso- sonrío de lado. Asentí.

Desde que había llegado a la torre, Pietro se había encargado de hacerme sentir lo mas cómodamente posible, siempre que necesitara algo el lo hacía posible. Es solo un mes se había convertido en la personas mas cercana que había tenido, al igual que Wanda, pero ella llevaba su tiempo con Visión y no me salía bien ocupar de su tiempo. Así que me sentía más que bien con Pietro a mi lado todo el tiempo, la forma en que sus electrizantes ojos azules recorrían mi cuerpo, el calor de su piel sobre la mía, el encantadora forma en que su voz se desprendía de sus labios. Todo de él había llegado a encantarme.

-Bien, aquí vamos...- murmura mas para si mismo.

Con cuidado llevo sus manos al primer botón de mi camisa, para luego proceder a quitarlos uno por uno; luego, deslizó la fina tela por mis brazos hasta que estuvo fuera del alcance de mi piel y la dejo en una esquina de la cama; sus ojos recorrieron mi torso, deteniéndose en las marcas que se extendían en mi costado derecho, sobre las costillas.

-¿Que fue lo que...?- su voz salió en un hilo mientras sus dedos recorrían las cicatrices sobre mi piel-. ¿Quién se atrevió a dañarte princezna?