Remember ➳ H8shi

U N O

La segunda vez qué despierta, al igual que la primera está solo, la misma luz fluorescente viniendo de una lámpara justo enfrente de su cara está ahí, el agudo beep que perfora sus oídos suena con regularidad avisando que efectivamente sigue vivo, la única diferencia es qué se encuentra en una habitación distinta.

—Deberías seguir durmiendo...

A su derecha hay una enfermera —aunque no era la misma que lo había estado chequeando cuando se despertó horas antes— sentada tranquilamente en el sofá mientras jugueteaba con su celular. MingHao se pregunta qué hacia ella ahí, en lugar de no sé, salvar vidas.

—¿Qué hora es? —pregunta MingHao, guardándose su curiosidad sobre los deberes de la enfermera.

—Son casi las tres —responde ella sin levantar la mirada—. De la madrugada, así qué mejor vuelve a dormir.

—No eres quien para mandarme —MingHao alza el mentón altivo, y ella por primera vez lo mira a la cara con una expresión qué al chino le causa algo de miedo.

Tenía los ojos entrecerrados, luciendo bastante seria e intimidante. Su cabello está atado en un moño torcido, su piel es tostada, no posee las características asiáticas usuales, aunque quizás no era nada, él se supone es chino pero sus ojos no eran tan rasgados como se suponen deben de ser.

—Quedarse mirando a la gente así es de mala educación ¿Tengo algo en la cara?

—¿Eres extranjera? —pregunta él sin pensar, para luego enrojecer súbitamente —. Lo siento, eso no me incumbe.

—Oh vaya, eres demasiado adorable, podría comerte, aunque eso me haría una caníbal, y no quiero eso, pero sigues siendo adorable —divaga ella con un tono satírico en su voz—, y con respecto a tu pregunta, si, soy extranjera, como tú.

Esa enfermera es algo rara, algo muy rara, pero de cierta forma a MingHao le agrada, y eso qué sólo llevan cinco minutos hablando.

—Soy Xú MingHao —se presenta él.

—Soy la enfermera del turno 1205 — se presenta ella con una sonrisa.

—¿No me vas a decir tu nombre?

—No, es innecesario, de acuerdo a tu tablilla estás perfectamente, probablemente seas dado de alta en unas horas, no vale la pena saber el nombre de una enfermera a la qué probablemente no volverás a ver. — explica encogiéndose de hombros luego de hablar.

—Eres mala... —comenta él.

—Y tu un grosero, me has estado hablando informalmente todo este rato... Creí que aquí tomaban en cuenta la edad.

—Yo soy extranjero —se burló MingHao—. Eso de 1204 ¿qué significa?

—Desde la Medianoche hasta las cinco de la mañana... El turno de la noche siempre es mejor qué el del día.

—Además de mala, eres rara —confiesa el chino frunciendo el ceño.

—Tú frunces mucho el ceño para tener 18, deberías estar, no sé, ¿Fiesteando? no, eso no es una palabra, pero tú entiendes...

—Cumplí 19 el viernes, y el andar 'fiesteando' como tú le llamas, es lo que me mandó aquí.

—¿En serio? ¿Andabas manejando borracho o algo así? —pregunta ella, con la misma expresión que usaba su madre —y JeongHan Hyung— para regañarlo.

—No recuerdo mucho de esa noche, pero... Yo no iba manejando, creo que había alguien más conmigo.

La enfermera alzo una ceja, y luego rodó los ojos—. ¿Crees? Mhm... Vuelve a dormir, mi descanso terminó y me tengo que ir.