S I E T E

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  Se siente extraño, como si estuviese flotando entre las nubes pero al mismo tiempo como si cargase con algo muy pesado que lo hace permanecer con los pies en la tierra; era un sentimiento tan desconocido para él, como si su cerebro no pudiese decidir entre estar preocupado o aliviado. MingHao se queda congelado después de terminar la llamada, mirando a la nada mientras termina de procesar las palabras. Jun es el primero en llamar su atención con tono preocupado.

— ¿Ming? ¿Está todo bien? ¿Pasó algo?

MingHao no responde a primera instancia, todavía ensimismado en sus pensamientos. Jun sacude una mano frente a sus ojos y luego lo sacude por los hombros, llamando la atención de JeongHan y SeungKwan que lo miran con desazón.

Despertó... SoonYoung despertó —murmura sintiéndose acongojado.

Las palabras exactas de la madre del rubio habían sido que su hijo había despertado pero que no dejaban que persona alguna lo viera, que estaría en observación por 24 horas antes de recibir visitas y otras cosas más que él no pudo escuchar porque el estupor lo había invadido. Él intentó decir eso a sus amigos pero no pudo arreglárselas para pronunciar media palabra siquiera, lo único que pudo hacer fue inclinarse sobre los zapatos de Jun y vomitar.

La siguiente cosa que MingHao sabe es que está en su casa —recuerda vagamente cómo sus amigos lo llevaron ahí pues estaba aún demasiado ocupado con sus pensamientos— y que está intentado no ahogarse entre el mar de preocupaciones y preguntas que es su cerebro en ese momento. Justo el día en que no había podido ir a visitar al muchacho debido a sus ocupaciones estudiantiles, este despertaba; tampoco era como si pudiese reprochárselo pues no era algo que él pudiera controlar además no estaba seguro de cómo hubiese podido reaccionar. Jun le ha dicho que irá a por él a primera hora de la mañana del día siguiente para que sean los primeros —después de los padres y hermana de SoonYoung— en visitar al rubio y saber de su estado.

La cabeza de MingHao da vueltas y se siente tan abrumado; se pregunta si el rubio se acuerda de él y en caso de que sí, cómo sería su reacción al verlo. Aún entonces cuando ya han pasado casi cinco meses desde que el accidente ocurrió, MingHao todavía no recuerda mucho de esa noche, —sólo las peores cosas que intentan opacar lo único bonito; Él y el rubio cantando alegremente antes de ser golpeados a la inconsciencia—, pero teme que SoonYoung no sea o sea más de lo que él espera, que sus respuestas no sean lo que él busca y que el apego que ha desarrollado con el muchacho se vaya a la basura porque este no quiera verlo más.

Esa noche MingHao apenas y atrapa una hora de sueño antes de seguir dando vueltas en su cama hasta que Jun aparece a las siete de la mañana tocando su puerta.

Jun no lo dejó perder tiempo, simplemente lo sacó a fuerza de la cama y lo arrastró hasta el baño, JeongHan escogió su ropa y entre los dos lo animaron a parecer despierto. JeongHan le peinó su ahora oscuro cabello y cubrió sus ojeras como pudo, seguían ahí pero el violeta no resaltaba tanto como horas antes.

—Debes lucir bien —dice el pelinegro cuando MingHao pregunta el por qué de que lo hayan arreglado—. Si vas a ver a SoonYoung estando consciente, al menos uno de los dos debe lucir bien.

Después de llegar al hospital y mientras caminaban por los demasiado enfermizos y blancos pasillos, guiados por la misma enfermera que había hablado con MingHao meses atrás durante la madrugada, el chino sentía ganas de vomitar de nuevo. Jun al ver su rostro verde se había alejado considerablemente y JeongHan se mantenía palmeando su espalda suavemente y diciéndole que respirase. Fueron guiados hasta el área de hospitalización que MingHao ya se sabía de memoria y allí en el pasillo, sentados en las típicas sillas de plástico negras estaban el padre y la hermana menor de SoonYoung; ambos se levantaron apenas lo vieron aparecer por el pasillo y le sonrieron con lágrimas en los ojos.

Remember ➳ H8shiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora