Remember ➳ H8shi

Final

—No vamos a ver Harry Potter.

MingHao no creía que esos ojitos tan pequeños de SoonYoung pudiesen abrirse tanto, pero de hecho lo hacen. El pelinegro le mira con ojos grandes y la boca abierta, algo como ofensa destilando de su expresión. El chino se ríe y el mayor suaviza su expresión.

—¿Cómo puedes vivir así? ¡Harry Potter es lo mejor del mundo! —chilla el mayor sosteniendo el dvd de dicha película y luego pronuncia algo que suena como Mogul o Magle, MingHao no está seguro. 

—Simplemente no me gusta —admite el castaño encogiéndose de hombros. SoonYoung jadea con una mano en el pecho, llevando su drama al otro nivel—, nunca me ha llamado la atención ese tipo de ficción.

—¿Y cuál tipo de ficción te llama la atención?

—Súper héroes, veamos Iron Man ¿si?

SoonYoung frunce los labios y entrecierra los ojos debatiéndose entre las opciones, ellos ya han visto Iron Man dos veces esa semana pero tampoco puede resistirse a los ojos suplicantes de MingHao, con un suspiro exagerado devuelve el dvd de Harry Potter al estante y en su lugar saca el de Iron Man. MingHao aplaude desde su lugar en el sofa.

—Sólo porque me gusta Iron Man tanto como me gusta Harry Potter, pero después de esto veremos una película que yo elija.

El pelinegro pone el Cd dentro del reproductor y se apresura en poner pausa cuando este carga, le deja el remoto a MingHao diciendo que lo espere un momento antes de encaminarse a la habitación de su departamento.

—¿Qué haces? —grita el chino, girando su cabeza por encima de su hombro y mirando hacia el pasillo.

—Iré en un momento, espera —grita devuelta SoonYoung y MingHao resopla, acomodándose en el sofá para encarar el televisor y meterse un puñado de palomitas a la boca. 

SoonYoung no tarda en volver y echarse a su lado, sus hombros tocándose y la cabeza del mayor inclinada hasta tocar con la de MingHao. Tiene una caja envuelta en papel turquesa con un moño púrpura entre sus manos y juega con la cinta ansiosamente antes de extenderla a MingHao.

—¿Qué es esto?

—Eso mi querido MingHao, es un regalo —dice el pelinegro ganándose una mirada asesina y un golpe en el hombro.

—Idiota, me refiero a ¿Por qué me lo das?

EL otro se encoge de hombros—. Pensé que podría gustarte.

MingHao no pierde el tiempo para rasgar el horrible papel, quizás con más ánimo del que debería y así encontrarse con el regalo de SoonYoung. Una foto enmarcada.

—¿Te gusta?

—Me encanta.

  Ambos están retratados en la fotografía, con el paisaje de Seúl nocturno a sus espaldas. SoonYoung es quien sostiene la cámara con una sonrisa grande mientras él hace una señal de paz y sonríe de medio lado.  MingHao pasa sus dedos por el cristal, acariciando levemente sus rostros impresos y sonríe, SoonYoung copia su sonrisa y ambos se olvidan de que iban a ver una película en primer lugar.  

En el marco, está la primera foto que se tomaron después de que el mayor saliera del hospital; el primer recuerdo que hicieron juntos, MingHao una vez escuchó que los recuerdos son subjetivos y piensa que quien lo dijo tiene mucha razón.