Hey Eleanor -Elounor-

8.Reencuentro

Eleanor

Suspiré y me senté al lado de Annie, ya habían pasado unos cuantos días desde que hizo la pregunta. No toco el tema de nuevo ni yo tampoco, sé que está mal pero estoy más tranquila.

Egoísta?

Si, eso es lo que soy. Al no dejar que mi niña tenga un padre. Pero en realidad todo esto no es egoísmo de mi parte, es miedo, y uno muy grande. Perderla.

-Linda, te gusto el desayuno?-Pregunté al ver como terminaba de un bocado el resto de su tostada.-Veo que sí-Sonreí y le quite su delantal de minnie que usaba habitualmente para no mancharse.

-A donde iremos hoy mami?

-Bueno, iremos a hacer algunas compras al supermercado-Tome su mano y nos dirigí hacia el baño-Pero antes a cepillarnos los dientes.

Después de ayudarle, nos dirigimos a la sala donde le puse su abrigo y su gordito de lana, no quería otra gripe. Tome las llaves y nos dirigimos hacia la salida. La acomode en su asiento y emprendimos el camino hacia el supermercado.

-Bien, quieres ir en carrito o a pie?-pregunté mientras sacaba a Annie de su asiento.

-Carrito!-gritó emocionada.

-De acuerdo, solo si prometes que esta vez no te bajarás y saldrá corriendo

-De acuerdo-Dijo sonriendo.

Tome algunas cosas para la cena que tendríamos en estos días. Mi prima, Lourose por fin se iba a graduar de la escuela, iba a ser una pequeña cena en casa de mi madre y yo junto a mi madre nos ofrecimos a hacer la cena.

-Cariño, para el postre prefieres pastel o tarta de manzana?-Dije mirando a los estantes del supermercado.-Annie?-llame de nuevo al ver que no había respuesta.

Genial. Otra vez se había salido del carrito.

-Annie-Gruñí molesta, preocupada y alterada. Hoy era uno de esos días en los que el supermercado estaba a más no poder. Gente, niños y ancianos estaban por todas partes. Deje el carrito con todo a un lado del refrigerador de los lácteos para poder buscar a Annie mejor.

Recorrí primero el pasillo de los juguetes pero no había rastro de ella. Recorrí cada uno de los pasillos pero no había nada. Mi corazón se quería salir del pecho. Y si alguien se la robaba? Si alguien la tomaba y se la llevaba? Si alguien le daba un dulce para sobornarla? Mil teorías pasaban por mi cabeza y ninguna lograba tranquilizarme.

"Respira y cuenta hasta diez"

Una vez mi madre me había dicho. Pero ya iba en 1000 y no lograba nada.

Punto de información.

La idea se me cruzó por la cabeza. Podría llamarla por ahí o pedir que requisaran a cualquiera que saliera con un niño. Me dirigía al punto de información pasando justo al frente de la sección deportiva. De repente una pequeña cabeza con cabellera castaña se asoma debajo de un montón de sudaderas colgadas. Di un respiro que me devolvió la alma al cuerpo.

iba a avanzar por el largo pasillo para tomar a Annie que aún jugaba dentro de toda la ropa colgada, pero de repente dos hombres salieron de repente. Pero uno de esos dos hombres no era cualquiera. Era Louis Tomlinson.

Mi pies retrocedieron más rápido que nunca quedando oculta detrás de un maniquí. Me quede ahí por unos cuantos segundos, rogando que él haya tomado otro camino y que Annie siguiera ahí jugando.

Salí, rogándole a Dios que él haya tomado un camino distinto.

Pero justo cuando voltee para ir por Annie, un cuerpo masculino con una pequeña junto a su pecho se me atravesó casi estrellándome.

-Extraviaste a tu niña?-Preguntó con su voz un cuan más gruesa que hace 5 años.