Cybernetic Cupid© (BORRADOR)

Capítulo Veinte

Los mensajes de texto servían para desinhibirte. Bajaban tus defensas, quitaban la máscara de indiferencia de tu rostro y añadían valor a tu ser cobarde y temeroso.

Al menos eso me pasaba a mí.

Sentía que si Jayden me preguntaba algo, cualquier cosa sobre el motivo de porque era como era, se lo diría. Lo haría porque no tendría miedo de su reacción o la forma en que sus ojos azules me mirarían cuando revelara mi secreto. Probablemente pensaría que era una razón estúpida por la que me había aislado del mundo y probablemente me lo diría, porque era Jayden y él era directo, pero no por eso quería verlo mientras me decía lo tonta que era.

Por otro lado también estaba RockyRoad1 con quien había seguido manteniendo el contacto. Hablar con él era como respirar aire fresco después de estar encerrada en una habitación sin ventanas y con olor a moho y cosas viejas. Él me hacía sentir menos como yo y más como una chica libre. Alguien más curiosa. Más atrevida.

Yo: ¿Cómo están las cosas con tu papá?

Envié el mensaje incluso antes de considerarlo. Realmente estaba curiosa al respecto.

Él, al igual que las otras veces que había preguntado, no respondió durante un largo rato y cuando lo hizo, cambio de tema como si no fuera la gran cosa. En ocasiones así me preguntaba si todo estaría bien. Si su papá finalmente había aceptado que tener dos hijas era una bendición después de haber perdido una. Pero había una pequeña espina dentro de mí que me hacía dudar, que me hacía pensar que eso no había pasado en lo absoluto o de lo contrario él me lo habría dicho.

Jayden: ¿Ya le dijiste a tu mamá que iremos al hospital cuando regrese?

Yo: Aún no.

Jayden: ¿Por qué? Pensé que le dirías para que no siguiera molesta.

Yo: No quiero que siga molesta, pero... es complicado.

Jayden: Está bien si no quieres hablar de eso.

Yo: Siempre le he contado todo a Cass y a mamá. Nunca me he guardado nada para mí y esta vez quiero hacerlo. Ir a visitar a papá... es grande. Tengo algunos años de no ir y quiero que el momento sea solo para mí.

No sabía de donde había salido eso y una parte de mi quería retirar esas palabras tan mal que sentí mis ojos picando con lágrimas de vergüenza. ¿Ves? A esto me refería con que sería capaz de contarle lo que fuera a Jayden. Él solo tenía que preguntar. O no hacerlo para el caso.

Jayden: ¿Estás bien conmigo yendo?

Yo: ¿Puedo ser honesta?

Jayden: Siempre. Me gustaría que me dijeras las cosas como son, porque yo siempre haré lo mismo.

Yo: No sé cómo sentirme contigo viniendo. No sé cómo sentirme con respecto a ti, punto.

Jayden: ¿Te gusto?

Si. Crudamente honesto y directo. Sentí mis mejillas calentándose y eso que no lo tenía enfrente para ver la sonrisa burlona en su rostro, ni su mirada intensamente azul.

Yo: No me desagradas del todo.

Jayden: Te gusto. Tú también a mí.

Oh mi Dios.

¿De verdad me acababa de escribir eso? ¿A mí?

Jayden: Aunque probablemente no querías escuchar eso. No me importa, decirte las cosas que no quieres escuchar es mi trabajo.