Un Día Más... O Eso Pense

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Me despierto agitada por una pesadilla, es entonces cuando siento los brazos de Peeta abrazandome por la cintura.

-¿Pesadillas? - me pregunta con tono somnoliento.

-Si- respondo.

-¿Quieres hablar de ello?

-No, estoy bien, vamos a dormir, los niños despertarán pronto.

-Esta bien, descansa.

*****
Vuelvo a despertar cuando siento los rayos de sol entrando por la ventana, me giro para quedar cara a cara con Peeta y cuando lo hago me quedo mirándolo y pensando por todo lo que tuvimos que pasar para lograr estar juntos, es entonces que me doy cuenta de que, de alguna forma, todo valió la pena para poder estar aquí ahora, vivir en un país libre en donde las personas y mis hijos pueden ser libres y felices, sin tener miedo a la muerte, los juegos o a morir de hambre.

-Buenos días, preciosa- me sobresalto al escuchar la voz de Peeta, estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando despertó.

-Buenos días a ti también - me acerco para darle un beso.

-¿En que pensabas? - me pregunta.

-En mi nueva vida- le respondo con una sonrisa.

-Y... ¿Te gusta tu nueva vida?

-Me encantan-le respondo y le doy otro beso.

De repente escuchamos unas pisadas que provienen del pasillo, para luego después de unos segundos, aparezcan Willow y Rye por la puerta para luego lanzarse a nuestra cama gritando.

-¡Buenos días! - gritan los dos juntos mientras Rye salta sobre Peeta y Willow sobre mi.

-¡Buenos días! - les dijimos Peeta y yo al mismo tiempo mientras les dábamos un sonoro beso en la mejilla a cada uno.

-¿Desayunamos? - pregunta Peeta mientras se levanta a hacer el desayuno, ya que a mi se me quema hasta el agua.

-Si- respondemos todos juntos a lo que Peeta ríe.

-Yo te ayudo papá - le dice Rye. Y ambos salen a la cocina.

-Hoy es domingo...¿Sabes lo que significa? - le preguntó a Willow.

-Día de cacería- dice emocionada.

-Exacto, vamos abajo a desayunar.

Como todos los domingos, pasamos las mañanas juntos ya que Peeta no trabaja en la panadería. Luego de desayunar los niños suben a vestirse mientras Peeta y yo limpiamos lo que ensuciamos, cuando bajan se van a jugar al jardín mientras nosotros nos vestimos, cuando terminamos bajamos y nos ponemos a jugar con nuestros hijos hasta que se hace la hora de almorzar. Nos sentamos todos en la mesa y comenzamos con nuestra típica platica.

-¿Que tienen pensado hacer hoy? - nos pregunta Peeta a todos.

-Mamá y yo iremos a cazar como todos los domingos - responde Willow contenta.

-Pues papá y yo nos quedaremos aquí horneando, como todos los domingos - responde Rye.

Es nuestra rutina de los domingos, pasamos la mañana y el almuerzo juntos mientras platicamos lo que haremos en el día. Luego nos sentamos en la sala y conversamos sobre cosas triviales o jugamos un juego en familia antes de que cada uno retome su rutina.

Cuando acabamos de almorzar nos sentamos todos juntos en la sala a conversar sobre como les va en la escuela, hasta que Rye dice algo que realmente llama mi atención.

-El viernes cundo estábamos en la clase de historia la maestra nos contó algo horrible.

-¿Que les contó? - pregunte yo temerosa, ya que sabía la respuesta.

Un Día En Mi Nueva Vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora