Capítulo 2

1.5K 117 48
                                    

A la mañana siguiente, Makoto ya a las 8:00 se encontraba en pie arreglando el bolso el cual llevaría al lago.

"Es el día" se decía para sí mismo, estaba bastante nervioso porque volvería a ver a Haru, Nagisa, Rei y Rin. Y con este último no sabía que hacer. Preguntas como "¿Como reaccionará?" o "¿Se acordará de mí vergonzosa confesión de hace ya un año?" sonaban en su cabeza.

Al término de arreglar su mochila bajo las escaleras hacia la planta baja con todo lo que llevaría.

—¡Mamá ya me voy! —exclamó en el recibidor de la sala al ver a su madre en la cocina

—¡No, espera! —gritó suavemente la mujer corriendo hacia su hijo con una bolsa llena de sándwiches; al entregarla añadió—:Para que desayunen.

—Gracias má, adiós —dijo cojiendo la bolsa y despidiéndose de ella con un beso en la mejilla, a lo que ella añadió un "adiós" de vuelta.

Tomó su mochila que hace unos instantes estaba en el suelo, junto con un pequeño bolso que lo equipaba con algunas ropas y la bolsa que le tendió su madre.

Ya con todo listo tomo su celular y abrió la aplicación del GPS, ya que no recordaba muy bien donde quedaba aquel lago.

Al llegar notó que no había nadie, se preguntó si había llegado temprano y estaba en lo correcto, ya que habían acordado alrededor de las 9:00 de la mañana y eran las 8:45

Sin más que hacer dejó lo que traía en el césped y se sentó aún lado mientras abría en su celular un juego con niveles casi imposibles de pasar, el típico juego de rabia.

Tras unos minutos de intentos fallidos de juego se oyeron suaves pisadas, pisadas que pertenecían a una persona que destacaba por su cabellera rojiza y dentadura afilada.

—Makoto —dijo Rin con voz suave, al ver que el chico pelicastaño no notó que el estaba allí.

Al escuchar esa voz, Makoto se quedó perplejo. Volteó para comprobar sus sospechas de el dueño de esa voz, y está vez no se equivocó.

—¿Rin?,—dijo anonadado mientras se ponía en pie—. Hola.

—¡Makoto! —gritó mientras se abalanzaba al cuello de éste, que por cierto correspondió el abrazo con una sonrisa boba en el rostro—.¿Como has estado, amigo?

Eso, aunque el sabía que no pasaría nada, le dolió. No quería que lo llamase "amigo". Pero como debía disimular sólo atinó a decir:

—Bien Rin, gracias. Y, ¿como ha sido tu año?

En ese momento ambos se hallaban sentados conversando acerca de cómo la habían pasado y todo ese rollo, esperando a los demás chicos.

Ya más tarde, se sumaron tres personas; las cuales eran Haru, Nagisa y Rei.

—¡Mako-chan! ¡Rin-chan! —como era de esperarse el chico rubio de ojos rosáceos corrió hacia ellos abrazándolos a ambos por el cuello.

—¡Rin-senpai! ¡Makoto-senpai! —se apresuró en decir el chico de lentes, luego de que Nagisa dejará de colgarse del cuello del pelirrojo y del pelicastaño verdoso.

—Hola chicos —dijeron al unísono la orca y el tiburón.

Sin pensarlo dos veces Makoto corrió donde su mejor amigo que no había visto en todo el año, sin contar las vídeo llamadas.

—¡Haruuuu! —gritó exaltado mientras corría para luego abrazarlo —. ¿Como has estado?, ¿todo bien?, te he extrañado.

—Estoy bien Makoto, tranquilo —dijo el chico caballa con su típica expresión neutral correspondiendo el abrazo de su mejor amigo.

Luego de repartir abrazos y momentos por su reencuentro, el chico de dientes afilados preguntó porqué tardaron, a lo que el pequeño rubio contestó:

—Fuimos por Haru-chan pero se había quedado dormido en la bañera,—sonrió— y luego cocinó caballa.

Comieron, hablaron, riéron y jugaron hasta que atardeció y decidieron armar las tiendas en donde dormirían. Como sólo habían dos, Nagisa propuso hacer papeles y escribir sus nombres en ellos para saber quién dormiría con quién.

El resultado de eso fue que en la primera tienda estarían Nagisa, Rei y Makoto; y en la segunda Rin y Haru.

Estaba anocheciendo y se encontraban cansados, así que terminaron de ordenar y luego se fueron a la tienda a la que se le fue destinada.

Ya era más de media noche, por lo que calculó Makoto, el cual se le hacía imposible la posibilidad de dormir por el simple hecho de que Nagisa no se quedaba quieto ni por un segundo. Por otro lado, Rei se encontraba dormido apaciblemente, al parecer que Nagisa se moviera como loco no le afectaba en su sueño en lo más mínimo. Makoto pensaba que eran tal para cual esos dos

—¡Pss, Makoto! —un susurro lo sacó de sus locos pensamientos.

—¿Ah, Haru? ¿que haces a...—no alcanzó a completar la oración ya que se le fué interrumpido por su mejor amigo.

—¡Shh! No hables y cambiemos de tienda.

—¿Eh? ¿Porque?

—No preguntes, solo levántate y cambiemos.

No dijo nada más y obedeció.

Ya Makoto fuera de la tienda, vió como Haru se metía en la que él estaba, pero antes dijo:

—Ahora has lo tuyo, suerte.

—¿Eh? ¿Pero que...?— no terminó de hablar ya que Haru cerró la tienda sin escucharle.

De la nada corrió una suave brisa helada, pero lo suficiente para hacer que el chico de ojos esmeralda sintiera frío. Sin más entró a la tienda donde antes estaba su mejor amigo.

Con cuidado tratando de no despertar al chico que aún estaba allí, nervioso, cerró la tienda y trató de acomodarse, pero en un intento de arroparse se escuchó un quejido.

—¿Makoto?

—¡Ah! Lo siento Rin, no quería despertarte.

—No te preocupes, no estaba dormido —hizo una pequeña pausa—. Agg...me aburro, ¿te parece si hacemos algo?

—¿Algo? ¿Como que?

El silencio reinó durante unos pocos segundos.

—¿Que tal si jugamos a las preguntas y respuestas?—preguntó el pelirrojo con una sonrisa pícara.

—Está bien —dijo un poco dudoso.

××××××××××××××××××××××
Hola!

Bueno, hasta aquí el capitulo de hoy

Disculpen si hay faltas ortográficas y gracias por leer, nos leemos luego

Adios!

Te Amo [MakoRin] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora