Capítulo 3. 1/3 Promesas no cumplidas.

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Martes 3 de Diciembre.

Querido diario, el plan, el plan no es como yo espera pues... no sé cómo describir lo que pasó, supongo que empezare desde el principio.

Justo cuando amaneció, todos estábamos completamente listos, teníamos las mochilas y las armas que nos quedaban junto con los víveres.

Bajamos del techo de un salto y allí fue cuando todo salió mal. Deborah una de las señoras casadas al saltar de la azotea se rompió el pie, lo malo no fue que se lo haya roto si no que la maldita empezó a gritar y los zombies se dieron cuenta de nuestra presencia en el suelo, ellos se acercaban cada vez más y tuvimos que tomar la decisión de dejar a Deborah morir. Por supuesto su esposo se quedó con ella para defenderla, en ese momento es cuando se acaban de descontar dos de nuestro grupo, tuvimos que correr más a prisa y quemamos el pasto de nuestro paso, por el olor a quemado los zombies nos dejaron de perseguir y se fueron por la señora Deborah y su esposo, escuchamos los gritos y seguimos corriendo.

Cuando estábamos a punto de salir de la calles los canisplasmidus nos encontraron y interceptaron, no nos atacaban pero sí nos gruñían, por suerte estábamos a salvo porque estábamos en una parte de la calle donde alumbraba el sol, pero siempre cuando estás seguro de que todo va a salir bien, siempre hay algo que lo debe de arruinar todo.

Una nube, una maldita nube paso sobre nuestras cabezas y tapó el rayo de luz que nos alumbraba, los canisplasmidus se abalanzaron sobre nosotros, estaban a punto de matarnos y yo... yo. Querido diario creo que soy una mala persona. Yo... yo lance a uno de los bebés lejos de nosotros y los canisplasmidus fueron a comerse al bebé en lugar de a nosotros.

Sus padres me tiraron al suelo y fueron corriendo y fueron a tratar de salvar a su bebé, allí es cuando descontamos a tres de nuestro grupo. Seguimos corriendo, logramos salir de la calle y ahora caminamos por la carretera, no sé hacia dónde vamos, sólo sé que queremos seguir vivos y por eso seguimos caminando por esta carretera abandonada, la noche empieza a llegar y me es difícil de escribir mientras camino , querido diario escribiré mañana.

Miércoles 4 de Diciembre.

Querido diario, seguimos caminando por esta carretera que parece no tener fin, la señora Sofía nos cuenta cosas de cuando ella y el señor Miguel aún tenían una vida normal. Nos dice que les gustaba ir de paseo al parque y ver a las ardillas comer, dice que juntos hacían casas para las aves, dice tantas estupideces. Cosas que no importan, hablando del pasado en vez de preocuparse por el futuro, me dan ganas de matarla, bueno creo que estoy de mal humor porque tengo mucha hambre y no he dormido, ayer ninguno de nosotros durmió, sólo caminamos por la carretera, vimos el anochecer y ahora vemos el amanecer, creo que ya es hora de que nos tomemos un respiro. Espera, delante de nosotros hay muchos autos, todos están abandonados, me pregunto que estarán haciendo en plena carretera, es como si vieras el tráfico en una foto, pues los autos no se mueven. Todos tienen las puertas abiertas. Los revisaremos a ver si hay comida, además nos tomaremos un respiro aquí, nos sentaremos en los asientos de los autos para descansar un poco.

Miércoles 4 de Diciembre 5:30 pm.

Querido diario, encontramos mucha comida y ya estamos más tranquilos, me he subido a un tráiler y he visto a lo lejos una de las ciudades bombardeadas, pienso que deberíamos ir allá puesto que es obvio que allá hay comida y refugio. Todos me dicen que es una estúpida idea incluyendo mis padres, tienen miedo de que haya zombies allá pero pienso que los zombies de la otra ciudad abandonada se mudaron a nuestra calle es obvio que los de esta ciudad se debieron de haber ido a otro lado,

Encontré una pistola y me la he guardado, no quiero que nadie se entere que la he encontrado, así que lo mantendré en secreto, me siento más seguro con esa pistola en mi bolsillo y no quiero que nadie me la quité.

Miércoles 4 de Diciembre 1:45 am.

Querido diario, todos están dormidos, todos están tan exhaustos que no escuchan mis pasos mientras camino para verlos a todos, estoy feliz, puedo hacer lo que quiera ahora, estoy mirando a Sofía, ella duerme con una cara de preocupación y dice en voz baja que extraña mucho al señor Miguel, ella duerme en posición fetal en el asiento trasero de un auto.

Ahora miro a mis padres, ellos están muy exhaustos, tanto así que están durmiendo en una posición muy extraña uno muy lejos del otro, ambos roncan y balbucean, me dan mucha risa.

Me detengo a mirar a la señora Rebeca, la cual duerme aferrada a su bebé con una gran cara de tristeza, ella se aferra tanto a su bebé, como si no quisiera que yo o alguien más se le acercara.

Volteo atrás y observo a Rodrigo, él es un hombre soltero y duerme pegado a la ventana de un auto, está babeando mientras duerme, que asqueroso.

Estoy en frente de Zaira, es una chica muy linda hasta en la forma en la que duerme, ella me hace sentir enamorado, no te voy a mentir, la estoy tocando mientras duerme, quizás mañana muera así que esta es mi única oportunidad de tocarla por completo, parece no notar que la estoy tocando y tal vez está demasiado cansada. Aún no tengo sueño así que caminare un poco a ver que encuentro.

Estoy caminando y no dejó de ver autos, uno de ellos tiene sus luces encendidas, miró en su interior y no puedo creer lo que veo... este auto está lleno de frituras, creo que es mi día de suerte, me las comeré y guardare un poco para después, no le pienso dar a nadie de este botín, me encantan los dulces y saben mucho mejor cuando son sólo tuyos.





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