Capitulo V

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Rosalya no tardó nada en llegar a mi casa. Tocó timbre y la invité a pasar.
-¡Qué hermosa es tu casa! -exclamó -Seguro que Alexy te ha ayudado a decorarla -agregó -Por cierto ¿De dónde lo conoces? Nunca te he visto en el instituto.
-Es mi vecino, lo conozco desde que éramos niños. No voy a ningún instituto, tomo clases privadas desde mi casa -le respondí a sus interrogantes.
-¡Ah, ya veo! Bueno, comencemos con las clases -sentenció con una amplia sonrisa.
-Estos son los zapatos que usaré mañana en la fiesta -los agarré del sillón donde yacían y los coloqué frente a sus ojos.
-¡Qué bellos! -expresó mientras sacaba un par de zapatos de su bolso -Yo he traído los míos para enseñarte -explicó mientras se quitaba sus tenis y se colocaba los tacones.
Una vez que terminó, comenzó a caminar por toda la casa con una extrema confianza; parecía como si no tuviese nada puesto en sus pies. Repentinamente me miró confundida.
-¿Qué esperas? Ponte tus zapatos y ven.
Me coloqué mis tacones e intenté caminar hacia donde ella estaba, sin embargo casi me caigo y tuve que sostenerme del sofá para no terminar en el piso. Rosalya me miró y se echó a reír a carcajadas.
-Veo que estás cruda -se burló -Pero eso no importa Day, antes de que termine el día yo te habré enseñado y estarás caminando como yo -intentó darme ánimos -Para poder caminar con tacos altos debes tener en cuenta algunas cosas: Tienes que dar pasos pequeños, imagina que vas caminando sobre una línea invisible, practica el equilibrio quedándote quieta con tus tacones y por último tienes que tener mucha confianza en ti misma -mentalmente comencé a recordar todos los consejos que me había dado.
Comenzamos a practicar y tardé -prácticamente- todo el día para poder caminar como era debido. Al finalizar la tarde, ya podía caminar correctamente con mis zapatos sin tropezar o parecer un bicho raro. No lo hacía tan bien como Rosa, pero me consoló diciendo que con la práctica lo lograría.
Pasaron unos cuantos minutos y mi Nana entró en la habitación para decirnos que la merienda ya estaba servida. Nos dirigimos hacia el comedor y nos sentamos para disfrutar de la comida.
-¿A qué fiesta irás mañana, Day?
-Iré a la fiesta de beneficencia que hará un instituto
-Bueno, por lo visto nos volveremos a ver mañana. Mi instituto es el que organizó el evento -respondió con sorpresa. Repentinamente, miró el reloj que había sobre la pared de lugar y se levantó -rápidamente- de su asiento -Day, debo irme. Con mis compañeros habíamos quedado para ir a ayudar a organizar lo que faltaba y tenía que haber llegado hace una hora -se explicó -Fue muy divertido pasar el día contigo. Adiós -sin más, salió corriendo.
No me había dado tiempo de despedirme, ni de ofrecerle mi ayuda ni darle las gracias por ayudarme.
Busqué a mi Nana y al encontrarla le avisé que no cenaría en casa ya que iría a visitar a Alexy. Salí de mi casa, con los tacones puestos, y crucé hacía la casa de mi vecino. Al tocar la puerta, Armin fue el que salió a mi encuentro.
-¿Qué ocurre Day? ¿Qué haces aquí a estas horas?
-He venido a ver a tu hermano.
Él abrió la puerta y me invitó a pasar.
-Búscalo, yo no puedo ya que estoy en una parte del juego que es muy importante y no puedo distraerme con bobadas -cerró la puerta y se retiró hacia algún lugar de la casa.
-¡Alexy! ¡Alexy! -comencé a gritar y pude ver como él salía de la cocina.
-Veo que has podido aprender, me alegro tanto -me miró sorprendido.
-Aprendí gracias a Rosalya -le comenté -¿Sabes? Ella antes de irse me dijo que ustedes estudian con ella -el asintió con la cabeza -¿Por qué no me has dicho que tu instituto fue el que organizó la fiesta de navidad?
-No pensé que fuera importante -sonrió.
-También me dijo que hoy tenían una reunión para organizar lo que falta para mañana.
-Sí, pero como he estado enfermo mi mamá no me ha dejado ir. Armin se compadeció tanto que quiso cuidarme -comenzó a reír a carcajadas -Aunque siendo honesto, no sé por dónde andará. Él mañana ayudará con los regalos y actividades de la fiesta.
-¿Qué actividades harán? -pregunté curiosa.
-No puedo decírtelas, es una sorpresa -pese a su respuesta comencé a rogarle como nunca lo había hecho y al final se dispuso a hablar -Te diré solo una -me miró con seriedad -Elegiremos al rey y la reina del baile, sean o no del instituto así que tienes oportunidad de ganar -sonrió.
Después de un rato hablando sobre temas sin importancia, me invitó a cenar y acepté encantada. Una vez que terminamos me acompañó a mi casa y cuando nos encontrábamos en la puerta se frenó bruscamente.
-¿Quieres que mañana vayamos juntos a la fiesta?
-Claro, pero... ¿no tienes que estar más temprano que los demás?
-Sí, pero haré lo más rápido posible para poder venir a mi casa a alistarme y pasarte a buscar para que no vayas sola -argumentó -Day, toma -me extendió una fotografía.
-¿Qué es esto? -pregunté confundida.
-Es el peinado que busqué para que te hagas.
Me dio un beso en la mejilla, me dedicó una sonrisa y cruzó hacia su hogar. Entré en mi casa, saludé a mi Nana y subí a mi habitación para acostarme a dormir. "Mañana será un día largo, así que debo descansar" pensé y caí en un profundo sueño.
Al día siguiente, me desperté y aún en pijama tendí mi cama. Ansiosa, coloqué la ropa nueva sobre el edredón y bajé a desayunar. Al entrar al comedor, me encontré con mi Nana que estaba sirviendo la comida.
-¿Podrías ayudarme con mi peinado? -indagué -No puedo hacerlo sola y no me apetece ir a la peluquería.
-Claro que te ayudaré -colocó una amable sonrisa en su semblante -Ahora desayuna -obedecí sin chistar.
Cuando terminé mi desayuno, subí -nuevamente- a mi habitación y vi que mi teléfono estaba haciendo luces. Lo revisé y pude ver que se trataba de un mensaje de Alexy: <<Hola Day, buenos días ¿Cómo estás? Estoy yendo a organizar lo que falta para la fiesta, pasaré por ti a eso de la siete ¿te parece? ¡Arréglate bien!>>.
Comencé a reír al leer sus últimas palabras, él sabe que a mí no me gustaba hacer ese tipo de cosas; esta vez sería diferente, quería parecer una princesa y, tal vez, ganar un premio en la fiesta.
Vi la hora y caí en la cuenta de que ya era las diez de la mañana. "Qué rápido se me pasó la hora, menos mal que no tengo que hacer nada más" pensé y repentinamente recordé que no le había comprado un regalo a mi Nana. Me vestí con lo primero que encontré en mi armario y salí corriendo hacia el salón.
-¡Nana! ¡Voy al centro, ya regreso!
Grité y me fui -con rapidez- en busca del obsequio. Sabía que regalarle así que no me demoraría mucho en ello. El día que fuimos a comprar las cosas de navidad ella se había quedado mirando un bonito lapicero. Fui directamente a la tienda y lo compré, como así también una agenda y unos zapatos que me gustaron. Una vez que tenía todo, regresé a mi casa, envolví los regalos y los puse en mi habitación.
Me asuste al oír que el reloj de la sala empezaba a sonar, así que agarre mi teléfono y observé la hora. "Por Dios, ya son las dos de la tarde" me inquieté aún más ya que no me quedaba mucho tiempo para arreglarme.
Fui a darme una ducha y al terminar me coloqué una bata de baño.
-¿Nana puedes venir a peinarme? -ella inmediatamente entró en mi habitación.
-¿Y ese regalo? -preguntó.
-Es otro regalo para la fiesta -mentí y ella me regaló una hermosa sonrisa.
-Ven, siéntate y quédate quiera para que pueda peinarte.
Ella comenzó a trabajar sobre mi cabello, siguiendo la foto que Alexy me había dado, y en unos cuantos minutos ya había terminado. Me miré al espejo y pensé: "¿Esa soy yo? He quedado hermosa". Le agradecí a mi Nana, ella se fue y terminé de alistarme. Me eché perfume, lo último que me quedaba por hacer, y observé el reloj: las siete menos cuarto.
En ese momento recibí un mensaje de Alexy: <<Day ya estoy en mi casa. En unos minutos paso por ti ¿Ya estás lista? Espero que sí, nos vemos en un momento". Bajé a mi sala -para esperar a mi vecino- y mi Nana me miró boquiabierta.
-¡Mi niña! Estás preciosa. Serás la más linda de toda la fiesta -sonrió -Solo llevas tres regalos, te está faltando uno -lo había olvidado -Dime dónde lo dejaste y te lo traigo para que te lo lleves -ofreció con amabilidad.
-¡Ya vengo, espérame un minuto! -fui a mi habitación en busca del regalo para ella -No es para llevarlo a la fiesta, es para ti. Como no puedo dártelo a las doce te lo doy ahora, espero que te guste.
Mi nana lo abrió, me dio las gracias y dijo que era perfecto. Luego de ello, tocaron la puerta y al abrirla me encontré con Alexy.
-Estás preciosa, seguro ganas el premio de la reina del baile. Vámonos que se nos hace tarde.
-Espera que busco los regalos.
-Trae una chaqueta que está haciendo frío.
Luego de unos minutos, salí con la chaqueta puesta y los regalos. Me despedí de mi Nana y nos fuimos.
-Démonos prisa, no queremos llegar cuando todo se acabe -sostuvo mientras agarraba las bolsas para ayudarme.
Le di las gracias y nos apresuramos para llegar rápido a la fiesta.


[Lysandro] Mi vida cambio al conocerlo (CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora