Spoiléame.

Décima novena nota.

Maldita Gwendolyn:

Te vi hoy llegando a la escuela. En tus manos, como siempre, sostenías un libro. Supe que algo andaba mal en cuanto vi que no lo estabas leyendo como siempre haces antes de entrar a clase. Entonces, comprendí por qué no lo hacías..

 A tu lado había un chico, tu mano derecha estaba entrelazada con la de él mientras que con la izquierda sostenías un libro.  

 Él te hablaba y tú sonreías escuchando sus palabras, la campana sonó y lo despediste con un beso en los labios.

 Y en ese preciso momento, mi mundo comenzó a desmoronarse.

  Todas mis esperanzas y mis sueños de un futuro feliz contigo desaparecieron.

    Mi sonrisa también.

Yo siempre fui de esas personas que aman con todo su corazón aunque duela, que dan todo por esa persona especial sin recibir nada a cambio.

 Siempre había creído que mi corazón era de cristal, pero me equivoqué. Mi corazón es una piedra preciosa que tú rompiste en mil pedazos.

  Felicidades, Gwendolyn, acabas de romperme.

Te sigue amando aunque duela, un destrozado y roto D.