Capítulo especial.
Derek.
A pesar de que ella ya me ha reemplazado, no puedo evitar dejar de enviarle notas. Hacerlo se ha convertido en una de mis costumbres, pero ella las ignora todo el tiempo por estar con él.
Y no puedo evitar no ponerme celoso cuando los veo juntos.
No solo me rompe el corazón que se haya olvidado de mi existencia, también odio que esté con el idiota de Evan pero él la hace feliz y si ese maldito la hace feliz, entonces yo soy feliz.
¿¡A quién carajos trato de engañar!? ¡Claro que no estoy feliz, me destruye que no esté conmigo!
Ya que ni los libros ni la música son capaces de hacerme olvidarte, sino que constantemente me recuerdan a ella y me dan esperanza de que algún día tendremos una historia como la de Gwendolyn y Gideon, decido que dar una caminata por el parque me ayudará a relajarme y a olvidar mis penas.
Así que salgo de mi casa no sin antes haber guardado el celular en el bolsillo de mi pantalón y camino hacia el parque. Me acerco al gran árbol en donde mi lectora favorita suele sentarse a leer todos los días pero deseo no haberlo hecho, pues allí esta Gwendolyn con Evan.
Ella sonríe mientras sus manos están entrelazadas, se ven malditamente enamorados y eso me duele.
—¡Estoy tan emocionado! ¡Mañana es nuestro primer mesversario!—Dijo Evan y gruñí.
Desde hace un maldito mes que ella ignoraba todas las notas que le mandaba.
—¡Yo también estoy emocionada por eso! ¡Además de que mañana llega a la librería Scarlet, el segundo libro de Crónicas Lunares! ¡Ya tengo el primero, y me falta el segundo! Sería un perfecto regalo de mesversario eh, además de que yo tengo el tuyo.—mi princesa le sonrió, sabía lo que estaba haciendo: estaba dándole indirectas a ese inútil para que se lo comprara.
Claro que un lector como yo hubiera captado el mensaje, pero al parecer el muy muggle no lo hizo, porque al día siguiente volví al parque y ambos estaban en el mismo lugar que ayer, tenían regalos en sus manos.
—¡Yo quiero darte tu regalo primero, cariño! —mencionó Gwendolyn rápidamente y le dio una caja, Evan la abrió: era una pulsera de oro que tenía escrito "Me amas, ¿real o no?" a lo que ella agregó— : Yo tengo otra pulsera, cariño —. Se la mostró, era exactamente igual a la otra, solo que esta decía "Real".
Sin duda alguna, yo debía ser la persona a la que ella le había regalado esa pulsera, no ese idiota.
Gwendolyn sonreía entusiasmada esperando a que Evan le diera su regalo, pero en cuanto ella lo vio su sonrisa se borró.
No era un libro, sino que eran flores y chocolates.
Ella le agradeció por las dos cosas, pero en su mirada reinaba la decepción y la angustia.
* * *
Estaba sentado en el suelo mientras le escribía otra nota más, y esperaba que esta vez, ella no la ignorara.
<<Querida Gwendolyn:
Te he visto en el parque con Evan, te he escuchado cuando le decías indirectas para que te comprara el libro que tanto querías, pero es un muto asqueroso, un maldito mundano que no ha captado tu mensaje.
Oh, pequeño rubí, yo sí lo hice. Es una lástima que yo no sea tu novio.
En lugar del libro que querías, ese muggle te dio flores y chocolates. ¿¡Para qué quiere una lectora un ramo de flores y chocolates!?
¡Darle chocolates y flores a una lectora en vez de darle libros sería una abominación, eso no tiene el perdón de los dioses!
Y sí, estuve ahí cuando tu sonrisa se desvaneció y en tu mirada solo había decepción y angustia, y me dieron ganas de salir de mi escondite para golpear a Evan y para abrazarte.
Ay, queridísima Gwen; si tan solo dejaras de ignorarme sabrías que si yo fuera tu novio no te daría flores, te daría libros.
Hoy te he visto leyendo Hermosas Criaturas, ¿ya averiguaste que Lena es la reencarnación de la madre de Ethan?
Por favor, deja de ignorarme. No me gusta ser ignorado.
Te sigue amando aunque duela a pesar de que me ignores, D.>>
Me levanté del suelo y entré al establecimiento para ahora meter la nota en el casillero de mi amada, con la esperanza de que esta vez sí la leyera.
ESTÁS LEYENDO
Spoiléame.
Short StorySpoiléame. Ella se pasaba todo el tiempo perdida entre las páginas de un libro nuevo cada semana. Él ya había leído todos los libros que aquella chica estaba leyendo. Gwen no sabía de su existencia. Derek quería que ella dejara...