Sentada observa sus dedos, aguantando las lágrimas que amenazan con escaparse de sus ojos.
-Te fuiste...-consigue articular en un susurro.
-Jamás debí hacerlo.
-Pero lo hiciste, marcaste nuestro futuro. Decidiste que no estaríamos juntos.
-Necesitaba huir por un tiempo, tú lo sabes mejor que nadie.
-¿Y por qué no huiste conmigo?
Ahora las lágrimas recorrían sus mekillas, ya sin importale el hacerse la dura. Porque no lo era, con él no podía ser dura.
Algo le impedía no ser vulnerable ante él.
No podía descargar su ira y siempre acababa dándole su perdón.
No podía enfadarse con el chico y este lo aprovechaba tiñendo más y más la alma de la joven.
Hasta tornarse casi negra, menos el ápice de luz que seguía brillando por él.
Por el chico que imaginaba perfecto aunque fuera un completo desastre.
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Lost souls
PoetryAlgunos versos que escapan de mi mente buscando algo, o quizá a alguien. Poesía para almas perdidas. Quizás las primeras son un poco mierdas, pero hay algunas que merecen la pena.