Han trascurrido unas pocas semanas, se respira el aroma todas las mañanas de nuevas oportunidades, aventuras, juegos y una que otra broma. Los niños juegan en el patio, los coordinadores atienden a la directora en las juntas, y supervisan los papeleos de los tramites, intercambios y adopciones, ya que desde dos años atrás era costumbre que al final de cada mes abrieran paso a los adultos, parejas y demás gente interesada en adoptar a un niño, cosa que pocas veces pasaba, pero igual nunca perdían la esperanza ni dejaban pasar las oportunidades.
Eran los muchachos veteranos los que se encargaban de vigilar a los demás chicos en lo que los supervisores no estaban presentes, tarea que, al menos Sam y Michael cumplían con expectativas, por no mencionar que en realidad ellos disfrutaban con divertir.. o molestar a los más pequeños.
-Mickey-
-Dime Sammy-
-Josh está molestando a Emily con sus mocos otra vez- Claro que, algunas veces la tarea era... agotadora.
Algunos días simplemente parecían ir mas lento, sin nada que esperar, sucesos tan monótonos de tal manera que incluso llegaban a ser aburridos, los dos cuidando de los demás o simplemente quedados en algún lugar conversando de los viejos tiempos, o lo que harían al salir, si tenían cosas planeadas, si volverían a reunirse todos alguna vez.
Julián se la pasaba mayormente en su alcoba, la que únicamente compartía consigo mismo y el recuerdo de Álvaro roncando en la litera de arriba... o a su lado. Varias ocasiones Sam entraba a trompicones y le sacaba a empujones para que saliera a compartir o hacer alguna cosa para variar, sino, los tres se la pasaban adentro charlando o contándose las anécdotas del día.
-Ey Sam- murmuró Michael sentado en la grama, veía a Vicent hacer algunos movimientos con el balón, seguramente para lucirse –¿Recuerdas que solíamos salir a jugar cuando llovía?-
La aludida, que estaba viendo las nubes giró para verle –Me lo dices como si fuera una vieja-
-¿Y no lo eres?-
Luego de haber recibido un golpe, ella se quedó viendo a los niños –Brendan era quién salía castigado por no quedarnos adentro.. siempre cargando con la responsabilidad-
-Y nos enfermábamos luego-
-Si.. Álvaro era mas insoportable de lo que es normalmente- suspiró, en verdad que se sentía vieja.
-Me cuesta pensar que ya casi no queda nadie..- bufó el chico de piel oscura sentado, ambos observaban a ningún lado en particular, metidos en sus propios pensamientos.
Una silueta medio desanimada salió del pequeño edificio, acercándose a ellos con un sigilo tan natural que solo se percataron hasta que tuvieron la mirada del pelinegro observándoles como meditando.
-Que milagro que sales... así de aburrido estará el día- dijo Michael como orando a lo bajo.
Sam le dio un coscorrón y sonrió a su amigo –Buenos días Lian-
-Hola Sam.. Mike- saludó el chico, sentándose a un lado de su compañera y repitiendo su ejemplo, darle un golpe al tarado que tenía como amigo a su lado –Que raro.. suelen estar con los niños, ¿Pasa algo?-
-Sam aceptó que es vieja... ¡AUCH!-
-Como sigas con eso, te pellizcaré en otro lado-
-Wow.. cualquiera creería que son pareja.. ¡AH!-
-Ni en broma- dijeron al unísono con cara de terror.
Un balón aterrizó a los pies de Julián, con lo que los muchachos vieron a Vicent hacerles gesto con una mano. El pelinegro no iba a levantarse, y los otros dos pelearon con la mirada para ver quien se levantaría de la comodidad del pasto.
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El Orfanato (Yaoi) [ Teminada]
Teen FictionJulian es una persona rara, no habla mucho y siempre se le ve escribiendo o dibujando vive en un orfanato con su mejor amigo Alvaro, un chico energetico e inquieto; y otros chicos con los que raramente trata, pero la llegada de Isaac un chico aun m...