Te veré pronto

Capítulo Uno "Not a throne of perfection"

"She sees them walking in a straight line, that's not really her style. And they all got the same heartbeat, but hers is falling behind. Nothing in this world could ever bring them down. Yeah, they're invincible, and she's just in the background." (Cool Kids-Echosmith)

El maldito despertador no dejaba de sonar obligándome a levantarme, pero hoy no lo conseguiría... No quería despertar, no hoy.

-¡____ ya levántate! ¡No puedes llegar tarde el primer día de clases! -gritó mi madre desde la puerta de mi habitación.

-No quiero -dije aún algo adormilada...

No quería ir al colegio, yo no encajaba... No me querían los populares, ni los inteligentes, ni los deportistas ¡Ni siquiera los rechazados me aceptaban! Y creo que con esto ya se hacen una idea del por qué no quiero ir a clases... Y para agregarle algo más a mi sufrimiento, mi mejor amiga, la única que tengo en realidad... ¡Se fue de Londres! Asique estoy oficialmente SOLA.

-¡____ Tomlinson! ¡Levántate ahora mismo!

-¡No quiero! ¡No iré! -sentí como mi madre cerró la puerta de un portazo y una sonrisa victoriosa se formó en mis labios... Hoy no iría a clases... Lamentablemente mi alegría no duro mucho, ya que luego de un rato noté que alguien abrió la puerta y se acercó sigilosamente a mí... Y de un momento a otro, estaba mojada de pies a cabeza...

-¡Louis! -grité con todas mis fuerzas... ¿Quién podría haber sido sino? Obviamente había sido mi hermano, ya que su razón de existir es molestarme.

-¡Mamá dijo que debía despertarte! Pero mira el lado positivo, enana... Ya no tendrás que ducharte -dijo tratando de aguantar sus carcajadas, en lo que claramente falló.

-Te mataré, lo juro... -me levanté de un brinco y empecé a perseguirlo por toda la casa.

-¡Mamá! ¡Tu hija está loca y quiere matarme! -dijo gritando mientras entraba corriendo a la cocina en donde se encontraban mi madre y mi padre desayunando.

-¡Louis eres un idiota!

-____... Esa boca -dijo mi papá reprochándome mientras nos observaba tomando tranquilamente su café matutino.

Paré en seco y lo miré.

-¡No es justo! ¡Louis dice cosas mucho peores! Y mira lo que me hizo -dije apuntando mi ropa que seguía mojada, al verme se esforzó en aguantar una carcajada, a diferencia de Louis él si lo logró.

-Primero que nada, eres una niña, no deberías decir esas malas palabras y segundo, apúrate que se nos hace tarde -rodé los ojos y comencé a caminar para salir de la cocina, pero mi hermano me detuvo.

-Hey, ¿A dónde vas, enana? -todavía reía por su pequeña broma, irritante.

-NO ES TU MALDITO PROBLEMA -dije recalcando cada palabra, no estaba de humor para esto, primero el tema de volver a clases daba vueltas en mi mente y ahora también debo lidiar con mi familia.

-¡____! Cuida esa boca -mi madre había dejado de tomar su café y me miraba furiosa... Ay lamento haber maldecido, seguramente me iré al infierno por eso...

-Lo lamento -en realidad no estaba arrepentida y seguramente eso se notó por el tono que usé, pero vamos ¿Qué importa que maldiga? Louis sonrió triunfante.

-Y bueno hermanita... ¿Me dirás a dónde vas?

-A ducharme -respondí molesta y me marché, pero mientras subía las escaleras pude escuchar que mi hermano me gritaba, por lo que me giré-. ¿Qué es lo que quieres?

-Nada, sólo quería decirte que ya era hora de que te ducharas, ya no eres una niña pequeña y hueles... -Como es usual mi irritante hermano explotó en una ruidosa carcajada.

-Hermanito, te equivocaste de persona... El que huele aquí eres tú...

-Lo que tú digas, enana apestosa... Vamos, ve a ducharte que si no llegaremos tarde...

-¿Desde cuándo te importa llegar tarde? Tú llegas tarde todo el año.

-Ya no más... Nuevo año, nuevo Louis -mi mandíbula cayó hasta el suelo y mis ojos se abrieron como platos ¿Acaso era cierto lo que escuchaban mis oídos? Pff... Claro que no... Es mi hermano del que estamos hablando... Le doy una semana...-. ¡Ve a ducharte! -me giré y me dirigí hacia el baño, cerré la puerta y abrí la llave...

Cuando el agua estuvo lo suficientemente caliente me metí a la ducha y dejé que las gotas recorrieran mi cuerpo, tratando que por lo menos durante unos segundos la realidad se esfumara, pero me fue imposible... Mis problemas me abofetearon en la cara y no dejaron de atormentarme ni un solo momento...

Cuando salí de la ducha me vestí con unos shorts de mezclilla, mis amadas vans negras y una polera del mismo color de manga larga, hacía bastante calor, pero no podía dejar que vieran mis heridas, seguramente me tacharían de loca y me harían visitar a un maldito psicópata, es decir, psiquiatra, son lo mismo... Dejé mi cabello castaño y ondulado suelto y sólo me apliqué algo de rímel para resaltar mis ojos azules.

Bajé las escaleras y mi hermano me estaba esperando en la puerta

-¿Dónde está papá? -pregunté.

-Se fue.

-Entonces ¿Mamá nos llevará?

-No -Esa sonrisa, la sonrisa que tanto lo caracterizaba apareció en su rostro... Louis tomó las llaves del auto y las sacudió enfrente de mi cara-. Hoy yo conduciré.

-No, gracias, prefiero caminar -sabía que mi hermano no me dejaría irme sola, pero sacarlo un poco de quicio sería divertido, además subirme al auto con él sería suicida... Porque... Digamos que consiguió su licencia gracias a papá... No porque fuera un genial conductor.

-Bien -¡¿Qué?! ¿Me dejaría irme sola?

-Pe-pero... ¿No te importa que me vaya sola? S-O-L-A

-Hmmm... La verdad no, ya te dije, nuevo año, nuevo Louis... Además, es la historia de tu vida ¿No? Tú misma lo dijiste -me guiñó un ojo y se fue... Hijo de... Su mamá ¿Quién se creía que era para hablarme así? Aunque tal vez esto no era tan malo, podría quedarme aq...

-____... Se te hace tarde... Si vas a ir caminando debes irte ya.... -¡Rayos! Mi mamá estaba en casa... Y ahora debía irme caminando ¡Genial! ¿Lo vieron? Eso es sarcasmo bien utilizado.

-Como sea -dije fastidiada.

-Ten un buen día, cariño -ugh... Su sonrisa y su falsedad me enferman... Salí de la casa y cerré la puerta de un portazo para empezar a caminar.

-Pero miren a quién tenemos aquí... Mi chica favorita -escuchar su voz a mis espaldas me hizo estremecer...

-Mike. -respondí sin girarme.

-¿Qué estás haciendo tan sola por las calles, preciosa? Es peligroso... Alguien puede hacerte daño...-dejé de caminar y me di vuelta para poder verlo a la cara, sus pupilas estaban dilatadas y sus ojos rojos, se había vuelto a drogar... No sé por qué eso me sorprendía...

-¿Tú por ejemplo? -volví a girarme e iba a seguir caminando, pero uno de sus brazos me tomó con fuerza haciendo que mi pecho chocara contra el de él.

-No creo que esa sea una buena forma de hablarme, hermosa... -empecé a forcejear, pero me fue inútil librarme de él.

-¡Suéltame!

-Claro que no... Ahora eres mía...

-¿Qué acaso no la escuchaste, idiota? Te dijo que la soltaras.