La soledad,
Lo acompañaba
A todas partes,
Ni un sólo amigo tenía,
En las calles veía a personas,
Abrazarse,
Mientras que el,
Sólo moría de tristeza.
El mar,
Era su mejor compañía,
A él le confesaba,
Sus pensamientos,
Sus tristezas
Y pocas alegrías,
Hasta que su propio delirio,
Lo mató.
Comenzó a quedarse,
Noches allí,
Hablando y hablando,
Con el mar,
Dejó de comer,
Dejó de dormir,
Hasta que su propio descuido,
Lo mató.
Gritaba y gritaba,
Con los anzuelos,
Se cortaba,
Mientras pensaba
En sus desgracias,
En sus errores,
Mientras amargamente,
Sollozaba,
Hasta que su propia cuchilla,
Lo mató.
Al pescador,
No se le volvió a ver,
Quizás un suicidio,
Fue lo que ocurrió,
Quizás murió de soledad,
O de hambre y sed,
Quizás sólo se quedó allí
Para siempre,
Nadie lo sabe,
Sólo el propio pescador.
Elizabeth cose,
En un pañuelo negro,
El nombre del pescador,
Dylan,
Lo quema,
Y escoge un girasol,
El cual entierra,
Junto al bello pañuelo.
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Costuras.
PoesíaElizabeth cose, En su ruinosa y vieja, Máquina de coser, Afuera miles de personas, Viven a la orilla, De la muerte, Sin alguien que los entienda, Que los apoye, Que los ame, Mujeres, Hombres, Y niños, Que preferirían morir, A tener que luchar, Por s...
