Capítulo 11. ¡Nomon!

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-CLARKE-

-Yo también te quiero Lexa, mucho- recalqué. Debería odiarla por lo que hizo, pero era totalmente incapaz de hacerlo, mis sentimientos por ella crecen cada día, y mañana serían inmortales. -¿Estas nerviosa?- le pregunté, acaricié su mejilla -Si, no puedo esperar a que seas mi esposa -Lexa sonrió y me apretó contra ella -Aunque tampoco tenemos que esperar a la noche de bodas...- suspiré -¡Lexa, que Indra está desaparecida!- se apartó un poco de mi -Lo sé, pero estoy segura de que está bien, es fuerte...-me agarró de las manos y me fue llevando hacia la cama- Eres una cabezota- le dije pegándome a su boca. Claro que quería tener este momento con ella, pero no estaba segura de si era lo correcto- ¡Que narices, pensamos en nosotras!- le dije a Lexa, ella sonrió y me dió un beso, de esos que te quitan el aliento.

Heda interrumpió el beso -No me puedo creer que nos vayamos a casar Clarke, es que no me lo creo- le sonreí -Calla y bésame- Lexa me obedeció la orden, raro en ella- Bajó su mano derecha al final de mi espalda y me acercó a ella, acercó sus labios a los míos pero no terminaba de besarme -¿Estas jugando conmigo?- le pregunté con una voz ronca, ella dejó ver una leve sonrisa. No podía más. Alcancé sus labios y nos mezclamos en un apasionado beso, bailando agarradas por toda la tienda, clavándonos las esquina de la mesa, de los baúles, hasta llegar a la dichosa cama.

Caí yo primero y ella lentamente fue apoyándose en mí, se sentó a horcajadas y me ayudó a levantarme para poder quitarme la chaqueta y la camiseta con una delicadeza que me impresionaba. Cuando terminó conmigo le ayudé a ella a quitarse la parte posterior de la armadura, todo sin dejar de besarnos. Tras varios minutos conseguimos desnudarnos. Nos metimos dentro de las pieles. 

El roce de nuestra piel me causaba escalofríos y un sentimiento de tranquilidad inigualable. Me sentía protegida entre sus brazos, en los de nadie más. Lexa acariciaba y besaba cada poro de mi piel, acariciaba mis piernas, mis brazos, mi vientre, mi rostro. Estaba totalmente entregada a mi al igual que yo a ella. Peleábamos por tener el control la una sobre la otra, forcejeábamos para poder ponernos encima la una de la otra y hacernos el amor. Tras varios besos, caricias y abrazos nos quedamos dormidas.

-LEXA-

Desperté con Clarke a mi lado, como llevo haciendo desde hace unos días y cada vez estoy más convencida de que jamás me cansaré de esto. Me incorporé y me quedé observando como dormía durante unos minutos, me resultaba difícil pensar que esta angelical mujer y yo nos habíamos conocido por quemar a trescientos de mis hombres. Me reí ante este recuerdo, arrepintiéndome automáticamente ya que no era cosa por la que reírse, perdí a muchos guerreros, pero yo los mandé, 'mea culpa'. Me levanté de la cama, me aseé y me puse mi armadura. Me miré al espejo, mi figura autoritaria de comandante y detrás el reflejo de la cama donde Clarke descansaba, ¿Era posible una imagen más humana?.

Enfundé mi arma y salí de la tienda lo más silenciosamente posible. Al dirigir mi mirada al centro del campamento vi una cara familiar, corrí hacia ella, estaba bañada en sangre pero no parecía suya -Indra ¡¿Que ha pasado?!- me miró poniendo su mano derecha en mi hombro izquierdo, se acercó a mi y  me susurró - Lo siento, Heda- no tuve tiempo para articular palabra alguna cuando sentí un pinchazo en mi costado -Indra- articulé a decir, se separó de mi y me llevé las manos a mi costado, al mirarlas estaban llenas de sangre. 

Cogí el aire que podía y grité, unos guerreros corrieron a recogerme antes de que me cayera al suelo, y otros dos arrestaron a Indra la cual no opuso resistencia alguna. 'Me ha traicionado' no paraba de repetir eso en mi cabeza. 'La persona que me ha criado, me ha traicionado'. El dolor físico era algo secundario. En realidad Indra me ha criado para liderar pero no me ha querido nunca, de ahí que siempre me repitiera que el amor es debilidad. Debí suponerlo mucho antes.

Los guerreros me estaban llevando a mi tienda - No!, teik me kom the control tent (¡No! Llevadme a la tienda de control)- obedecieron mi orden inmediatamente. En unos minutos y unas cuantas personas consiguieron preparar una camilla con todo lo necesario para cuidarme y cerrarme la herida. -Bring Klark hir (Traedme a Clarke)- en unos minutos Clarke entró en la tienda, su cara estaba totalmente desencajada- Lexa...Qu...¿Que ha pasado?- los ojos de la rubia se llenaban de lágrimas a la vez que se arrodillaba a  mi lado, cogió mi mano y hundió su cabeza en mi hombro -Clarke te necesito, sabes lidiar con esto, después te contaré todo- acaricié su pelo y me miró a los ojos, se acercó y le di un breve pero intenso beso -Vamos allá- dijo ella limpiándose las lágrimas. 

-¡ Todo el mundo fuera!- gritó Clarke con rabia en su voz, se le notaba, necesitaba llorar pero lo haría luego, ahora necesitaba que me salvara la vida, por incontable vez. Se levantó y acercó todas las herramientas a su lado, se sentó en una silla y comenzó a cortarme la ropa -Tendré que mandar hacerme otra parte superior- murmuré -Ahora no pienses en eso- dijo Clarke mientras continuaba cortándome la camiseta. El cuchillo seguía dentro de la herida, habían sido listos al no quitármelo. 

Empecé a marearme- Clarke, ai hod yu in- fue lo único que alcancé a decir antes de desmayarme. 

Si te ha gustado, te recomiendo que también empieces a leer un fic que estoy escribiendo con NukaBlack  llamado #AccessDenied , está subido en el perfil HardNSoft que compartimos: , pasaos si queréis una historia Clexa un poco fuera de lo normal.

¡Nos leemos!




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