La vida tiene que continuar, mi vida tiene que continuar. Ahora veo la vida de una manera diferente, despierto todos los días con un propósito: no volver a saber de ti, no llamarte, dejarte atrás. Voy luchando día a día, pero aunque no lo demuestro, es difícil y sólo Dios sabe cuánto me cuesta.
Me permití un tiempo para estar triste y llorar tu partida para superar y salir adelante, sé que lo conseguiré, sólo que aún no te has ido del todo, aún deambula tu recuerdo en mi mente, sobre todo cuando la noche se hace presente. Por supuesto que salgo a la calle siempre alegre, siempre optimista, siempre sonriente, así como soy yo. Pero por dentro, ni te cuento...
Soy fuerte, porque no tengo otra opción...
Callate Zaira!!