Capítulo 11: Cómo escapar de la cárcel

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POV Natsu

Habíamos colocado diez bombas alrededor de la cárcel secreta de la P.S.F (Policía Secreta de Fiore). Era un antiguo edificio algo bajo que tenía las ventanas rotas, las paredes de ladrillos desgastadas y casi no tenía techo, en resumen parecía que se iba a caer. Y gracias a las bombas que activé lo hizo.

-¡Prepararos, pueden salir en cualquier momento!-les ordené a mis hombres.

Freed nos había dividido en cuatro grupos con veinte hombres cada uno. De un grupo se encargaba el mismo Freed, de otro Evergreen, otro Bickslow y de otro yo.

Los enemigos comenzaron a disparar contra nosotros y mataron a dos de los nuestros que habían sido demasiado lentos.

Nos escondimos detrás de algunas paredes, ellos habían empezado a recular aunque eran más.

-¡Cubridme!-grité.

Salí de mi escondite y encendí varias granadas y se las tiré. Nada más tocar el suelo explotaron, su fuego se comió a todas las personas de su alrededor y el sonido de sus gritos de dolor llenó todo el ambiente sustituyendo al sonido de las balas.

-¡Avanzad a través de las llamas!-ordené.

Ellos no lo dudaron, habíamos venido preparados para esta situación con trajes ignífugos y máscaras para el humo.

Varios grupos de agentes se interpusieron entre nosotros, pero en cuanto mi fuego se extendió a su alrededor murieron o huyeron. Perdí varios hombres hasta que conseguí llegar a la planta donde se suponía que debía estar Laxus.

-¡Natsu!-gritó alguien detrás de mí.

Reconocí varias figuras con nuestros trajes, su jefe tenía un largo pelo verde que ondeaba revuelto.

-¡Son Freed y los suyos!-dije tranquilizando a mis soldados.

-¿Has encontrado a Laxus?-me preguntó Freed cuando llego a mi altura.

-No-dije negando con la cabeza.

-Avancemos juntos, creo que sé donde está-me dijo.

Asentí y les informé a mi hombres que a partir de aquel momento avanzaríamos al lado del grupo de Freed, parecían contentos. Me fijé que el grupo de Freed tenía más bajas que el mío, ¿Cómo era eso posible?


Llegamos hasta la celda de Laxus, en la puerta ponía su nombre junto al de una tal Erza Scarlett, su nombre me sonaba.

-¡Laxus!-grité mirando a la puerta.

-¡Natsu!-gritó él.

Enseguida sonreí y lloré de alegría. ¡Habíamos encontrado a Laxus! Podríamos salir de aquí con él gracias al perfecto plan de Freed que de momento iba como la seda.

-¡La bomba Natsu!-me exigió el peliverde sacándome de mis pensamientos.

Asentí y rápidamente preparé una pequeña bomba para hacer explotar la puerta de la celda. Mientras tanto Freed se dedicaba a informar a Evergreen y a Bickslow que habían encontrado a Laxus y les mandó su ubicación. La siguiente fase del plan era sacar a Laxus vivo de allí y para eso necesitábamos todas nuestras fuerzas unidas.

-¡Retroceded!-les ordené cuando la bomba estaba a punto de explotar.

Todos retrocedieron unos cuanto metros. La puerta salió disparada en nuestra dirección sgundos después de que nos apartásemos.

El fuego apareció alrededor de la puerta impidiendo a Laxus pasarla, o eso fue lo que todos creímos. Laxus apareció delante del fuego y todos nos quedamos shockeados, aunque por algo era tan temible, nada ni nadie podía con él.

Me fijé que en uno de sus hombros cargaba una pelirroja. La bajó al suelo enseguida a su lado lo que significaba que era una aliada. Tanto él como la chica tenían algunas cicatrices, pero el cuerpo de la chica tenía como cinco veces más que el de Laxus.

-¡Ella es Erza Scarlett! ¡Nuestra aliada!-nos informó Laxus.

La miré de arriba a abajo, ¿Ella era Erza Scarlett? Ya recordaba su nombre, había sido una de los asesinos más temibles hasta hace poco. Así de herida y delgada no parecía capaz de hacerle daño ni a una mosca, ¿Cómo podría ser útil para nosotros? Parecía estar en las últimas, pero si algo había aprendido de Laxus era que él era consciente de todo lo que hacía y si Erza Scarlett era nuestra aliada una buena razón tendría.

Bisckslow y Evergreen llegaron un par de minutos después y empendrimos la vuelta a la superficie con una dulce sensación de victoria.

-¡Esperdad!-gritó alguien.

Me torcí para ver quien había sido el valiente que discutía la orden de Freed, claramente se ganaría una bala entre ceja y ceja.

-¡Es por el otro lado!-gritó la misma voz, observé que era Erza Scarlett.

Todos nos quedamos parados esperando la respuesta de Freed. Él la miró sorprendido, era la primera vez que le discutía alguien una orden y ese alguien no era Laxus.

-¡Mis informantes me dijeron que era por aquí!-protestó Freed mirando a la pelirroja a los ojos.

Parecía bastante enfadado.

-Pues te han informado mal-dijo Scarlett cruzándose de brazos.

Freed y Erza se enzarzaron en una discusión sobre que camino era el correcto que sólo hacía que ellos perdieran energías y tiempo. Debíamos irnos de allí pronto o los refuerzos llegarían.

-¿Qué hacemos Laxus?-le pregunté.

Él me miró y se acercó a Erza Scarlett, posó una mano en su hombro y ella se giró para observarle.

-¿Estás segura?

-Antes intenté escapar por ese lado para saber si era el correcto, porque parecía el mejor camino pero me atraparon-explicó Erza.

-¿Intentaste escapar si mí?-preguntó Laxus, parecía algo enfadado.

La pelirroja negó con la cabeza y contestó-sólo quise asegurarme de que aquel no era el camino correcto, si lo fuese, hubiera escapado hace mucho tiempo.

Laxus asintió, lo que decía Erza parecía tener sentido para él.

-¡Iremos por donde diga Scarlett!-nos ordenó.

Todos nos quedamos en silencio mientras nos hacíamos la misma pregunta: ¿Cómo podía Laxus confiar más en una extraña que en su mano derecha?
-¡¿A qué esperáis?!-nos gritó enfadado.
Se escucharon algunas protestas pero finalmente todos seguimos el camino indicado por Scarlett, si Laxus confiaba en ella era por algo y yo confiaba plenamente en Laxus. Aunque no todo el mundo pensaba como yo, oía a algunos soldados protestando, a muchos de ellos los planes de Freed les había salvado la vida.

En el amor y en la guerra todo vale (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora