POV Gray
La chica de la heladería era la chica de mis sueños. Nunca había estado tan seguro de algo como en aquel momento. No sabía ni su nombre pero tenía su rostro grabado en el cerebro.
En esos momentos me asaltó otra pregunta: ¿Por qué demonios soñaba con ella? Apenas la conocía ¿Y por qué soñaba que se moría? ¿Acaso era un sueño premonitorio?- ¡Gray! - me llamó Lyon.
- ¿Qué? - pregunté con fastidio.
- Esta noche tienes una cita con Lucy - me ordenó.
- No me apetece - contesté de mala manera.
- ¡Me da igual lo que te apetezca! ¡Debes enamorarla para que vuestra boda tenga más posibilidades de éxito! - gritó Lyon.
Le di la última calada al cigarrillo y salí del balcón. No me apetecía estar en casa, Lyon me perseguiría y no me dejaría tranquilo, y no podría pensar en todo lo que estaba ocurriendo.
En aquellos momento podían irse a la mierda, los Dreyar y mi primo.Cogí el coche y salí de casa. Como había dicho antes, no me apetecía ver el careto de mi primo.
Aparqué el coche cerca de un parque y encendí un cigarro mientras veía a los niños y a sus padres jugar.
Esa mierda me tenía realmente enganchado.Me volví a concentrar en mis pensamientos, eran como un ciclo, siempre volvía al punto de partida.
POV Natsu
Estaba en la habitación de Lucy. Ella lloraba entre mis brazos, mientras que yo le acariciaba la espalda.
En cuanto el idiota de Fullbuster apareciese por la puerta le partiría la cara. ¿Cómo se le ocurría dar plantón a Lucy? Se suponía que aquella cena era para que se conocieran mejor y se enamorasen, y aquel imbécil había huido como un cobarde.
Lo peor de todo era el daño que le había hecho a Lucy, ella sólo intentaba que todo saliese bien por Laxus, pero parecía que no era suficiente.
- Él se lo pierde - susurré para tranquilizarla.
Ella sacó la cabeza de mi hombro y me miró. Tenía el maquillaje corrido, las mejillas enrojecidas de llorar, dos especies de ríos formados por una mezcla de rímel y lágrimas recorrían su rostro. Estaba hecha un desastre, pero estaba hermosa.
- ¿El que se pierde? - preguntó.
- A ti - susurré.
- ¿Y eso tiene algo de malo? - se lamentó.
Me enfadé aún más con su respuesta. La cogí el rostro y lo acerqué a centímetros del mío. Observé sus preciosos ojos del color del chocolate, y bajé la mirada a sus labios, gritaban que la besase. Me contuve, no era un buen momento para dejarse llevar por los impulsos.
- Claro que es malo, eres la mujer mas hermosa que existe - la dije volviendo a mirar a los ojos.
Ella posó sus manos con suavidad sobre sus mejillas y me sonrió con ternura. Por un momento creí que el corazón se me paraba. ¿Qué me estaba pasando?
Ella cerró los ojos y antes de que pasara algo más me aparté, no podíamos cometer un error. Laxus jamás me lo perdonaría.
- ¿Quieres pañuelos? - pregunté ya a cierta distancia de seguridad.
Ella asintió y le di un par de pañuelos de papel. Se sonó fuertemente los mocos.
Suspiré. Me pasaría toda la noche en vela consolándola y controlando nuestros impulsos. Mañana ya pensaría en lo que le había pasado a mi estúpido corazón.POV Mirajane
Estaba en la cafetería donde me había reunido con Freed. Ojalá no tardase demasiado.
Jellal estaba aparcado en su coche en frente de mí. El escucharía toda la conversación a través de un micrófono que había en el suelo y la cámara de seguridad de la cafetería. Estaba nerviosa, era una misión muy importante y nos jugábamos mucho, quizá demasiado. Ya era demasiado tarde para arrepentirse.
- ¿Mirajane Strauss? - escuché a una voz femenina llamarme.
Levanté la mirada. Una mujer alta y cubierta por una gabardina y un sombrero me miraba fijamente.
- ¿Y tú eres? - pregunté mirándola con desconfianza.
- Una enviada de Laxus en lugar de Freed - se presentó y sentó en el sitio libre justo en frente de mí.
- No me fío, ¿Qué le ha pasado a Freed? - pregunté.
Tal vez me habían descubierto y la habían mandado a matarme. La observé detenidamente, era atlética, sus ojos eran castaños y su pelo, su pelo era ¡Rojo!
- Contestame Scarlett - la desafié.
Ella sonrió con soberbia y apoyó un codo sobre la mesa.
- Veo que mi disfraz es muy bueno - ironizó.
- ¿Qué quieres? - pregunté, molesta.
- Estoy para saber que quieres tú- respondió.
Nos miramos fijamente durante varios segundos. Ella parecía muy tranquila pese a estar hablando con una policía.
- ¿Qué quieren para tomar? - preguntó una camarera.
A ambas nos pilló por sorpresa, pero en seguida le dirigí una sonrisa amable a la chica para que no sospechase nada.
- Dos cafés solos por favor - contesté por las dos.
La camarera asistió con una sonrisa y se marchó rápidamente.
La volví a mirar y respondí a su pregunta.
- Quiero ver a Lissana, a cambio os daré toda la información que queráis - dije con seguridad.
- Quiero un adelanto de información, para asegurarme de que no nos estas mintiendo - dijo.
- ¿Qué quieres? - pregunté frunciendo el ceño.
- Familia de Gajeel Redfox y los gemelos Dragones.
Suspiré. Quería llorar, estaba a punto de traicionar a mis compañeros, y nos sólo a Gajeel. Pero aquello era por el bien de la misión, su sufrimiento ahorraría el de cientos de personas. La miré decidida y hablé.
- Gajeel Redfox no tiene familia, lo más cercano es su mejor a miga Juvia Loxar, a la que considera como su hermana, ella también es agente. En cuanto a los gemelos, no sé mucho de ellos, sólo sé que Sting Eucliffe tiene una hermana llamada Yukino.
- Pronto recibirás noticias nuestras - dijo Erza dejándome sola con la culpa de haber traicionado a mis compañeros.
Hasta aquel momento no me había dado cuenta de lo que aquella misión significaba.
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En el amor y en la guerra todo vale (CANCELADA)
FanfictionEl cruel destino ha decidido que los amores de todos nuestros protagonistas sean prohibidos. Ya sea por su pasado o diferencia de bandos. Laxus, Natsu, Erza, Lucy y Gray son del bando de los criminales. Del mal. El lado oscuro. Jellal, Gajeel, Levy...