Entro por la puerta del cuarto con pasos veloces y fuertes, cerró la puerta dando un portazo y se tiro boca abajo en la cama. El llanto comenzó a salir y las lágrimas que salían de sus ojos se quedaban impregnadas en la colcha azul de la cama, golpeo con furia el colchón. Por su cabeza solo pasaba la misma pregunta, "¿Por qué a mí?"
Ella siempre había sido una chica dulce y amable, pero los años pasaron sobre su mente y sobretodo la etapas de la niñez hicieron que su persona diera un radical giro, estaba harta de escuchar a su amiga una y otra vez echarle la culpa de todo y poco a poco fue cambiando su comportamiento a uno más callado y manipulable, al cual siempre pisotear.
Solo faltaba un día para comenzar el instituto de nuevo, un instituto donde nadie la conocía a pesar de que llevara dos años allí, era invisible para todo el mundo, apenas tenía amigos con los que estar en los recreos o salir de fiestas. Solo tenía una amiga en "verdad", o más bien a la única que podría considerar así. Se llamaba Sunny, era una chica bajita de pelo castaño y la otra mitad rubia, ojos marrones. Tenía algo de popularidad entre los chicos, era carismática por lo que tenía muchos amigos de los cuales todos ignoraban a Charlotte, nunca le saludaban y solo la veían como una acompañante de Sunny, hasta ella misma se olvidaba a veces de su amiga. Charlotte no era tonta y se daba cuenta de que era tan ignorada que si desapareciera del planeta ni siquiera se darían cuenta, pero tampoco le importaba mucho que se fijaran en ella, lo único que le molestaba era que estaba sola. No tenía a quien contarle sus problemas, nadie la apoyaba, y su única amiga ni se molestaba en preguntarle "que tal día", solo la usaba de acompañante. Pero tenía a su madre, ella si se preocupaba de ella, si pensaba en ella y sobre todo era la que más se preocuparía si desapareciera del planeta.
Cathy era madre soltera, se quedó embarazada a los 20 y su novio por aquella época la abandono dejándola sola, con un bebe que crio junto a sus padres hasta que encontró un trabajo en Escanaba, una pequeña ciudad en Montana, se mudó ya hacía 10 años.
Su madre era dulce y amable pero aún tenía esa vena loca de la juventud con lo que dejaba a Charlotte un poco de libertad que nunca aprovechaba. Su madre también era algo pesada con el tema de los chicos y de las amigas... ella creía que su hija era de las típicas adolecentes hormonadas como en su época, Charlotte la ignoraba en esos temas ya que como no los tenía no le contestaba.
Charlotte aún seguía tumbada en la cama llorando por culpa de Sunny, aunque fuera su amiga a veces se pasaba con ella, diciéndole o quejándose en la cara de Charlotte, que si era muy fea, que no tenía amigas, que nadie la quería y demás cosas que eran ciertas pero que le dolían mucho a la pobre chica que solo intentaba ser buena amiga con ella, lo peor de todo que ella callaba e intentaba restarle importancia a las cosas que le decían para no echarse a llorar en sus narices, si soltaba una lagrima o se veía algo dolida por las duras palabras pues se reían a un más de ella. Lo que hacía para no derrumbarse era aguantar hasta llegar a casa para empezar a llorar.
Lo que sucedió fue que su amiga la llamó por teléfono riéndose con sus amigos de fondo solo para molestarla.
Charlotte tomo una decisión en ese instante no volvería a estar más con Sunny, según empezara el instituto la ignoraría y evitaría hablarle. Miro el techo y asintió a su nueva promesa, no dejaría que la volvieran a manipular de nuevo y no volvería a soportar como una tonta esos malos tratos por parte de su "amiga," nunca más.
Se sentó a un lado de la cama, apoyo los pies en el suelo y se sacó la lagrimas que dejaban un rastro húmedo por su mejilla. Miro el suelo durante unos minutos cuando se recompuso un poco se levantó y fue al pequeño baño del final del pasillo, allí se lavó un poco la cara.
Miro el espejo, vio su cara reflejada y se le ocurrió una idea, ya que a nadie le importaba su existencia, cambiaría su aspecto, tendría una nueva imagen que deseaba y no paraba de ver en Tumblr.
Se miró a los ojos segura y decidida de sí misma, cambiaria e iba hacer la persona que imaginaba que sería algún día, pero ese día había llegado ya.
Salió del baño y bajo las escaleras hasta el piso de abajo donde se encontraba su madre leyendo un libro que le habían regalado hacía poco, la madre al escuchar los pasos miro hacia el final de las escaleras donde vio a su hija que se dirigía a ella mientras la miraba con unos ojos llenos de seguridad. Cuando llego a su altura se paró en seco, estuvo frente a ella en silencio durante unos segundos.
-Mamá, voy a salir un rato, no te cabrees cuando vuelva.- la madre la miro en silencio y confundía por aquellas palabras que no entendía.- necesito que me des la paga de dos meses anticipados.
-¿Qué vas hacer Charlotte?- dejo el libro a un lado y se echó para alenté. No entendía nada.
-Quiero hacer una cosa... voy a cambiar y necesito dinero para eso.- su madre puso una cara de sorpresa, ¿a qué se referiría?
-¿Cómo que quieres cambiar?
-sí, pero quiero que sea una sorpresa.- la madre dudando por sus palabras, decidió dejarse sorprender, dudaba que fuera una locura así que cogió su cartera y saco varios billetes de 20$, en total habían 100$.
-Gracias.- la abrazo y le dio un beso.
Rápidamente desapareció por la puerta de la entrada. Cogió su bicicleta se dirigió al centro de la pequeña ciudad. Durante el corto trayecto le dio tiempo a pensar en todo lo que quería.
Lo primero a lo que hizo al llegar fue abrir su cartera, en la cual tenía 100$ más lo que tenía ahorrado que en total eran 250$.
Fue a la peluquería y allí se cortó el pelo por encima de los hombros, se lo tiño de un color verde pastel que le quedaba muy bien con el color blanco de su piel. Al mirarse en el espejo con el resultado final, se quedó embobada. Le quedaba tan bien. Siempre había querido tener ese pelo y ese estilo, pero nunca se había atrevido.
Salió de la peluquería más que contenta, al salir la gente le miraba raro cosa que le encanto, por fin había nacido, solo faltaba la ropa.
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Bueno, arriba hay una foto de Sunny como apoyo visual, para los que le cueste más imaginar los personajes. En el siguiente capítulo abra una de Charlotte.
Pd: Esta historia va sobre la vida de Charlotte y como ira su cambio, no es una historia donde el amor es lo principal, sino la vida de esta adolecente y las diferentes circunstancias que vive.
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Breaking The Limits.
Teen Fiction¿Haz soñado alguna vez en cambiar de vida? ¿Y en cambiar por completo todo lo que conocían de ti? Charlotte una joven de 16 es ignorada durante años por todas las personas, un día por ciertas circunstancias decide volverse visible, revelarse contra...