El día había empezado como el anterior, Charlotte salió de la ducha y saco su maletín, pero antes de abrirlo recapacito. No quería hacerse un destrozo así que llamo a su madre.
-¡Mama!- según sus palabras salieron de la boca los pasos de su madre se acercaban a su cuarto.
-¿Qué?- asomo su cabeza por la puerta.
-¿Me ayudas?- su madre le sonrió y s acerco a la caja para después abrirla y mirar.- ¿quieres un look potente o natural?
-no se... sorpréndeme. – la emoción se transformó en una sonrisa de la mayor.
Saco la base del tono correspondiente a su cara, con ayuda de una esponja la extendió por la piel, luego empezó con los ojos, le delineo el parpado superior con el delineador, con el rímel aumentó el volumen de sus pestañas y por ultimo puso un color suave en los labios.
-¿ya?- pregunto la joven para verse.
-no, falta los polvos, cierra los ojos- ordeno su madre, ella cerro los ojos y con la brocha llena de producto se la paso por la cara.- ale, es muy básico, pero con esto bastara.
El maquillaje no era muy elaborado y tampoco hacia que llamara mucho la atención pero era bonito y le proporcionaba una bonita cara, piel y ojos.
Charlotte se levantó para mirarse en el espejo, le pareció un maquillaje bastante justo y suficiente, tampoco quería parecer que iba a los carnavales.
Esta vez se puso una camisa con el logo de Pink Floyd abierta de lados que dejaba ver su sujetador negro, también se puso unos vaqueros rajados por la rodillas y muslos con un gran agujero y unas botas militares con una suela gorda. Cogió su bolsa y bajo, antes de bajar cogió una chaqueta por si le daba frio, era una chaqueta de cuero sintético que le daba un look bastante rebelde.
Bajo y desayuno con su madre, al acabar se subieron al coche y recorrieron el camino de ida a la jaula de todo adolecente. Al llegar se despidió de su madre como siempre, bajo del coche y fue a subir las escaleras de la entrada donde estaba el grupo de ayer que nuevamente la miraron mientras subía.
Entro al edificio y allí fue a su taquilla, miro el horario que tenía pegada en la puerta y cogió el libro de Literatura junto con la libreta, lo puso en su bolsa con cuidado, cerró la puerta. Y detrás de ella aprecio una cara muy familiar para ella.
-Joder, que susto- dijo Charlotte sobresaltada por su aparición repentina.
-No me vengas con tonterías, sabes Charlotte lo de ayer estuvo mal. Todos están contra ti.- la chillona voz de Sunny traspaso los oídos de Charlotte produciéndole nauseas.
-¿Qué todos? Que yo sepa te veo a ti sola.- respondió con tono burlón.
-déjate de gilipolleces, no me hace falta venir acompañada, te crees que me das miedo. JA- sonrió con maldad.- mira, vengo para ver si te atreves a decirme eso a la cara, o vas a pedirme perdón y volver a ser mi amiga sumisa de la que nos reímos.- se cruzó de brazos y con una mano se apartó el pelo del hombro haciéndola parecer una chula.
-ya... pues no pierdas el tiempo, tú ya no me pisoteas más, y sobre todo no me voy a quedar callada ante ti, ni ante nadie.- dicho eso intento irse a su clase pero Sunny le cortó el paso.
-¿Qué, acaso no tienes valor de decirme lo que me dijiste ayer a la cara?- la gente empezaba a mirar hacia las dos chicas que comenzaban a elevar la voz.
-VI-BO-RA.- se acercó a la cara mientras le decía silaba por silaba lo que era, finalizo con una sonrisa en su boca demostrando lo orgullosa que estaba de decir eso.
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Breaking The Limits.
Teen Fiction¿Haz soñado alguna vez en cambiar de vida? ¿Y en cambiar por completo todo lo que conocían de ti? Charlotte una joven de 16 es ignorada durante años por todas las personas, un día por ciertas circunstancias decide volverse visible, revelarse contra...