Capítulo 3

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Narra Lana:
-¿Te gusta mi hermano?- Me preguntó Gabs

-No. Demasiado inocente para mi gusto.

-¿Es porque te dije que es vírgen?- Gabs se reía.

-No...

-A mi me parece un tío muy majo. Busca nueva modelo... Quizás te interese.

-No me gusta tomarme fotos en estudios, no soy modelo, Gabs.

-Está bien. Al final viniste tu a mi casa, te iba a recoger a las ocho.

-Sí... Estaba muy impaciente.

-¿Ya nos vamos?

-Vamos, Gabs.

Bajamos las escaleras hablando de estupideces y al llegar a bajo salimos y nos dirigimos a su coche.

-Bienvenida a mi nuevo coche!- Dijo entrando en él

-Gracias supongo.

-Amo tu vestido, Lana, es muy oscuro con esas calaveras y combina con los tacones también negros.

-Fue lo primero que encontré.

Llegamos a la fiesta y nos pusimos a bailar y a beber. Estaba tan borracha que no sabía lo que hacía...
Un chico alto me miraba muchísimo y la verdad es que en ese momento me pareció guapísimo, ese chico tendría que estar en mi cama esta noche.
Me dirigí hacia el, empujando a toda la gente, cuando llegué le invité un trago de cerveza.

-Hola...- Me dijo con timidez

-Hola, guapo.- Dije con picardía

-No he parado de mirarte, eres muy preciosa.

-Gracias, tu mucho mas...

Nos quedamos mirando unos segundos hasta que el me atrajo a su cuerpo con una mano en mi cintura. Me besó. Un beso apasionado y salvaje, con lengua y velocidad. Me susurró al oído...

-¿Vamos a mi casa o a la tuya?- Una propuesta increíble... Me acordé que mis padres no estaban hoy en casa así que le respondí que a mi a casa.
Salimos de la mano y el pidió un taxi, di mi dirección y cuando llegamos el pagó el taxi.

-Vamos, nena...

Entré a casa de la mano de aquel chico y subimos a mi habitación, estaba todo oscuro y apenas podía ver su rostro, prendí la mesa de noche y por lo menos alumbró algo.
Volvimos a besarnos desesperadamente hasta llegar a la cama.
Me comenzó a quitar mi vestido lentamente y mis zapatos, yo le quité su camisa y desabroché su pantalón.

-¿Tienes preservativos?- Pregunté

-No suelo llevar ya que... soy... vírgen...- Respondió avergonzado

-No te preocupes, seré amable y no te rasguñaré la espalda cuando me hagas gritar...- Dije riendo.

Desde los catorce que no soy vírgen, ya se como hacer esto, yo lo ayudaré.
Estábamos en ropa interior y decidí hacer que se excite un poco...
Acaricié la tela de su bóxer, haciendo que el gimiera, luego pasé mi lengua por la tela y escuché otro gemido un poco mas alto.
El resto es historia...

Bad Girl, Good Boy (Luzana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora