Después de las Winx [Next generation] [En Edición]

Cap 16: Expulsión y despedida

Pasaron dos semanas y Jass ya había tomado sus maletas, devolviéndose a Zenith con sus padres.

Edgar le había mostrado el video a Saladino y rápidamente expulsó al pelirrojo, solo fue cuestión de dos horas de papeleo para los padres de él.

- o -

-¿Me llamó, profesor?- dijo Haru entrando al despacho de Saladino con la venda en la cabeza.

-Claro. Tengo que hablar contigo- dijo Saladino sentado en un sillón apuntando a otro sillón en frente de él.

Haru nervioso se acercó a su mentor y se sentó en el sillón.

-Haru, sé que eres buen estudiante y muy buen compañero, pero la situación sucedida hace cerca de un mes ha estado muy fuera de control-.

-L-lo sé- desvió la mirada.

-Pero quiero decirte que lamentablemente, y me duele decirlo, te tendré que expulsar de la escuela también-.

-¡¿Qué?! P-pero si yo no hice nada- reclamó el castaño, levantándose de su asiento.

-Calma, Haru, te explicaré por qué. El tema es que todos están algo... petrificados por la noticia. Lamentablemente, Jass metió la pata contándole al pequeño Kori la historia que inventó y eso hizo que le contara a los más pequeños. Ellos ya no quieren hacer clases contigo- dijo Saladino apenado.- Encuentro que este estilo de vida no es el que tu madre quería que vivieras, pero te seré franco... me encargué de conseguirte una escuela equipada y muy acogedora-.

-¿Eh? ¿D-dónde? No me diga que en Lynphea...- dijo Haru, al recordar que su padre era científico y profesor de una de las escuelas en su planeta.

-No es ahí-.

-¡¿En Zenith?!- se asustó.

-Ni cerca-.

-¿Solaria?-.

-No-.

-Domino...-.

-No-.

-¿Entonces?- preguntó exausto.

-Es muy lejos de la dimensión mágica, tú sabes...- dijo Saladino.

Haru abrió lo ojos si creerselo.

-¡¿La Tierra?!- se exaltó.

-Sí-.

-P-pero no hay escuelas de magia ahí-.

-No, pero el internado es uno de los mejores de ahí y presenta una gran variedad de deportes- dijo el profesor.

-¿Mi tutor legal está de acuerdo?- preguntó Haru, caminado de un lado a otro.

-En realidad ya hice el papeleo- dijo un hombre de sombrero.-Hola, Haru-.

-Tío Súteba- el castaño se acercó al hombre y lo abrazó.-Te eché de menos...-.

-Yo también, ¿cómo está tu cabeza?- dijo el mayor tocándole la herida.