Capítulo 1: ¿Soñando otra vez?

44 6 1
                                    

¿He soñado con un chico de ojos hermosos?

Si, claro que lo he hecho. Lo que realmente me preocupa es que el sueño me persiga no solo por la noches detrás de mi atormentado subconsciente, sino también durante el día cuando mis pensamientos deberían estar dirigidos a lo posible y no a dibujos de mi mente donde mi felicidad se construye con solo el poder descubrir que es lo que el piensa.

No recuerdo nunca haber sido una persona de una sola respuesta, siempre que algo impactará en mi, pasaba y sigo pasando el día entero y todo el tiempo necesario meditándolo hasta llegar a conclusiones trágicas, devastadoras, esperanzadoras, aliviantes para al final solo resignarme por unos minutos a no saber nada y luego volver a replanteármelo. Lo se suena asfixiante y lo es más de lo que parece, pero quizá lo mejor de todos aquellos finales es el poder aprender un poco mas de quien es Salma Ripoll.

Salma Ripoll es mi nombre, estoy cursando mi ultimo año de preparatoria, y mi historia no es el típico cliché del niño malo, es la historia mas original que podré contar porque es mi pesadilla vuelta un sueño, es una ilusión.

Conozco al chico de mi sueño es simpático, dulce, sincero, seguro de sí mismo, pero es también un arrogante, un cínico, un aprovechado, entre otras muchas más virtudes y defectos. Su mas grande característica no la conozco o no la puedo nombrar pero si puedo decir que sus ojos son la mayor exaltación de ella, y yo por esos senderos azul verdes siento un odio y amor tremendo al mismo tiempo. Los responsables de mi caída al cielo y mi elevación al profundo vacío son ellos.

Salma, Salma, Salmaaa... ¡¿Me estas escuchando?!.- Oh esa es Natalia llamándome por no sé cuando tiempo, acabo de darme cuenta que me mira como si me hubiera ido de este lúgubre planeta.

Hey perdón, estaba muy concentrada, ¿qué pasa?.- digo

Nada importante solo me preguntaba si sabias cual era la tarea.- Si, como habrán notado un tema muy frecuente de conversación conmigo era la tarea, y todo lo que tuviera que ver con las palabras escritas es los libros obligatorios que todos los estudiantes cargaran en sus mochilas. Era algo así como la nerd del salón, pero no digo que sea por completo así, pues también se me respetaba por el carácter que aveces sale a relucir luego de largos periodos de amabilidad mal y no correspondida.

Si, solo es hacer un pequeño análisis del tercer capítulo de libro atados a una estrella.- digo amable

Que tarea mas aburrida.- dice ella. Ese comentario ya me lo conozco, pero es mejor guardar silencio y asentir, y cuanto antes me veré librada de las más bien aburrida compañía, tampoco creo que valga mucho la pena el ponerme a debatir sobre un tema que se que no tendrá el más mínimo interés en comprender, y su mas eficaz respuesta será el decirme "Nunca he conocido a alguien que le guste la escuela".

Tomo todos mis cuadernos y bolígrafos para guardarlos e ir a la salida a esperar a mi mama, tengo 17 años y estoy a mediados de mi quinto semestre en preparatoria, vaya cambio que he sentido de la secundaria a mi actual realidad escolar. Cuando estas acostumbrado a la excelencia un 9 te sienta realmente mal, y calificaciones mas bajas son capaces de disparan rápidamente el censor de estrés y ansiedad que una chica perfeccionista, obsesiva compulsiva y con poca paciencia como yo tienen preparados para funcionar como un arma suicida al menor error, y debo admitir que en ocasiones me llevo de corbata a mis seres queridos más cercanos, tanto a los que tienen culpa como a los que no.

Camino por el asfalto dentro de mi escuela con la mirada al frente y en completa tranquilidad, ese aspecto de nada me molesta que quieres reflejar se muestra tal como lo planeas, llegas a las sillas de espera al aire libre donde en la fila de autos aguardan padres furiosos por la tardanza de sus hijos, padres irresponsables bloqueando el tráfico o simplemente padres tranquilos esperando a ver a sus hijos tras un largo inicio del día. En mi caso tengo una combinación que hasta cierto punto quiero creer que es lo que le da estabilidad a la casa, esta mi mama que es responsable y activa siempre al tanto de todo lo que hago y dejo de hacer, y mi papa que con suerte sabe de mi graduación hace dos años y que acabo de empezar a asistir a una nueva escuela, y bueno creo que también influyó el que mama no parara de hablar entusiasmada de ello.

Con suerte es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora