OUIJA

Confesión

         La madre de Chris entró corriendo por el pasillo hasta llegar a la sala de espera del hospital. Una oleada de horror le recorrió el corazón al ver solo a Kevin y Megan sentados en las sillas. A su vez, ellos se pusieron de pie y fueron directo a ella.

-¿Dónde está Chris? ¿Qué es lo que ha pasado, chicos? –preguntó con horror en cada palabra.

-Chris está bien. Está hablando con unos médicos –le respondió Megan.

-No sabemos lo que pasó. Chris nos llamó ya cuando estaba aquí, diciendo que Jessica había tenido un accidente en su casa –refutó Kevin.

A la madre de Chris no le quedó más remedio que creerle a los amigos de su hijo y sentarse a esperar. Los hospitales le daban una sensación de intranquilidad y preocupación. Olían a enfermedad, a tristezas y todos los instrumentos metálicos y plásticos que usaban los doctores. Ver a las enfermeras casi corriendo de un lado a otro la hacía imaginar a pacientes agonizando en las habitaciones.

<<Tranquilízate>> se dijo a sí misma.

De un pasillo, salió Chris caminando muy lentamente. Vió a su madre y amigos y fue dispuesto a sentarse con ellos. Pero su mamá no lo dejo tomar asiento. En cuanto lo vió corrió a él. Lo abrazó y le besó la cabeza.

-¿Estás bien? ¿Te pasó algo? –le preguntaba entre lágrimas.

-Estoy bien mamá. Tranquila, enserio.

-¿Qué fue lo que pasó? –preguntó Megan mientras se incorporaba.

-Fue Jessica. La invite a casa, estábamos en mi cuarto y de repente la luz se fue. Ambos nos asustamos...y salimos corriendo. Ella cayó desde las escaleras y perdió el conocimiento –mintió.

Sabía mentir. Y lo hacía en ocasiones como esa, en la que su madre no entendería de lo que le estuviera hablando. Solo Kevin sabía que no había sido así. Ambos se miraban fijamente.

-Dice el doctor que está bien. Al parecer el golpe en la cabeza no es nada serio, pero necesita estar aquí un par de días para algunas radiografías y encefalogramas. Quieren descartar algo peligroso. Pronto dejarán entrar visitas.

Las puertas principales del hospital se abrieron y entraron los padres de Jessica. La madre tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Megan y la madre de Chris fueron con ellos para tratar de tranquilizarlos y explicarles lo sucedido.

-Explícame que fue lo que pasó –le pidió Kevin a Chris.

-Estoy asustado –decía Chris en voz baja para que nadie lo oyera-. Al principio quería convencerme a mí mismo de que solo era una jugada de mi mente. Pero esta tarde Jessica fue arrojada de la nada a la mesa de cristal que tenemos en casa. Y por cierto, le conté acerca de lo del juego.

Kevin por primera vez, también parecía asustado. Trataba de interpretar en su mente cono había sido todo lo que les estaba contando Chris.

-Puedes pasar a ver a tu amiga Christian –dijo un doctor.

Chris se alejó de Kevin. Caminó por el pasillo hasta encontrar la habitación de su amiga. Era la última del corredor. Asomó su cabeza por la ventanilla de plástico para asegurarse de que su amiga estuviera despierta. Luego entró.

-¿Te sientes bien? –preguntó Kevin.

Ella miraba el techo. Un viejo abanico en él estaba dando vueltas muy lentamente. La electricidad ahí era mal, el foco no dejaba de parpadear. Jessica hizo una mueca de dolor antes de contestarle a Chris.