Prólogo

1.6K 59 7
                                    

Hace tiempo que no tenía la oportunidad para hablar conmigo mismo, más de una semana... quizás un mes, o incluso un año. Hay muchas cosas en mi cabeza que necesitaba sacar ya, y el pasar de los días solamente lo empeoraba. No sé por qué espere tanto para esto, desde que arribe a la ciudad hace casi un año he sentido un profundo dolor en mi pecho, como si el exterior estuviera llamando por mí, nunca creí que los bosques y ríos significaran tanto para mí.

Comprendí muchas cosas estando allá afuera, el exterior me hizo entender que no importa lo que hagas, lo mucho que corras, o el dolor que sientas en tus brazos y piernas, solo...sobrevive. Después de todo lo que pasé, y todo lo que hice, me di cuenta que esa era la única opción que tenía, en realidad... esa era la única opción que me quedaba. Cada día, el mensajero de la muerte me acechaba entre las sombras, tan solo observando, esperando el momento para que me fuera con él.

La poca gente que queda en la ciudad, vivían su vida tan solo esperando su turno, el momento de ir a ver a todos sus seres queridos y a toda la gente que perdieron por culpa del virus, ellos...solo esperaban su turno para morir. Aunque quizás tenían razón, al sobrevivir solo alargaba el tiempo, posponía lo que era inevitable. Cada noche iba a la azotea, a observar las luces, a la gente, el muro, pero principalmente observaba el exterior. Un exterior que parece ser mejor que esta pocilga, la gente hambrienta, las calles llenas de sangre y cadáveres, el ejercito o al menos lo que queda de él, tomo el control. La ciudad estaba bajo Ley Marcial. Se encargaban de hacer la vida de ese lugar un infierno, establecieron una dictadura a pesar de que su objetivo era cuidar de la gente. Pero a ellos no les importaba nada que no fuera ellos mismos. La gente de la ciudad los llamo: "Los Guardianes", ¿por qué? ...creo que ni yo tengo idea del porqué, pero el nombre era lo que menos me importaba, hacían lo que querían sin importar nada, mantenían vigilada la ciudad día y noche, los muros siempre tenían guardias todo el día, en la noche solo unos pocos lo custodiaban.

La Capital de la nación, la única esperanza de la humanidad. La ciudad de Washington DC era la zona de cuarentena máxima del país, y la última zona con laboratorio para desarrollar una cura. Pero... toda esperanza ardió en llamas. La Zona Capital donde se encontraba el laboratorio la Casa Blanca fue destruida, la mayoría de la población termino infectada o muerta. Nunca supe bien que ocurrió ese día, en las calles se oían muchas cosas. Se dice que el ejército se revelo y estallo una guerra que acabo destruyendo una parte del muro, dándole la oportunidad a los muertos de entrar. Otros decían que ocurrió un gran terremoto, acabando con la casi toda la zona de cuarentena. Esas y muchas más historias corrían en las bocas de la gente, aunque le daba mucha importancia, todas esas historias acaban en lo mismo, la zona capital destruida y un gran agujero en el muro.

La única opción que les quedo, fue armar una gran barricada entre la Zona Capital y la Zona Sur, fue todo lo que hicieron para evitar que ellos entraran a la ciudad, y con ello la Zona Sur se convirtió en un pueblo fantasma.

La ciudad se tornaba cada vez más peligrosa y oscura, con un aire de muerte y sufrimiento a donde quiera que iba. Cuando llegue y atravesé la entrada, vi como un par de niños jugaban con un balón de futbol, corriendo, gritando y sonriendo como debía ser en realidad, viviendo su joven e inocente vida, como si todo esto no fuera más que un simple sueño. Hoy en día quedan muy pocos niños y niñas, si no fuera por la gente y su resistencia, los Guardianes los hubieran exterminado desde hace ya mucho tiempo. Decían que los niños son un gasto de recursos y espacio. Tomaban en cuenta la ley del más fuerte.

Solo tengo segura una cosa, este lugar se ira al demonio, pronto ellos entraran y acabaran con todo. Y toda la gente morirá, ¿debería hacer algo cuando eso suceda? O... ¿tan solo debería largarme? ...de que me preocupo, de todas formas...algo me dice que lo descubriré pronto.

Lo ultimo que quedo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora