Romina no podía esperar el ver a su hija bailar el pericón, faltaban ya poco días y Romina practicaba muy seguido para que cuando su madre la viera bailar se sienta orgullosa. Un día antes del día tan esperado, la madre de Romina fue a comprarle algunos regalos a su hija para sorprenderla después del gran festival, luego de comprar tales regalos a su hija, fue emocionada a la parada para subir al ómnibus y irse a su casa, pero no pudo llegar a su casa...
Iba cruzando la calle y un auto al no darse cuenta y no respetar el semáforo la atropello, llamaron a la ambulancia y la llevaron al hospital, fue tanto el viaje al hospital que falleció ya en la ambulancia, al recibir la fatal noticia la tía de Romina, no supo como reaccionar, estuvo horas llorando y pensando como decírselo a su sobrina, hasta que llego Romina de la escuela y al ver a su tía alterada, dejo su mochila eh intento calmarla. Luego de un rato su tía se logro calmar, agarro valentía, miro a los ojos a su sobrina y en un charco de lágrimas le dijo que su madre había fallecido en un accidente. ¿Cómo reacciono Romina? Ni se movía, las lagrimas caían, pero ella no reaccionaba. Su tía la abrazo muy fuerte y le dijo al oído "Mamá siempre estará en tu corazón..." Romina solo pensaba que pasara en su futuro, quien cuidara de ella, que hará ella ahora. Sin decir una palabra se levanto de su asiento y fue a su cuarto, mientras ella solo pensaba y pensaba. Su tía le aviso a toda su familia lo ocurrido y preparo todo para velar a su hermana. Tanta depresión tenía Romina que al otro día que era el festival de fin de año, no quiso ir, ni bailar el pericón. Tuvo que ir su tía a buscar su carnet de notas y explicarle a la maestra el porque Romina no había concurrido al festival. Su tía llego a la casa y le mostro a Romina el carnet, diciéndole:
-¡Mira Romina! Pasaste de año, estoy orgullosa de ti.
-Ahora no quiero hablar de mis notas...
-Bueno, pero por lo menos come algo, no haz desayunado ni almorzado.
-No tengo hambre.
-Mira... Se lo feo que es pasar por todo esto, pero debes comer algo.
-Eh dicho que no quiero, déjame sola.
Su tía decidió dejarla sola, paso así todos los días, encerrada, pensando, deprimida, sin hacer nada, sin salir... Ya era mucho el tiempo el cual había pasado encerrada que su tía decidió sacarla un poco de ese encierro a Romina, la llevo de compras, a lugares de comidas y sus lugares favoritos como el teatro. Romina no salía de ese pozo de la depresión en el cual entras y es difícil salir, pero algo de ánimo tenia. Pues no faltaba mucho para empezar las clases y ella debía despejar un poco la mente... Unas semanas después, Romina ya empezó las clases, ya era adolescente y ni ganas tenia de hacer nuevas amistades, no hablaba con nadie, solo se quedaba en un rincón sola esperando que el recreo terminara y que las horas terminaran para poder irse a su casa, no le iba mal en los estudios, se enfocaba mucho en eso... Pero de todos modos era callada y no hablaba con nadie, pasaban los meses y ella aun no había superado lo de su madre, pero después de unos meses, ya casi mitad de año los profesores hablaron con su tía, le dijeron que su sobrina era una muy buena alumna pero que siempre la veían muy triste y que no le vendría muy mal ir a un psicólogo. La tía decidió llevarla a un psicólogo y Romina también acepto ir, el primer día le gusto, conoció a la psicóloga y le caía muy bien,
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Una historia suicida.
Teen FictionTrata de la vida de una chica llamada Romina, como paso su dura vida, cada golpe que tuvo, como le fue en el amor, tristeza, felicidad, caídas y su final.