Tras salir de la batisfera, pude observar lo que parecían los restos de una manifestación: había pancartas tiradas por el suelo, en las cuales se podían leer cosas tales como "Rapture ha muerto", "No somos tu propiedad"o "¡Pongámosle fin, dejadnos subir!", también había pintadas en las paredes con mensajes de protesta igual. Lo que parecía ser una estación de la cual las batisferas entraban y salían para que los habitantes de Rapture viajaran ahora estaba cerrada, en todos los viajes que estaban programados ponía "cancelado", y el lugar estaba muy deteriorado a causa de los años, la humedad y los furiosos manifestantes.
Tras avanzar por unas escaleras, pude observar a la mujer que anteriormente había asesinado a ese hombre, la pude ver la cara, y no reconocí humanidad en ese ser. Tenía la cara pálida, y vida marina le había ocupado la porción de la cara que dejaba ver una máscara de conejo blanco. A través de los orificios de la máscara, los ojos de lo que algún día fué una mujer, se habían tornado rojos, parecía que estuviera enganchada a algún tipo de droga.
La mujer me miró, pero antes de que pudiera hacer nada, una máquina voladora que emitía agudos sonidos la disparó, la mujer comenzó a escalar una pared y la máquina la siguió hasta que les perdí de vista, Atlas dejó entrever que él había enviado esa máquina.
Cuando pude incorporarme, descubrí que no había salida de aquel lugar. Atlas me dijo:-Coje una palanca o algo ¿quieres?. Observé que a mis pies había una llave inglesa, la cogí, sabía lo que tenía que hacer, así que me abrí paso a través de los escombros que impedían el paso, ahora el camino estaba libre.
Pasé por el agujero que había hecho pero esto me condujo a una trampa: Pude ver un objeto de gran tamaño que fué arrojado por las escaleras en llamas, parecía una sofá, pero no me importó en ese momento y me abalancé hacia el lado izquierdo, quedando ileso de aquel atentado. Subí las escaleras y encontré al responsable de tirar ese sofá, que no era ni más ni menos que otro hombre mutado. Me fijé que se abalanzaba hacia mí, así que me defendí usando la palanca que usé antes. El hombre era torpe, causa supongo de la droga, así que no supuso un gran desafío para mí, no tuve piedad con él, y lo maté.
Aquella habitación a la que ahora había accedido estaba muy bien iluminada, una gran cristalera dejaba pasar la luz de los edificios periféricos, y en esa cristalera que ocupaba toda una pared de la habitación, había una puerta que llevaba a uno de esos conductos de cristal que unían los edificios. Lo primero que se me ocurrió fue seguir ese camino, pero la puerta no se abría, luego seguí investigando. En esa habitación, que pudiera parecer un vestíbulo, había una urna, dentro de esta una maqueta de oro que parecía enseñar cómo era la ciudad. De entre todos los edificios, había uno que era mucho más grande que los demás, y su cúspide era el faro por el que entré. Debajo de la urna, había una inscripción que decía "5 de Noviembre de 1946. Rapture, la visión de un hombre, la salvación de todos".
Decidí subir una escalera la cual llevaba a una zona que varios carteles apuntaban, esos carteles decían "Plásmidos". Cuando llegué arriba, observé una máquina expendedora, pero a diferencia de todas las que había visto antes, ésta vendía plásmidos, que según la propia máquina mejoraban las cualidades de los individuos que los tomaban, mejorando así la fuerza, inteligencia, rapidez,etc. Encima de la máquina ponía "jardín de las recolectoras". Esta estaba rota, y uno de los plásmidos estaba fuera de ella, en el frasco de ésta ponía "electrorayo". Cuando cogí el frasco observé que en realidad los plásmidos eran inyectables. Decidí inyectarme el plásmido, en ese momento pensé que no debería ser tan malo, más tarde descubriría que no era así.
La cabeza me empezó a doler con gran intensidad, sentía como si estuviese siendo electrocutado a cuerpo completo, me miré las manos y noté como los rayos se apoderaban de mi ser, la tinta de los tatuajes que tenía en las muñecas, unas cadenas simples, tatuaje que llevé desde mis primeros años de vida, se tornaba azul. Atlas me intentó tranquilizar diciendo que lo que estaba ocurriendo era que mi código genético estaba siendo reescrito y que todo iba a ir bien, pero eso me puso aún más nervioso. Empecé a ver todo muy borroso, perdí el equilibrio y caí por el balcón frente al cual estaba la máquina. Perdí la consciencia.
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BioShock 1 [Pausado]
Science FictionDedicado a los fans de BioShock 1, disfrutad leyendo como yo disfruté escribiendo y recordando cómo viajaba por la maravillosa ciudad de Rapture.