Capítulo 2: Rapture

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Cuando entré todo estaba oscuro, no se veía nada, el suelo estaba mojado a causa del oleaje. De repente, la estancia se iluminó y cuando me recuperé pude observar una escena increíble: todo estaba recubierto de oro y terciopelo rojo, en las paredes había placas decorativas chapadas en oro que parecían describir la historia de algo llamado "Rapture". Eché la vista arriba y observé una enorme estatua bañada en oro, esta era el busto de un hombre, con el ceño fruncido y una impresión rechazante. Encima del busto del hombre, había una enseña en la que e podía leer "ni dioses ni reyes, solo hombres" bordado en oro. Debajo del busto había una placa en la que se podía leer "¿En qué país hay lugar para alguien como yo? -Andrew Ryan"

Observé que había puertas que bajaban, luego decidí bajar. A medida que bajaba observaba placas en las paredes de piedra en las cuales se leía "Ciencia", "arte" e "industria".

Cuando bajé al último piso, observé una cápsula que se asemejaba bastante a la escafandra de un buzo. La puerta de ésta estaba abierta, y la curiosidad me pudo, luego decidí entrar, y dentro lo que me encontré fueron unos cuantos sillones rodeando la estancia y una palanca, la cual intuí que ponía en marcha aquel aparato.

El cascarón de la máquina estaba oxidado, y no parecía funcionar, pero aun así accioné la palanca.

De repente y contra mis especulaciones la máquina tembló y la pesada puerta se selló. Ahora sí tenía miedo. Traté de abrir la puerta pero no lo conseguí.

Entonces, la máquina se sumergió. Intentando calmarme, decidí sentarme en uno de esos lujosos sillones. De pronto, un proyector que se situaba detrás de mí se encendió, y una pantalla blanca tapó la puerta, que era la única ventana que tenía el habitáculo, a su vez, una radio que había comenzó a sonar.

En la pantalla pude ver a un hombre peinado con gomina que fumaba pipa, vestía una americana color sepia; en la parte inferior de la pantalla, se podía leer "From the desk of Ryan". Entonces, una canción que pudiera parecer el himno de un país sonó.

Cuando ésta terminó, se oyó la voz de un hombre, que decía así: 

Soy Andrew Ryan, y tengo una pregunta que hacerle:(La imagen del proyector cambió, ahora se mostraba un campesino secándose el sudor tras un duro día de trabajo en el campo)¿Acaso un hombre no merece el sudor de su propia frente?(En este momento la imagen del proyector cambió, dejando ver el Capitolio de Washington, y un águila que se lanzaba en picado a por el hombre de la imagen anterior ) No, dice el hombre de Washington, pertenece a los pobres.(La imagen cambia de nuevo, ahora se muestra el Vaticano, y desde el cielo sale una enorme mano que pide limosna) No, dice el hombre del Vaticano, pertenece a Dios.(La imagen cambia de nuevo, ahora muestra el Kremlin , y encima de éste, se muestran la hoz y el martillo comunistas) ¡No!, dice el hombre de Moscú, pertenece a todos.(en este momento el proyector vuelve a poner la imagen de Andrew Ryan), pero el hombre seguía hablando. En vez de eso, elegí algo distinto, elegí lo imposible... Elegí Rapture.

En este momento la pantalla subió y el proyector se apagó y pude observar...¿Manhattan? Era igual que Manhattan, pero estaba debajo del agua. Los enormes edificios estaban muy bien iluminados y comunicados por pequeños conductos abovedados de cristal. Todos los edificios terminaban en forma de pico. Entre los edificios pasaban nadando animales como mantarrayas o ballenas. En las paredes de los edificios, había carteles publicitarios de neón que anunciaban artículos de los cuales yo no sabía nada (Eve, ADAM, plásmidos,...). Había uno que anunciaba a un músico: Sander Cohen. A ese si que lo conocía, era un hombre loco, un apasionado de la música, aunque su música era horrible... Usaba tantísimo maquillaje que parecía un payaso.

La voz de Ryan continuó: Una ciudad donde el artista no teme al censor, donde el médico no está imitado por la nimia moral, donde los grandes no están constreñidos por los pequeños, y con el sudor de tu frente, Rapture también puede ser tu ciudad. El mensaje concluyó.

La máquina se metió en un edificio y subió. Cuando llegó a la zona donde ya no había agua, pude observar una terrible escena: Una mujer, que parecía tener grandes cuchillas al rojo vivo por manos, arrinconó a un hombre que pedía clemencia, pero no la hubo, la mujer atravesó al hombre con las dos manos y tiró el cadáver al agua. Entonces, al ver la máquina que había emergido delante de sus narices, preguntó con una voz monstruosa:¿Es alguien nuevo?, tras ello, sufrió un ataque de ira y se abalanzó contra la máquina, destrozando los sistemas eléctricos y dejándome sin electricidad. Algo la espantó al fin.

La radio sonó de nuevo, pero ahora habla otro hombre:

Coge la radio de onda corta ¿quieres? Cogí la radio y me la guardé en un bolsillo.No se como sobreviviste a ese accidente de avión, pero no me voy a quejar de ese golpe de suerte. Soy Atlas, y pretendo mantenerte con vida. Sigue adelante... tenemos que conseguir llevarte a terreno elevado.La máquina se abrió, y enseguida noté la humedad en el ambiente, algo normal estando en una ciudad que estaba debajo del mar. Atlas continuó hablando. Respira hondo y sal de la batisfera. No te dejaré colgado. Vamos a tener que hacerla salir, pero tendrás que fiarte de mí.





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