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Año 1877, estabamos en casa cuando todo esto comenzó. Era el cumpleaños de Aaron, y el estaba por soplar las velas, cuando se escucho un fuerte ruido afuera y tres personas con largas capas aparecieron en nuestra casa. Ellos eran pálidos, estaban cubiertos de sangre, cicatrices y sus ojos era negros. Mi madre nos tomo a mi hermano y a mi, y nos llevo al sótano, era nuestro lugar seguro ahí. Pude ver, entre las maderas del piso de arriba, como los tres hombres se tiraron sobre mi padre y mi hermano mayor, Adual, y los destriparon y se tomaron toda su sangre. Mi madre lloraba sin consuelo, y nosotros como dos niños de 4 y 7 años, abrazos en un rincón, temblando, sin poder expresar ningún tipo de sentimiento, sin entender que era lo que estaba pasando.  

Todo se hizo silencio, mi madre se acerco a nosotros y nos miro fijamente. Ella era el ser mas hermoso que nunca en la vida he conocido, era buena, bondadosa, era como que estaba en contra de ella hacer algún daño, era perfecta, un ser inolvidable, y lo mas importante, una EXCELENTE madre. Ella nos miro y nos dijo que, pase lo que pase, ella nos iba amar toda la eternidad y donde nosotros estuviéramos, ella iba a estar. Un golpe fuerte en la puerta, y ella se puso delante de nosotros para protegernos. Eran nuestro fin, pensaba yo mientras Aaron lloraba en mi pecho. Moríamos del miedo. Los hombres entraron y uno de ellos tomo a mi madre del cuello, quien suplicaba vivir, y la degolló en un segundo. Su sangre, pura y sana, mancho mi rostro y el de mi pequeño hermano. Aaron no miraba, mantenía los ojos cerrados, en cambio yo, siendo un poco valiente a pesar de todo, los mire. El asesino de mi madre, se acerco a mi y me dijo que nosotros dos habíamos sido elegidos para vivir toda la eternidad, para ser jóvenes a pesar de los años que tuviéramos encima, ser fuertes, valientes, y los mejores asesinos del mundo inmortal. 

De un momento a otro, Aaron se levanto y se acerco al hombre, como si fuera alguien que conociera de mucho tiempo, y yo, sin poder detenerme hizo lo mismo. Era como si mi cuerpo estuviera hipnotizado por estos seres. Después de todo eso, no recordamos mucho lo que paso, ya que, cuando despertamos, a la noche siguiente, eramos inmortales de los pies a la cabeza. Nuestras garganta picaban de hambre, teníamos sed, nuestra piel estaba como vieja, arruinada, seca, nuestras mandíbulas eran mas grandes de lo normal, y un par de colmillos largos y filosos sobresalían de nuestras dentaduras. Eramos lo que eramos, lo que en los libros, leyendas, historias de los viejos sabios solían contar y no creíamos que eran ciertas hasta que nos sucedió a nosotros, a nuestros jóvenes cuerpos, ahora mas jóvenes que nunca, se habían transformados. A partir de ese dia, eramos vampiros 

Al salir de ese pequeño lugar para poder saciar nuestra increíble e insoportable sed por la deliciosa sangre humana, encontramos un paquete. Aaron iba a recibir por su cumpleaños un diario, ya que el soñaba con ser escritor, pero como no iba a poder suceder, usamos el diario para escribir todas las cosas que haremos, para que cuando no estemos mas en este mundo, por alguno u otra razón, alguien, que en este momento es usted, el/la que esta leyendo esto, crea que nosotros existimos, y esto es totalmente real. 

No nos tenga miedo, somos dos niños de 4 y 7 años, ¿Que tanto daño podemos llegar a hacer? 



El diario de Aaron y Ash TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora