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Esta noche fue totalmente diferente. Estamos refugiados en el ático de una joven muchacha en Finlandia. Aaron había salido por la ventana de esa pequeña habitacion para ir por un poco de comida. Desde donde estaba podía ver casi toda la hermosa ciudad de Finlandia, era maravilloso. También podía escuchar como la chica, Gabriela, respiraba en su cama. Era algo asombroso poder escuchar hasta los latidos de su corazón. 

Baje rápidamente y me quede mirándola desde la punta de la cama. ¿Que me pasa? ¿Otra vez? Es tan lindo verla dormir, se ve tan llena de paz, de dulzura.. de belleza. Ninguna inmortal tendría tanta belleza juvenil como la que tiene ella en este momento. Gala se acerco a mi y refregó su cuerpo contra mis piernas. La alce y la acaricie. Se quedo al poco tiempo, dormida sobre mis brazos y la deje sobre la cama de Gabriela. 

No podía volver a sentir esto. No de nuevo, no a mi. ¿Que es lo que me pasa con las mujeres mortales? Siempre me atrajeron mucho mas, y mas que las inmortales. Esto es imposible. No podía resistirlo. Mis colmillos sobre salieron de mi dentadura como si tuviera muchas ganas de tomar su sangre y devorarla. ¿Que es esto?  Subí de nuevo a la habitacion y me quede ahí, esperando que Aaron llegara y tuviera un poco de sangre por fin. 

Narra Gabriela:

El sol me despertó acariciando mi rostro esa mañana. Tome una ducha y luego sali envuelta en una toalla a mi habitacion. Podia sentir que alguien me observaba, mire a todos lados, incluso arriba y nadie estaba ahi. Y mientras me estaba buscando la ropa, fue ahi cuando senti na respiracion sobre mi hombro y alguien que susurraba mi nombre. 

-Ash.. -Voltee- 

No habia nadie. Me termine de cambiar y lentamente subi las escaleras. Aaron y Ash no estaban por ningun lado de la habitacion.

-¿Hay alguien? 

Camine hasta el centro de la habitacion y sin querer, sin verlo tampoco por que todo estaba muy oscuro, pise algo. Mire abajo y no veia mas que un bulto, asi que con la linterna de mi celular alumbre. Casi muero al ver que una chica estaba muerta en mi atico. Pegue un grito de horror. Intente huir pero unas manos me tomaron de los brazos. No sabia quien era, queria salir de esta habitacion, estaba aterrada, temblaba.

-¡Sueltame! -Dije golpeando su pecho

-¡Gabriela! -Dijo Ash-

-Lo mire-

-Todo esta bien -Dijo 

Estaba cubierto de sangre en la boca, las manos, la ropa, en todos lados tenia sangre. Pero hubo algo que en su mirada me tranquilizo y eso hizo que de un momento a otro dejara de temblar. 

 


El diario de Aaron y Ash TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora